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Gabriella Campbell (Página 3)

La maldición de las secuelas literarias

AutorGabriella Campbell el 31 de julio de 2013 en Divulgación

Loco por el chico - Bridget Jones - Mad about the boy

Segundas partes nunca fueron buenas. No es una expresión del todo acertada: solo hay que mirar a Hilary Mantel con los brazos llenos de premios y la sonrisa radiante de quien se sabe amado por la crítica (la literaria, claro; la crítica popular no ha sido tan favorable, a raíz de sus declaraciones acerca de la familia real inglesa). La culpable es Una reina en el estrado (la segunda parte de En la corte del lobo), y es un ejemplo cualquiera de las muchas buenas secuelas, continuaciones o segundas partes que existen de novelas conocidas. Hasta cierto punto es subjetivo, por supuesto, pero si uno disfrutó de La comunidad del anillo, probablemente disfrutó de Las dos torres; Choque de reyes es, para muchos, incluso mejor que Juego de tronos; uno no puede leerse Un mago de Terramar sin alimentarse también de las otras novelas del ciclo. Podemos mencionar muchos ejemplos de segundas y terceras partes a la altura de las expectativas de sus lectores, pero, desgraciadamente, podemos mencionar muchísimos más de continuaciones que no lo han estado. No diría nunca, pero sí diría que las segundas partes no suelen ser buenas, o por lo menos no suelen ser tan buenas como las primeras.

Parte del problema reside en la intención comercial del autor y de la editorial. Una historia concebida como una sola, dividida en varias partes por exigencias de formato o economía, tiene muchas más posibilidades de mantener una calidad constante que una segunda parte escrita por exigencias del público debido al éxito de la primera (ofrezco, como muestra, el paulatino pero evidente descenso en calidad de la saga Wicked de Gregory Maguire). Y luego encontramos aquella rara ocasión en la que el autor decide, muchos años más tarde, que le falta calderilla para comprarse el tercer Ferrari, y que ya va siendo hora de rescatar del olvido a aquel personaje que quedó cerrado y finiquitado en su momento. El ejemplo perfecto lo encontramos en El hijo de Rosemary, aquella continuación de La semilla del diablo que apareció treinta años después y que empleaba el aburrido recurso del todo fue un sueño, cargándose por completo una trama hasta entonces original y muy inquietante. Y sospecho que no me equivoco si profetizo que la tercera parte de Bridget Jones, Mad About the Boy (Loca por el chico) se convertirá en una de esas enésimas partes que nos sobran.

Jones fue, como la revista Cosmopolitan o la serie Sexo en Nueva York, un producto representativo de su época. Lamentablemente, al igual que la revista Cosmopolitan o la serie Sexo en Nueva York, ha perdido fuerza al no saber adaptar su mensaje de revolución sexual y estética al cambio de los tiempos, y la que fue la gran madre de la chick-lit perdió bastante fuelle en su segunda novela, Bridget Jones: Sobreviviré. Aunque divertida, la obra repetía las mismas inseguridades y obsesiones de su protagonista y, por lo poco que se ha divulgado al respecto, parece ser que esta tercera parte ofrecerá más de lo mismo, eso sí, ya en un entorno definido por la social media (Bridget dispone ahora de cuenta de Twitter). El título que se propuso inicialmente para la adaptación al cine fue El hijo de Bridget Jones, lo cual nos dice bastante de la trama; es más, este hijo sería del personaje de Jones con Daniel, el chico malo del triángulo amoroso de los dos primeros libros, lo que nos indica que Bridget repite errores, una y otra vez, y nunca aprende de ellos, si seguimos la narración expuesta en la columna de Fielding para The Independent. La belleza de la historia de Fielding estaba, al igual que en Orgullo y prejuicio (la obra de Austen en la que se inspiró), en su final feliz. Bridget es imperfecta: le sobran kilos, le da demasiadas vueltas a las cosas, lleva ropa interior fea y se enamora del hombre equivocado; no obstante consigue algo cercano a la felicidad, una aceptación mayor de sí misma y el amor de una persona que la respeta y quiere por lo que es. Si Bridget no hace más que aplazar ese final feliz hasta que este deje de existir, la historia pierde bastante de su atractivo original. Y que Hollywood le ponga un montón de dinero caliente en bandeja a Fielding no tiene por qué ser razón suficiente para que tengamos que lidiar con una saga que se dedica a reciclar las mismas ideas una y otra vez.

La dualidad de Alice B. Sheldon

AutorGabriella Campbell el 30 de julio de 2013 en Divulgación

James Tiptree Jr.

Alice Bradley Sheldon nació en 1915, y desde el principio fue una mujer extraordinaria. Es posible que la conozcáis mejor como James Tiptree Jr., un escritor de ciencia ficción subido a la New Wave estadounidense, uno de los creadores del género más importantes de su tiempo, que influyó al mismísimo William Gibson.

En la cúspide de su carrera, tanto Robert Silverberg como Isaac Asimov argumentaban que, pese a algunos rumores que habían empezado a surgir, Tiptree tenía que ser, por determinados elementos que abundaban en su prosa y en la elección de temas en sus cuentos, un escritor masculino. Mientras, Sheldon se escondía: respondía a cartas de aficionados y autores y se comunicaba bajo seudónimo, no fue hasta la muerte de su madre cuando muchos ataron cabos, siguieron pistas y desvelaron su identidad. Sheldon vivió siempre una vida doble (como bien retrató su biógrafa, Julie Phillips): por un lado era Alice, la prodigiosa científica hija de un abogado y de una escritora, que había llegado al rango de mayor en el ejército del aire de Estados Unidos, que había viajado por todo el mundo y que había trabajado, junto con su segundo marido, para la CIA; por otro era Tiptree, un innovador dentro de la ci-fi que ofrecía escritos donde la figura de la mujer y la relación entre los sexos tomaba un peso nuevo en este tipo de obras (Sheldon adoptó este seudónimo para proteger su reputación en el mundo universitario, donde era una respetada investigadora y docente; más tarde presentó también a Raccoona Sheldon, la supuesta protegida de Tiptree, que no era más que una nueva faceta de la misma escritora). También era dual su sexualidad, en sus propias palabras, me gustan mucho algunos hombres pero, desde el principio, incluso antes de saber nada, siempre fueron las chicas y las mujeres las que me iluminaron por dentro.

Dual fue también su vida de casada: contrajo matrimonio en dos ocasiones, primero con William Davey, cuando ella apenas tenía 19 años (solo duraron siete años juntos), y luego con el que sería su compañero de por vida, Huntington D. Sheldon, justo después de terminar su carrera militar. Juntos iniciaron una pequeña empresa, hasta 1952, cuando ambos se unieron a los servicios de inteligencia estadounidenses. Abandonó la CIA en 1955, para regresar al mundo académico.

Dual fue, también, su muerte, ya que no fue solo la suya, sino también la de Huntington. En 1987, ya con 71 años, mató a su marido, que ya contaba con 84 años y estaba bastante enfermo. Tras la muerte de este, ella se suicidó. Los encontraron muertos en su cama de matrimonio, tomados de la mano. Parece ser que la nota de suicidio que dejó llevaba ya años escrita, y que la había estado guardando para cuando fuera necesaria. Sheldon siempre había tenido problemas emocionales (algo que se reflejaba en los textos tan intensos que producía) y ya había intentado quitarse la vida en varias ocasiones anteriores. El pacto mortal al que llegaron Alice y su marido (por el que acordaron morir juntos si el estado de él llegaba a límites insoportables) fue el punto y final de una vida que fue realmente extraordinaria, de principio a fin.

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El chocolate vende libros

AutorGabriella Campbell el 23 de julio de 2013 en Noticias

Libros y chocolate

El chocolate es uno de esos alimentos del que constantemente obtenemos noticias positivas. Que si es afrodisíaco. Que si nos hace más felices. Que si combate el colesterol malo. Que si podría ayudar en la prevención del cáncer, etc. Vale, también suele llevar azúcar y una cantidad de calorías no siempre deseable, pero ese es un mal menor.

Lo que uno no podría imaginarse es que, además, ayuda a vender libros. Un equipo liderado por Lieve Goucé, compuesto de especialistas de distintas instituciones y universidades belgas, se dedicó a llevar a cabo un experimento durante diez días que buscaba, en primer lugar, explorar los diferentes efectos de un aroma de chocolate en el ambiente tanto para consumidores generales como para consumidores con objetivos de compra claros y, por otra parte, investigar si un aroma de chocolate presente en un entorno comercial tendría un efecto positivo en el comportamiento de los consumidores en relación con productos del mismo tipo (o productos de temática congruente con el aroma). El experimento se llevó a cabo con 201 participantes, en el entorno de una librería, y mostró que el olor del chocolate influyó de forma positiva para el comercio: los clientes se mostraban más dispuestos a quedarse, a hablar con los empleados y a dedicar más tiempo a examinar los productos. Las ventas, además, fueron más altas. El aroma era sutil, sin llegar a hacerse pesado, y provocaba que los consumidores, en vez de buscar un libro en concreto y llevarlo directamente a la caja, quisieran quedarse más tiempo en el entorno chocolateado.

También influía en el tipo de libro que compraban, ya que tendían a preferir libros de temática relacionada con el chocolate. Así, las ventas de libros relacionados con comida y bebida subieron en un 40 %, mientras que los libros no relacionados con este (libros de historia y novelas de suspense, por ejemplo), solo subieron un 22 %. Como nota de interés, a pesar de todo lo que se ha dicho siempre acerca de que el chocolate es un alimento que le encanta sobre todo al sexo femenino, el estudio no mostró ninguna disparidad entre sexos a la hora de examinar los efectos del aroma. Sin embargo, sí parece tener algo de fundamento eso de que el chocolate se asocia con lo sexual y romántico: uno de los géneros más favorecidos por el aroma fue el rosa.

Los responsables del estudio terminaron sugiriendo que otros aromas agradables podrían ayudar con las ventas de géneros relacionados. Tal vez un aroma a mar, a sal, ayude a vender libros náuticos o de viaje, o un aroma floral ayude a vender libros de jardinería. El poder del olfato y su fuerte vínculo con la memoria puede ser bastante productivo para la venta: si uno huele chocolate, recuerda la agradable experiencia de comerlo, y la satisfacción que le produjo, por lo que se siente más tranquilo y a gusto. Por otro lado, bastantes pequeños trucos utilizan ya los comercios en general para animarnos a comprar, siempre da cierto reparo averiguar que nos están manipulando de forma sutil (y no tan sutil) para que gastemos un dinero que, en otras circunstancias, tal vez no invertiríamos.

Los escritores más prolíficos (II)

AutorGabriella Campbell el 17 de julio de 2013 en Divulgación

Muriel Spark

En la primera entrega de este artículo os hablamos de dos escritores muy prolíficos: Corín Tellado y Philip M. Parker, ambos responsables de miles de obras. ¿Pero quién tiene el récord de escritor o escritora más prolífico o prolífica? Es muy difícil de saber. Durante un tiempo fue Mary Faulkner (Kathleen Lindsay), una autora de novela romántica que, sin embargo, fue superada con el tiempo por la propia Tellado. El libro Guinness le otorgó el título de escritor más productivo a Charles Hamilton, un escritor conocido sobre todo por sus relatos de aventuras destinados a niños y adolescentes, ambientados en colegios, si bien escribió para casi todos los géneros, utilizando unos 25 sobrenombres (que se hayan podido identificar). Vivió entre 1876 y 1961 y, aunque no escribió novelas como Tellado (esta publicaba novelas cortas a ritmo semanal, primero para Bruguera y luego para Vanidades), produjo una cantidad asombrosa de relatos (más de cinco mil) y de textos por entregas. Se estima que Hamilton escribió aproximadamente cien millones de palabras.

El récord por mayor número de novelas escritas en un año lo tiene Barbara Cartland (conocida por todo el mundo no solo por ser una autora superventas de novela rosa sino por ser la abuelastra de Diana, princesísima de Gales). Durante el año 1983 escribió nada menos que 23 novelas, lo que demuestra que la novela rosa debe de ser la más rápida y fácil de escribir, o que sus autores poseen un tipo de disciplina laboral inaudito. El western y el libro infantil también han sido el punto de partida para otros escritores ultraproductivos como Lauran Paine, que escribió más de 850 libros (bajo unos 70 seudónimos distintos), muchos de ellos libros de vaqueros, o Prentiss Ingraham, quien de vez en cuando soltaba unas 35000 palabras de un día para otro. Fue el creador de Buffalo Bill, sobre quien escribió doscientas novelas. En cuanto al juvenil e infantil, nadie como Enid Mary Blyton, cuyas novelas de los Cinco alcanzaron muchísima fama; en total escribió unos seiscientos libros. Robert L. Stine, autor de la muy exitosa serie de Pesadillas, tal vez sea el escritor que más se le acerque en ese género.

¿Pero cómo consiguen estos escritores construir tantísimo texto? ¿Es dedicación, constancia, velocidad, o se trata de obras donde la revisión, esa labor tan importante para el escritor, apenas existe? Algunos de los trucos y modos son de lo más curiosos, como el consejo que dio la escritora Muriel Spark (quien escribió su obra más conocida, La plenitud de la señorita Brodie, en menos de un mes): Consigue un gato. Según Spark, el nivel de concentración que uno obtiene al tener a un minino cerca ayuda muchísimo con la tarea de escribir. Aseguraba que los gatos transmiten una serenidad y un estado mental que funcionan muy bien para el acto de la escritura.

¿Qué otros escritores conocéis que escriban a ritmo endiablado? ¿Consideráis que la calidad de sus obras sufre por ello? Esperamos vuestras respuestas en los comentarios.

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Vuelve el universo de Sandman, vuelve la historia de Morfeo

AutorGabriella Campbell el 16 de julio de 2013 en Noticias

Sandman: Overture

Ya es oficial. Hace unos días Shelly Bond, editora ejecutiva de Vertigo, el famoso sello de DC, anunciaba que para octubre aparecería The Sandman: Overture, una nueva historia del universo creado por Neil Gaiman con el rey del sueño, Morfeo, como protagonista. El artista encargado de darle vida a esta nueva historia será J. H. Williams III, conocido por su trabajo en Batwoman y Promethea.

En palabras del propio Gaiman al New York Times:

Esta es una historia que nunca conseguimos contar. En el número uno de Sandman, capturan de algún modo a Morfeo. Más tarde en la serie, ves que regresaba de algún lugar muy lejano, pero no llegamos a contar la historia de qué estaba haciendo y qué había ocurrido. Esta es nuestra oportunidad de contar esa historia, y J. H. Williams III lo está dibujando. Es la cosa más hermosa del mundo.

La historia se publicará de manera bimensual (comenzando el 30 de octubre) y no dudamos de que pronto comenzará a aparecer también en los estantes de nuestras librerías favoritas en nuestro propio idioma. Cada entrega (seis en total) tendrá portadas donde participará no solo Williams sino también Dave McKean, responsable de tantas ilustraciones y composiciones maravillosas en el universo Sandman. Vertigo también ofrecerá (por lo menos en inglés, no sabemos si llegará hasta aquí en este formato), una versión alternativa de lujo con guiones originales de Gaiman y bocetos de Williams, además de entrevistas con el equipo creativo y otros extras, a partir de noviembre. Las entregas normales también se ofrecerán en formato digital.

Una vez más, Gaiman se adentra en el complejo mundo que se inició allá por el 88, cuando creó el personaje (basado, a su vez, en un personaje muy anterior de la empresa) para DC. Su seguimiento se hizo poco a poco masivo, y su popularidad no ha decaído, como demuestra el protagonismo que tendrá esta nueva historia en la Comic Con de San Diego de este año, probablemente la convención de cómic más importante del mundo. Esta mostrará imágenes de Sandman en sus elementos promocionales.

Es inevitable que a los que hemos seguido la serie original con voracidad esto nos produzca cierto resquemor. ¿Puede Gaiman mantener el alto nivel de calidad que obtuvo con el cómic original? ¿Seguirán teniendo para nosotros el mismo atractivo aquellos personajes que nos cautivaron hace años, aquellos Eternos que representaban los aspectos más interesantes de la esencia humana? Sandman marcó una época, no solo por su carácter de cómic para intelectuales (como lo definió Norman Mailer), sino por todos los premios que obtuvo, su éxito comercial (es uno de los muy pocos cómics que han entrado en la lista de superventas del New York Times, junto a obras como Watchmen y Batman: El regreso del caballero oscuro) y su calidad de obra de autor (Gaiman exigió desde el principio que la obra le perteneciera de forma exclusiva, de manera que si dejaba de producirla esta acabaría, en vez de terminar en manos de decenas de otros escritores como ha ocurrido con tantas otras franquicias). Solo nos quedará esperar y comprobarlo por nosotros mismos.

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Los escritores más prolíficos (I)

AutorGabriella Campbell el 15 de julio de 2013 en Divulgación

Corín Tellado

Aunque Stephen King asegura que escribe unas dos mil palabras diarias cuando está trabajando en un libro (una cantidad admirable), esta no es la norma, ni mucho menos. Hay escritores que se encierran en una habitación vacía, sin interrupciones ni relojes, y escriben cinco mil palabras en una sola sentada. Los hay que dedican horas a una sola página; Joyce consideraba que un día era bueno si había conseguido escribir una sola frase. Pero a nivel comercial es evidente que una producción amplia es más rentable que una que es escasa: cuantos más libros, más regalías y más posibilidades de dar con un superventas que te pague la jubilación y la universidad de tus hijos.

En este sentido, el mundo literario está lleno de autores que no solo se dedican exclusivamente a la palabra escrita, sino que además dedican horas y horas a la creación de texto tras texto, sin descanso. Una de las más reconocidas por su habilidad para producir obra tras obra fue María del Socorro Tellado López, aunque seguramente os sonará más su sobrenombre artístico: Corín Tellado. Tellado incluso está en el libro Guinness de 1994, para entonces era la escritora que más obras había vendido en español (más de 400 millones en total). Entre novelas y fotonovelas, esta prolífica asturiana produjo más de 4000 obras antes de fallecer en 2009. Su estilo personal, que debía mucho a la censura franquista (lo que la obligaba a sugerir más que mostrar, y a evitar el erotismo más patente de sus competidores extranjeros), poco descriptivo y ambientado en el presente, le otorgó un fabuloso éxito tanto en nuestro país como en todas las demás regiones hispanohablantes.

Un caso muy diferente es el de Philip M. Parker, posiblemente el escritor más prolífico de la historia. Parker vende sus obras autoeditadas a través de Amazon, el 95% de sus ventas son digitales, el resto son libros físicos producidos a demanda. Parker no es novelista, y desde luego no es un autor al uso: ha patentado un método para producir libros similares entre sí de forma automática, utilizando una plantilla que llena de información recogida de internet y de bases de datos. Según él, su programa ha escrito ya más de 200.000 libros, una cantidad realmente sorprendente. Sus obras tratan todo tipo de temas: produce desde libros de consulta médica hasta libros de citas o de economía. Asegura que está trabajando en la posibilidad de crear novelas románticas (sería curioso si el Sr. Parker llegara a ofrecer más obras que la propia Tellado). No contento con esto, ha hecho sus pinillos en el mundo de la poesía; gracias a una serie de programas llamados Eve, ha aplicado sus técnicas de escritura artificial a la producción en verso, y ha publicado más de un millón de poemas (su meta es llegar a crear un poema para cada palabra del idioma inglés). Crea sus textos poéticos siguiendo la teoría de grafos, utilizando valores matemáticos que relacionan a las palabras entre sí en una red semántica. Su poesía es didáctica y suele centrarse en explicar el significado de la palabra que da título al poema.

En la siguiente entrega de este artículo hablaremos de más escritores que han destacado por su fastuosa velocidad de producción y publicación. Mientras tanto, os preguntamos, ¿creéis que es posible que un escritor ofrezca tantísimas obras y que estas mantengan cierta calidad? ¿Creéis que la velocidad afecta al resultado de una obra? Esperamos vuestras respuestas en los comentarios.

¿Te ha gustado? No te pierdas la segunda parte del artículo: Los escritores más prolíficos II

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Los spin-off que nos gustaría leer

AutorGabriella Campbell el 10 de julio de 2013 en Divulgación

Ancho mar de los sargazos

Aunque lo asociamos por lo general con el mundo del cine y de la televisión, el fenómeno del spin-off también ocurre en la literatura. Y qué es un spin-off, os preguntaréis (muy pocos, claro). Según Wikipedia, es un derivado, un término anglosajón que se refiere a un proyecto nacido como extensión de otro anterior. En televisión hay bastantes que os resultarán de lo más familiares: la serie Cosas de casa, que provenía de Primos lejanos; Joey, que no disfrutó del éxito de Friends, o Torchwood, una versión bastante más “para adultos” que Dr. Who.

Entre los libros también descubrimos algunos derivados, que muchas veces se dedican a mostrarnos los mismos hechos que su obra madre, pero desde enfoques muy distintos. Así, El último anillo de Kiril Yeskov es una versión muy diferente de El señor de los anillos, donde los protagonistas son los orcos y se ofrece una perspectiva muy distinta de la Tierra Media y sus habitantes; El ancho mar de los Sargazos, de Jean Rhys, nos cuenta la historia de la esposa loca de Rochester de Jane Eyre (Charlotte Brontë), desde un punto de vista feminista; o March, de Geraldine Brooks, que se llevó un Pulitzer por su obra protagonizada por el Sr. March, el padre ausente de Mujercitas. Otro buen ejemplo de spin-off tras spin-off son los libros de Gregory Maguire, que se dedican a desentrañar una realidad bien diferente a la de los personajes principales del Oz creado por L. Frank Baum.

Y si queremos ir más allá, siempre nos quedará el fan fiction, donde las cosas más absurdas y las mezclas y perspectivas más extrañas pueden suceder (pongo, como ejemplo extremo y bizarro, una narración erótica que nos presenta un coito entre Hogwarts (sí, el edificio donde estudiaban Harry Potter y compañía) y un pulpo gigante. Por vuestra propia salud mental no ofreceré ningún enlace, pero os puedo asegurar que existe.

¿Pero qué spin-offs estáis deseando encontrar? ¿De qué secundarios os gustaría saber más? ¿Acaso no sería divertido un Las locas aventuras de Tyrion en Poniente, con narraciones exclusivas sobre las conquistas amatorias, heroicas y gastronómicas de uno de los favoritos de Canción de hielo y fuego? ¿Y qué hay de ofrecerle una oportunidad a personajes de cuyo proceso mental sabemos poco o nada, como ocurre con la pobre ballena blanca en la novela Moby Dick? ¿Querríais saber qué se le pasaba por la cabeza (de forma figurada y antropomorfizada, claro) durante todo ese juego de gato y ratón ideado por Melville? Estoy segura de que una obra que se centrase en la vida de Dumbledore, por ejemplo, tendría una aceptación mucho mayor (y menos horrorizada) por parte de los fans que aquel fan fiction donde la palabra ventana adquiere connotaciones que nunca quisimos conocer.

Personalmente apostaría por una obra que nos contase algo más acerca de algunos secundarios de lujo, de aquellos personajes que el autor nos dejó con ganas de conocer más a fondo. ¿Cuáles os gustaría leer a vosotros? Esperamos vuestras respuestas, como siempre, en los comentarios.

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Los fans entrevistan a Stephen King

AutorGabriella Campbell el 26 de junio de 2013 en Noticias

Stephen King

Aprovechando que se estrena la serie de televisión basada en La Cúpula (The Dome) aquí tienes todas las preguntas que querías hacerle a Stephen King, por fin a tu alcance.

De la misma forma que en Lecturalia os contamos cómo le fue a Chuck Palahniuk en la sesión AMA que tuvo en Reddit, hoy os traemos algunos datos interesantes que varios fans le han sacado al superventas del terror, Stephen King. Reddit es una especie de superforo que goza de gran popularidad en el mundo anglosajón, y las sesiones AMA (De IAmA, I am a, yo soy un/una) suelen tener muchísimas visitas, debido a que ofrecen la posibilidad de realizar preguntas a personas de lo más interesantes (con identidad online demostrada), ya sean actores, músicos, escritores, desarrolladores de software o creadores de dibujos animados.

Algunas de las preguntas más atractivas fueron las relacionadas con la vida y opiniones del propio King, pero también dio algunos datos curiosos acerca de su obra. A continuación reproducimos (traducidas del inglés) las preguntas y respuestas que hemos considerado más llamativas:

-¿Qué actor o actriz, en las películas que se han hecho basadas en tus obras, crees que se acerca más a tu propia visión del personaje?

Kathy Bates fue una gran Annie Wilkes (King añadió también después a los cuatro chicos que interpretaron a los chavales de Cuenta conmigo, y dijo que le había llamado la atención River Phoenix en particular).

-¿Cuál de tus novelas es tu favorita?

La historia de Lisey.

-¿Qué cosas te mantienen despierto por la noche?

No muchas, generalmente le paso mis miedos a mis lectores.

-¿Cuál es tu mayor temor?

La enfermedad de Alzheimer.

-¿Qué haces para luchar contra el bloqueo creativo?

Lo único que se puede hacer con el síndrome de la página en blanco es esperar. A veces algunas buenas historias simplemente mueren. No hay forma de explicarlo. Es propio de este trabajo.

-Vivo en Maine. ¿Podría decir cuál es la cosa más escalofriante del estado donde resido?

Lo más escalofriante de Maine son los bosques interminables. Sobre todo si te pierdes en ellos sin cobertura en el móvil. ARRGGHHH.

-Soy un gran admirador de tu trabajo, sobre todo de Apocalipsis. Mi pregunta es la siguiente: si pudieras “despublicar” alguno de tus libros y hacerle algún cambio antes de volver a publicarlo, ¿lo harías? ¿Por qué?

Si tuviera que “despublicar” una novela… hmmm. Hay algunas que probablemente reescribiría, pero… ¿”despublicar”? No creo que lo hiciera ni con El retrato de Rose Madder, que siempre me ha parecido poco afortunada.

-Recuerdo que dijiste hace un tiempo que te gustaría escribirle secuelas a todas tus novelas en algún momento. ¿Todavía piensas lo mismo? Me gustaría saber si Pennywise, o la criatura detrás de Pennywise, podría volver como antagonista principal en alguna historia futura.

No creo que pueda soportar tratar otra vez con Pennywise. Demasiado espeluznante, incluso para mí.

Para leer el resto de respuestas, no tenéis más que acudir a la conversación de Reddit y disfrutar (eso sí, en inglés), del resto de la entrevista de fans. Imprescindible para aficionados de este maestro del terror.

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Prohibido por Kickstarter

AutorGabriella Campbell el 25 de junio de 2013 en Noticias

Kickstarter

Empresas como Kickstarter comienzan a elegir qué proyectos son moralmente aceptables y cuáles no. ¿Censura o responsabilidad?

El crowdfunding, o financiación colectiva, es un fenómeno que toma cada vez más fuerza. ¿Quieres publicar un libro, producir un álbum, grabar un corto? No tienes más que crear un proyecto e invitar a amigos y extraños a que actúen de micro-mecenas, cada uno aportando una cantidad, a veces pequeña, a veces grande, para financiar entre todos el proyecto que te propongas. Esta es la función de páginas como Verkami, Indiegogo o Kickstarter. Posiblemente esta última sea la más popular de todas, a nivel de uso en su país de origen, Estados Unidos.

Kickstarter, como tantas otras, se había caracterizado por una aproximación democrática y capitalista: tú pagas y recibes un servicio, sea del tipo que sea. Hasta ahora, cuando ha surgido un proyecto que ha hecho que individuos y colectivos pongan el grito en el cielo: un libro sobre seducción que promovía, supuestamente, consejos sexistas que fomentaban el acoso al sexo femenino. En un artículo de su blog oficial titulado We Were Wrong (Nos hemos equivocado), los representantes de Kickstarter se han disculpado por incluir este proyecto en su catálogo, dando las razones de por qué no lo retiraron a tiempo y explicando que han procedido a retirar la página de este, a prohibir cualquier tipo de manual de seducción para futuros participantes y a donar 25000 dólares a una organización contra el acoso sexual. El proyecto en cuestión era para un libro que incluía extractos como el que ofrecemos a continuación:

Even when a girl rejects your advances, she KNOWS that you desire her. That’s hot. It arouses her physically and psychologically. (Incluso cuando una chica rechaza tus acercamientos, SABE que la deseas. Eso la pone caliente. La excita física y psicológicamente).

No cabe duda de que muchos de los extractos que se han utilizado por todo Internet para demonizar este proyecto están sacados de contexto y no hacen referencia a múltiples puntos donde el autor, Ken Hoinsky, insiste en la necesidad de respetar a la mujer y los límites que ella marque en el terreno de lo sexual (Hoinsky se defiende en su página web, aquí). Pero es difícil negar que hay párrafos en ese manual que son, cuanto menos, ambiguos (como el citado anteriormente), y que no dejan muy clara la diferencia entre maniobras de seducción y comportamientos de acoso y derribo. Esto no nace de la nada, como era de esperar, sino de una cultura, la estadounidense, donde cada vez cobran más popularidad este tipo de textos, procedentes sobre todo del mundo bloguero, donde los consejos y herramientas para seducir (dirigidos, casi siempre, de un hombre a otros hombres para explicarles cómo llevarse a mujeres al huerto) son cada vez más frecuentes, confundiendo con frecuencia un tema de autoestima (el superar la propia timidez para atreverse a hablar con el sexo opuesto, sobre todo en una cultura que basa sus relaciones sentimentales en el complejo entorno del dating o de las citas) con una burda manipulación psicológica que se acerca peligrosamente al acoso sexual, haciendo uso de la mentira y de recursos más propios de un matón de colegio que de un varón adulto.

¿Qué opináis vosotros al respecto? ¿Creéis que el crowdfunding debe ser completamente imparcial, y conceder libertad de expresión absoluta a los textos que quieran promoverse en su web? ¿Creéis que a Kickstarter le ha faltado información, y razones, para tirar este proyecto por la borda? ¿O creéis que hace bien en eliminar este tipo de “manuales” de su lista de literatura financiada de manera colectiva? Esperamos vuestros comentarios.

Feria del libro de Madrid 2013: conclusiones

AutorGabriella Campbell el 22 de junio de 2013 en Opinión

Feria del libro - cuentacuentos

Cuando la feria del libro de Madrid de este año apenas llevaba una semana en movimiento, comenzaron a aparecer titulares en todos los medios que celebraban una subida inesperada en ventas. No me queda claro si se referían a que las ventas habían sido buenas en general, o si simplemente no habían sido tan bajas como podríamos esperar debido a la crisis generalizada en todos los sectores.

Parece ser que este año la feria ha tenido un 9,3% de ventas más que el año pasado (que fue un año muy negativo, con un descenso del 19%, que se dice pronto). ¿A qué puede deberse este amago de recuperación? No al poder adquisitivo de sus visitantes, desde luego. Probablemente sea una conjunción de factores: firmas de escritores más populares, eventos mejor organizados, la presencia de más puestos donde sentarse a tomar una cerveza entre compra y compra, quién sabe. Tal vez ha sido la asistencia de miles de escritores que acudían prestos a firmar uno o mil libros, según su fama y prestigio, muchos más que en años anteriores, o un tiempo agradable, menos agobiante que la insufrible ola de calor del 2012, que incitó a muchos a quedarse en casa o, por lo menos, a no andar de puesto en puesto echando horas bajo un sol de justicia. También puede haber influido el hecho de que este año los escritores asistentes fueran realmente escritores, y se prefiriera invitar a autores superventas de novelas que a fenómenos mediáticos de un día (aunque haberlos los había, como era de esperar). Puede que haya influido la propia crisis, ya que muchos lectores han preferido limitar sus compras durante el año para acudir a la feria y beneficiarse del descuento del 10%. Así, es posible que lo que se haya ganado esta feria en ventas acumuladas lo hayan perdido las editoriales en ventas repartidas a lo largo de estos meses. Es difícil saberlo. No obstante, Winston Manrique Sabogal en El País apunta hacia la posibilidad de que estas mayores ventas hayan beneficiado sobre todo a las grandes editoriales, restando visibilidad a las casetas menos conocidas con sus larguísimas colas de firmas.

Desconozco si Manrique estará en lo cierto, pero es inevitable la sensación, algo cansada, de lo oscurecidos que quedan los pequeños autores de a pie frente a las colas y eventos multitudinarios relacionados con los superventas de siempre. Es cierto que algunos fenómenos son flor de un día, pero uno puede acabar bastante aburrido de la omnipresencia de escritores que repiten, año tras año. La demanda de sus lectores lo exige, por supuesto, pero una vez más cabe preguntarse si la fórmula clásica de feria en Madrid no estará ya un tanto agotada, y si no se agradecerían más actos de promoción e interacción relacionados con escritores menos conocidos, que vayan más allá de aburridas presentaciones, que en realidad no ofrecen información de interés para los lectores que desconozcan a las editoriales en cuestión. En este sentido cabe aprender de los verdaderos eventos estrella de la feria: los cuentacuentos y los actos dirigidos al público infantil, que disfrutan siempre de gran éxito. Tal vez hacen falta más lecturas, más espectáculo, más recitales, más música y, en definitiva, una actitud diferente para transformar el mundo literario en algo atractivo para el visitante medio, para que pueda conocer nuevas obras y nuevas formas de entender la feria.