Resumen y sinopsis de El umbral de la eternidad de Ken Follett
En el año 1961 Rebecca Hoffmann, profesora en Alemania del Este y nieta de Lady Maud, descubrirá que la policía secreta está vigilándola. Mientras, su hermano menor, Walli, sueña con huir a Occidente para convertirse en músico de rock.
Por otro lado, Georges Jakes, un joven abogado que trabaja con los hermanos Kennedy, es un activista del movimiento por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos que participará en las protestas de los estados del Sur y en la marcha sobre Washigton liderada por Martin Luther King.
En Rusia las inclinaciones políticas enfrentan a los hermanos Tania y Dimka Dvorkin. Este se convierte en una de las jóvenes promesas del Kremlin mientras su hermana entrará a formar parte de un grupo activista que promueve la insurrección.
A través de escenas impactantes y protagonistas fascinantes, Ken Follett nos presenta un mundo que pensábamos conocer pero que nunca más nos parecerá lo mismo.
«La trilogía "The Century" es la historia de mis abuelos y de los vuestros, de nuestros padres y de nuestras propias vidas. De alguna forma es la historia de todos nosotros.»Ken Follet
Tercera parte de la trilogía. Sigue con la continuidad de sus personajes a lo largo de la historia del siglo XX, esos que en la primera parte eran críos y que ahora son los abuelos. Esta vez con el trasfondo de la Guerra Fría. Trilogía imprescindible.
Buen final de la trilogía. En la misma línea que los anteriores, con un lenguaje sencillo, una lectura fácil y una trama muy entretenida mezclando la vida de los personajes de ficción con hechos y personajes reales del siglo XX.
Seguimos con los personajes que iniciaron esta trilogía; claro que ha pasado el tiempo y ya no están todos ellos, pero sí algunos de ellos. La vida sigue entrelazando sus caminos como una tela de araña, la historia mundial sigue su curso. Excelente paseo por la historia del siglo XX en esta trilogía que volveré a leer, sin duda. Como siempre, este autor no defrauda.
Magnifico cierre de la espectacular triología del siglo XX, este libro lo tiene todo, te engancha desde el comienzo y no puedes dejar de leer. El talento de Follet es indiscutible. Altamente recomendable.
Final de una trilogía brillante. Aunque este último libro es el más pesado de todos ya que se basa casi todo el tiempo sobre política no deja de ser especial.
Un buen resumen del siglo XX, muy bien documentado y afinado por la pluma de Follet.
Genial.
Algo más aburrido que los dos anteriores de la trilogía pero que completa perfectamente la historia del siglo pasado
Para ser el final de una trilogía llena de intriga, pasión, guerra y amor, deja mucho que desear; ahora se enfoca más en temas políticos y deja de lado la esencia de la guerra en la que profundizaron los dos primeros tomos.
Termina Ken Follet su trilogía, si bien es el mas flojo de los tres, tal vez por la época que es mas actual, no pierde el interés y la forma de llevarte por la historia y traerte hasta los días mas actuales.
Sin duda de lo mejor en la Novela Histórica esta trilogía.
En la línea de los dos primeros de la trilogía, aunque veo que trata de abarcar muchos años y de vez en cuando da unos saltos increíbles, y despacha años enteros muy interesantes desde el punto de vista histórico con cuatro líneas. El autor es un experto en tenerte en vilo y lo demuestra con la familia alemana, que no sabes si podrá reunirse al completo hasta la última página. Quedan temas pendientes las aspiraciones de la familia rusa.
De momento lo que he leído está bastante bien escrito, para lo que es habitual en la literatura moderna. Los personajes, aunque escasamente descritos, son fácilmente imaginables, y para el que haya leído otras obras, es curioso ver personajes de entregas anteriores.
También he encontrado fascinante la descripción de las sociedades de la época, tanto la soviética/alemana oriental como la británica y americana. Aunque resulta un poco increíble que cinco familias consigan estar en todos los acontecimientos históricos (Vale... pase lo del germano-oriental que toca la guitarra en Berlín Occidental, pero ¿en serio? ¿Los primos Peshkov, uno trabajando para el KGB y otro para la CIA, y ninguno de ambos lados sospecha? Vale que se apellidan de forma diferente, pero en fin...)
Una cosa que abarca a toda la obra: Creo que no habría estado mal incluir una sexta familia, estos japoneses, para que la perspectiva cubra todo el mundo. Aparte de los escritores japoneses, nadie se ha preocupado de eso, por lo que habría sido un tema novedoso.
Sin embargo, opino que, al igual que en los otros libros de The Century, hay acontecimientos por los que pasa muy por encima y muy de puntillas.
Por poner los ejemplos mas destacados, no hay una sola mención a la Guerra de Afganistán, la de Vietnam apenas se toca (De hecho, a no ser por una o dos menciones sueltas sobre esta guerra, uno podría creer que en los 60 la principal preocupación de Estados Unidos era... ¡Cuba!), para ser Cuba la principal preocupación apenas se menciona Bahía de Cochinos, la creación de la Comunidad Europea no parece digna del interés del autor, y la brecha de los misiles y el asunto de los SS-20 apenas se tocan...
Es verdad que a cambio se nos ofrecen puntos de vista sobre otros acontecimientos menos notorios, como la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, o las bandas de rock de los 50 y 60, o la liberación femenina. Sin embargo, no creo que una cosa tenga que excluir a la otra. En la vida real, Vietnam coexistió con el rock y los derechos civiles con Cuba.
Aparte de todos estos errores históricos, también he encontrado excesivamente farragosos los capítulos -demasiados, y excesivamente largos- dedicados a la parte de los conciertos de rock y el interior del mundo de la música.
Si lo que pretendía era desmentir los tópicos sobre los músicos que se ponen ciegos a droga y alcohol, y componen estando colocados, lamento decir que ha fracasado miserablemente en este aspecto. Aparte de su insistencia en hablar exclusivamente de grupos musicales que, salvo excepciones, fuera de Estados Unidos son desconocidos.
El tema de los "derechos civiles" de los afroamericanos está muy enfatizado, mucho mas que en cualquier otra historia del periodo, pero me ha planteado una interesante cuestión: ¿Por qué, en cualquier otro país, que un colectivo minoritario luche contra la discriminación racial ejercida descaradamente por las autoridades de su país se considera "lucha por los derechos HUMANOS", y en cambio en Estados Unidos lo llaman, de forma mucho mas descafeinada, "lucha por los derechos CIVILES"? Puede parecer una pregunta ociosa, pero no lo es: este matiz mas bien parece dar a entender que, bueno, el racismo en Estados Unidos tampoco es algo tan grave.
Continuando con la comparativa social, el autor parece firmemente convencido de que la sociedad estadounidense es perfecta en todos los sentidos, y omite cuidadosamente toda crítica hacia el rabioso darwinismo social existente y al hecho de que en la práctica sea imposible alcanzar un cargo de importancia (sea en el sector público o en el privado) si no eres derechista.
Lo mas parecido a una crítica que hace a la sociedad estadounidense, obviando todos los capítulos dedicados a los derechos civiles, es la insistente persecución a los homosexuales que aparece a lo largo del libro. (De acuerdo con Follet, aparentemente las Policías británica y estadounidense no tienen nada mejor que hacer que perseguir y apalear a los gais y a los activistas por los derechos de los afroamericanos).
En contraste, en cambio la sociedad alemana oriental y/o soviética es presentada como un infierno en la Tierra, donde la Stasi está constantemente arrestando a la gente sin el menor motivo y la población lo único que desea es morirse o emigrar a Estados Unidos.
De la sociedad británica, lo único que se nos ofrece es una panorámica de la sangrienta represión ejercida contra los homosexuales (con métodos mas propios de la Gestapo) y un capítulo dedicado a la aprobación de la ley que despenaliza las relaciones homosexuales (con intervenciones parlamentarias que estoy seguro de que se ha inventado). Cualquier otro conflicto social británico (como las huelgas contra las políticas de ajuste de Thatcher, etcétera) es absolutamente ignorado.
En serio, ¿un autor que se dice británico reduce la sociedad británica a eso? Puedo entender que quisiera hablar de ese tema, pero vaya imagen está dando de su propio país...
Aparte de eso, en este caso los personajes son mucho mas planos que sus predecesores.
Mientras que los abuelos y los padres de los protagonistas de este libro tenían motivaciones mas claras y variables, en este caso parecen clichés andantes mas que personajes. La mayoría de ellos son poco mas que un nombre, un par de ideas básicas y una descripción muy sui generis.
Sin embargo, la principal crítica sobre la línea argumental del libro que tengo es el sesgo rabiosa y ridículamente anticomunista que muestra la práctica totalidad de los personajes.
Si, es cierto que tratándose de un libro sobre la Guerra Fría, ese tema iba a salir si o si. También es verdad que los personajes de Estados Unidos no iban a hablar precisamente bien de la Unión Soviética (esperar lo contrario sería de ilusos).
Lo que ya me parece claramente increíble es que la práctica totalidad de los personajes, incluidos los rusos y los alemanes orientales, sean todos rabiosamente anticomunistas.
No se libra ninguno, y los pocos que son partidarios del comunismo, lo son básicamente porque son los villanos (en una historia de moral gris-gris, mira que eso es complicado) o directamente son idiotas. O quizá simplemente me cuesta creerme que un agente del KGB sea anticomunista, no se.
Uno de los aspectos mas grotescos de esta situación es cuando fallece el patriarca de la familia Peshkov, el único de toda la familia que cree sinceramente en el comunismo. Pues ahí tienes a toda su familia tratando de fingir por darle el gusto, pero nadie tiene el valor de desengañarle. Claro que, bien visto, es una bonita forma de demostrar que la familia debe importar mas que la política.
No puedo evitar preguntarme por qué razón el comunismo aguantó tantísimo tiempo, si es verdad que la oposición estaba tan extendida y era tan radical.
Otra cosa: a pesar de presentarse como "Historia del Siglo", ¡la historia acaba en 1989!
Para Follett, la Guerra del Golfo, las guerras yugoslavas, las guerritas entre países soviéticos, y demás acontecimientos del periodo 1990-1999 no forman parte del siglo XX. Ah, pero eso si, se nos obsequia con un flashforward al año 2004, para que nos congratulemos de lo maravilloso que es que Obama sea elegido Presidente.
Opinión: Debo decir que esperaba una conclusión mejor para esta trilogía, y que ya solo ver que desde el inicio se saltaba veinte años como si tal cosa debería haberme echado para atrás. Efectivamente mis esperanzas se vieron defraudadas.
A los lectores que hayan leído La Caída de los Gigantes y El Invierno del Mundo: Léanla solo para ver en que acaba la cosa, o si les interesa la sociedad estadounidense de la guerra fría, porque no considero que valga para mucho más.
A los que no hayan leído ninguno de estos libros: No se la lean, tampoco se van a perder gran cosa.