Resumen y sinopsis de Territorio comanche de Arturo Pérez-Reverte
"Para un reportero en una guerra, territorio comanche es el lugar donde el instinto dice que pares el coche y des media vuelta& donde siempre parece a punto de anochecer y caminas pegado a las paredes, hacia los tiros que suenan a lo lejos, mientras escuchas el ruido de tus pasos sobre los cristales rotos.
El suelo de las guerras está siempre descubierto de cristales rotos. Territorio comanche es allí donde los oyes crujir bajo tus botas, y aunque no ves a nadie sabes que te están mirando."
Territorio comanche es uno de los grandes bestsellers de Arturo Pérez Reverte, siendo adaptado al cine con gran éxito.
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No es de lo mejor de Reverte. Pero lo peor de Reverte es mejor que casi todos.
Hacía 20 años que lo había leído y no me transmitió mucho. Ahora, con la madurez, lo he vuelto a leer y me ha parecido una lectura apasionante. Una novela que te muestra la dureza de la guerra de los Balcanes vista desde los ojos de un reportero de guerra, de Pérez-Reverte.
Realmente creo que no he entendido el libro, no va más allá de contar anécdotas de periodistas en diferentes conflictos bélicos. Sí, conoces los entresijos de un conflicto visto desde la trinchera y por periodistas pero no es lo que me esperaba.
Está curioso. Compilación de artículos y experiencias de Reverte durante su etapa como corresponsal de guerra.
Leí este libro hace 20 años y recuerdo que me gustó mucho. Intentaba encontrar respuestas o explicación a la guerra en la que está ambientada. Releyendo la novela a día de hoy he disfrutado mucho, de una manera distinta, centrándome más en las anécdotas periodísticas y en lo duro y difícil que tiene que ser vivir una guerra.... cualquier guerra...para los profesionales que la cubren pero sobre todo y más para todas las personas que la sufren en sus carnes.
Aunque en apariencia hostil y desagradable, Territorio comanche, es un gran libro que devoras por completo, pese al tema tan poco afortunado del mismo. Su corta duración y su trama tan impactante, llena de momentos divertidos y emocionantes, hacen que su lectura sea realmente agradable.
¿Qué puedo decir de Arturo Pérez Reverte que no se ha dicho ya? Pues muy poco la verdad. Siempre me ha parecido un escritor fabuloso, y en esta pequeña novela, lo vuelve a demostrar con creces. Su estilo de escritura me parece fluido y muy dinámico, gracias a un lenguaje sencillo, aunque con sus arranques líricos, unas descripciones funcionales y concisas, pero también muy visuales, y unos personajes muy bien construidos.
El único punto que veo negativo, en cuanto al cómo está hecho este libro, lo tenemos en la estructura. Y es que, a través de una pequeña historia ubicada en el presente de la obra, Reverte va dando saltos en el tiempo, nombrando en el camino cientos de personajes diferentes, algo que te confunde y te aturulla hasta tal punto, que, salvo los dos protagonistas, Barlés y Márquez, no eres capaz de situar de forma exacta cada nombre en el tiempo y contexto correcto.
Territorio comanche narra un lado de la historia desconocido durante largo tiempo: la vida del reportero de guerra. Pero no lo hace en plan divulgativo, algo que podría resultar aburrido a los lectores, si no a través de los recuerdos de dos personajes que, inmersos en la guerra de los Balcanes, se conforman con seguir vivos y poder transmitir la información. Así, nuestros protagonistas están a la espera de filmar un acontecimiento único y, mientras, acaban recordando lo que supone vivir en una guerra constante para informar a un occidente tranquilo y calmado que solo puede horrorizarse de lo que ve, pero que no mueve un dedo para acabar con la barbarie. Pero en esta novela hay mucho más que una crítica a la pasividad social frente a la guerra. Gracias a la mirada cínica de Barlés, vamos descubriendo los trucos propios de la profesión, tales como aprender a sobrevivir, distinguir los diferentes tipos de armamento, como obtener las mejores imágenes, interactuar con los compañeros, etc. Y lo hacemos con grandes dosis de humor negro y un punto humano y desgarrador que toda novela de guerra tiene, aunque Reverte nunca llega a caer en el sensacionalismo puro.
Definitivamente territorio comanche es una de esas novelas que, pese no pretenderlo, toca el corazón y, nos demuestra que podemos mantener nuestra humanidad incluso en los peores momentos, al tiempo que critica la indiferencia humana ante el sufrimiento de miles de personas. Y es que, parafraseando a Barlés, pensamos que vale con que nos narren como es el horror para comprenderlo. Pero, para poder hacerlo de verdad, hay que vivirlo. Y con este libro nos acercamos, aunque sea levemente, al absoluto horror de la guerra.
Es un collage sobre el backstage de los corresponsales de guerra, tomando como hilo conductor un episodio de la ofensiva serbia sobre posiciones croatas en la guerra de los Balcanes. Desordenado en su relato, utiliza tanto un lenguaje crudísimo e impiadoso como un humor negro y cínico que a mí me pareció muy logrado. No me gustó tanto cuando hablaba de colegas relatando anécdotas menores; parecía como que necesitaba probarle al lector que él había estado allí, que por eso los conocía, que era uno de ellos. Con pasajes estremecedores y otros sin relevancia, es una buena lectura, dramática y aleccionadora. Párrafo aparte para Márquez, personaje real que me resultó notable, aunque casi no habla.
Las experiencias de Reverte como corresponsal de guerra plasmadas en una novela. La historia se reduce a los recuerdos de dos periodistas que esperan impacientes que un puente sea volado por los militares. Ambientado en la guerra de los Balcanes, Reverte utiliza la excusa argumental para narrar numerosas anécdotas vividas durante su época como corresponsal de guerra.
Las vivencias de Reverte como corresponsal de guerra.
El Pérez-Reverte periodista es mucho más directo y claro que el novelista, que suele hacerle, casi siempre, alguna trampa al lector. Buen libro.