Resumen y sinópsis de El cuento de la criada de Margaret Atwood
En El cuento de la criada, Margaret Atwood, autora canadiense galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2008, el Booker Prize y otros importantes premios literarios, imagina una dictadura habitada por mujeres estériles. Este hecho, unido a la persistencia de las clases sociales y a la primacía del varón, da lugar a la consideración de la mujer en función de su posibilidad reproductora y, en concreto de mantener el predominio de la clase alta que gobierna la sociedad. El cuento de la criada fue llevada al cine con gran éxito y es, con toda seguridad, una de sus novelas más conocidas.
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Narrativa excelente, la historia te atrapa desde un inicio. No hay momentos cumbre en la historia, así que si esperas algo que te haga sentir emociones diferentes o momentos sorpresivos puede que no sea el libro para ti.
Es una lectura que se mantiene en un mismo ritmo, pero aún así es muy interesante como la autora te describe un mundo donde las mujeres son tratadas como personas inferiores y sin tantos derechos. Creo que es una novela que te hace pensar y valorar a las mujeres a lo largo de la historia han luchado por poco a poco darnos nuestro lugar y tener más participación y derechos. Muy recomendado.
Aburrido y, para mí, un sinsentido. Supongo que lo leí con pocas ganas.
Como todas las distopías, un reflejo inquietante de nuestro propio mundo. Parece que algo así solamente puede ocurrir en sociedades que consideramos “atrasadas”, o que nos resultan ajenas, pero el actual ascenso de gobiernos populistas y de extrema derecha bien puede darle, en buena medida, un carácter profético a esta novela escrita en los ochenta (tan sólo unos años después del estallido de la revolución iraní, por ejemplo). Al margen de las tropelías cometidas con las mujeres, el estado de Gilead puede recordar al fascismo por su carácter autoritario, por su rígida jerarquización social, sustentada en ideas esencialistas. Y sobre todo, surge como producto del miedo y de la crisis (algo tienen que ver el fundamentalismo islámico y la baja natalidad). La autora denuncia unos principios religiosos mal entendidos y que sirven como excusa de unos pocos para ejercer el poder sobre el resto. Critica también una cierta mística de lo femenino, que sacraliza lo reproductivo y enfrenta a las mujeres en función de su rol. En cuanto a la protagonista, no es una heroína ni una mártir, es como cualquiera y te puedes identificar fácilmente. Su voz interior capta con gran autenticidad, con un matiz poético, el horripilante mundo que la rodea, desde su perspectiva imprecisa, anónima y limitada, viajando constantemente del pasado al presente, en un intento por comprender. Entre momentos surreales y crueles, los personajes esquivan el tópico y terminan siendo limitados (la heroica Moira) y muy humanos (los supuestos villanos de la función).El final nos deja con una duda, mientras que el epílogo intenta aclarar lo que falta, con bastante mala leche hacia cierta visión en exceso cómoda y distante que podemos tener de la historia, ya con la distancia del tiempo transcurrido.
Empecé a leerlo con muchas dudas de si me gustaría y acabé enganchada.
También me vi la serie a la par que leía y pienso que me ayudó bastante a comprender la trama. Creo que la serie y el libro se complementan, es más Margaret Artwood supervisa el desarrollo de la serie y ayuda a crear más contenido.
Se trata de la situación de una mujer que representa a todas las criadas en una sociedad en la que la mujer es considerada un objeto que como tal se cataloga, se califica, se usa, y se coloca donde se cree oportuno. El final es abierto y eso es lo que me cabrea, el no saber que pasa al final, el tener que imaginármelo yo, aunque no tanto el no saber sino el echar de menos seguir leyendo.
Es todo tan diferente a nuestra sociedad, me recuerda a Afganistán o a las mujeres del Daesh pero con la diferencia de que el libro se desarrolla en medio de América del Norte. Es todo tan cruel, tan violento que nos parece muy lejano aunque a la vez muy actual. las mujeres seguimos siendo violadas, maltratadas, humilladas, usadas, etc.
Es un libro que toda mujer debe leer y que recomiendo a todo hombre.
Llegué a la novela porque en un artículo periodístico de Argentina hace unas semanas, cuando estaba en debate en el Congreso Nacional Argentino la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, mujeres manifestantes a favor de la sanción de la ley se vistieron como las criadas de esta novela -vestido rojo y velo blanco-.
Esperaba más, la novela hace reflexionar sobre el fanatismo religioso, sobre el poder tiránico y sobre la injerencia del poder sobre los cuerpos de las mujeres, pero no se destaca y se torna un relato lento y aburrido.
Es un buen libro y construir este mundo tiene mucho mérito, pero el final es un poco decepcionante; como algo inconcluso o precipitado.
La descripción del entorno emocional, social y moral en el que se desarrolla la novela me gustó mucho. Sin embargo, no encontré mayores pretensiones en la trama y eso, en mi opinión, le resta valor a un libro que potencialmente podría ser excelente.
Libro sobrevalorado donde los haya, El cuento de la criada viene precedido por su fama. Y resulta una lectura curiosa, que tiene alguna parte interesante, pero no alcanza, ni de lejos, la magnitud de 1984, aunque las editoriales se empeñen en compararlos e, incluso, tengan la osadía de llamarle "volumen gemelo".
Es el primer libro con el que me acerco a su autora, Margaret Atwood. Escritora excepcional, Atwood, tiene una prosa refinada y bonita, llena de descripciones muy visuales, diálogos portentosos y eslóganes brillantes. La manera de introducir los recuerdos es maravillosa y le proporciona naturalidad al relato. Pero, la estructura típica de diario, no me gusta. Ni tampoco la distancia narrativa que se establece entre Defred, la protagonista, y el lector. Ese abismo entre ambos impide que se desarrolle la empatía y resta verosimilitud a toda la trama.
El cuento de la criada narra la historia de Defred, mujer de treinta y tantos que, después de haber vivido en libertad, se encuentra inmersa en el represivo ambiente de la República de Gilead, sociedad que basa sus reglas y vestimentas en el puritanismo más férreo del siglo XVII. Así, Defred es una criada, es decir, una mujer cuyo único fin es la reproducción forzosa.
Con una dictadura teocrática de fondo, Defred nos cuenta su día a día, así como su pasado, anhelos y esperanzas de sobrevivir a las duras condiciones de una sociedad corrupta y machista. Y resulta un relato duro y brutal, que la autora endulza con algunas reflexiones femeninas, divagaciones sobre la religión y la contemplación de la vida. En mi opinión, estas cosas no son lo suficientemente "dulces" como para que el libro te enganche. Así que la primera mitad resulta un tortura. Y, cuando las cosas empiezan a ponerse interesantes, la autora finaliza rápidamente.
El desenlace es tan horrible como el resto de la historia. Resulta previsible y, lo que más duele, es totalmente abierto a la interpretación del lector. Es decir, depende de cada uno darle un final.
Resumiendo, El cuento de la criada podría haber sido una distopía interesante si se hubiera centrado más en la jerarquía y costumbres sociales que en el retrato de su protagonista, vulgar y aburrida. No obstante, como tiene partes que son muy esclarecedoras para entender las dinámicas sociales actuales, la recomiendo, aunque con ciertas reservas.
No hay duda de que es un buen libro y que merece los elogios que recibe. Construir una distopía así y generar la reflexión que consigue no es nada fácil. Sin embargo, soy incapaz de valorarlo más positivamente por la angustia y el malestar que me generaba leerlo. Es de una dureza extrema, aunque soy consciente de que conseguir este ambiente también es un mérito de la autora. Suerte que he conseguido llegar al final y ahora lo valoro, pero por ejemplo ya me parece demasiado ver también la serie.
Buena novela no es de extrañar que hayan hecho serie ya que mientras la lees vas visualizando y sintiendo el horror en el que se ha convertido la sociedad, de a donde pueden llevar las religiones y las dictaduras sean del color que sean. Muy recomendable.
Escuchaba a mucha gente hablar sobre este libro, pero nunca he sido una lectora que se deja llevar por las modas. Aun así, me intrigó saber que no se trataba de literatura juvenil del s. XXI, sino de un clásico y le di una oportunidad.
Me ha gustado realmente, a pesar de que esta escrita de una forma poco corriente, a modo de diario.
Conecté mucho con la protagonista y sus vivencias. En ocasiones tuve miedo de que la historia pudiese convertirse en una predicción. Pues ¿no es cierto que algunos hechos ya podrían estar ocurriendo?
Defren dice en un momento que el contexto lo es todo y aquí falta un poco de contexto. De todas maneras es una obra muy interesante.
Ahora que comienzo a ver la primera temporada de la serie que emite la cadena HBO, leo el libro homónimo "El cuento de la criada" escrito por Margaret Atwood en el año 1985. Con un lenguaje claro y hábiles imágenes muy pictóricas, la novelista idea magistralmente un futuro distópico que surge cuando, tras el asesinato del presidente de los EEUU y la mayoría del Congreso, el ejército declara el estado de emergencia y se implanta una dictadura fundamentalista basada en estrictos valores puritanos y tradicionales, donde la mujer pasa a un segundo plano, siendo -dado el problema de fertilidad que existe en la República de Gilead- únicamente un objeto, un cuerpo cuya vida no tiene valor para nadie. La autora aprovecha este texto para criticar el consumismo moderno, el culto al cuerpo y la tiranía de la imagen (en esa sociedad, los matrimonios concertados se justifican en la conveniencia de evitar la indignidad que suponían las citas con desconocidos y el que las mujeres que no encontraban un hombre fácilmente, se desesperaban y morían de hambre para adelgazar, se llenaban de silicona los pechos y se achicaban la nariz), la difícil conciliación familiar (en ese futuro, las madres, tras perder sus empleos y ver cómo sus dineros pasan a nombre de sus maridos, tienen pleno apoyo y estímulo para que puedan cumplir con su destino biológico en paz y protegidas), reflejando de manera excelente la angustia, el miedo y la sensación de opresión y dominación que experimenta la criada protagonista. Y, tras acabar con un final redondo (y, esperanzadamente, abierto) me sorprende encontrar unas notas históricas al final del libro que, en el Duodécimo Simposio de Estudios Gileadianos celebrado en 2191, tratan de desentrañar algunos problemas vinculados con el descubrimiento del manuscrito anterior. Y es que el libro se escribió en el año 1985, cuando era raro encontrar narraciones acerca de sociedades ficticias indeseables. Interesante y muy entretenido, de 8.
Una novela diferente, con mucha personalidad y muy bien escrita. Nos plantea una posibilidad que habría que tener en cuenta. Los extremismos políticos e ideales que cada vez más estamos viviendo pueden llevarnos al colapso, a la distopía que nos describe la autora. Mi valoración no es más alta porque no me ha gustado el final, aunque entiendo que es un final necesario ya que es una novela para reflexionar y mucho.
Nos ha gustado esta novela distópica; la descripción del día a día opromido de la protagonista y los saltos en la narración para explicarnos El Antes.
Se echa en falta un poco más de visión de conjunto sobre esa sociedad posapocalíptica.