Resumen y sinópsis de Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne
El profesor Lidenbrock, que une a su condición de verdadero sabio una terquedad sin límites, descifra un viejo pergamino devolviendo pacientemente su sentido a los incomprensibles signos que en él se contienen. ¡Extraordinarios peligros de la lectura! El descifrado de aquel texto arrastrará inevitablemente al propio Lidenbrok, a su joven sobrino Axel y al valeroso cazador Hans Bjelke hasta el mismísimo centro de la Tierra, poblado de animales antediluvianos, tempestades terribles y otros riesgos sin mayor importancia.
De Viaje al centro de la Tierra se han rodado numerosas adaptaciones tanto al cine como a la televisión, y ha sido homenajada en numerosas ocasiones por otros autores.
Ha participado en esta ficha: pomboelo87
Un gran libro de ciencia ficción, creo que también esperaba más de la obra, pero es un hecho que para la época en que fue escrito debió ser una maravilla.
Creo que me esperaba más. Llegué al final del libro y pensé "¿y esto ha sido todo?", me esperaba más aventuras y algo más de acción. No cumplió mis expectativas.
Clásico de los que merecen su reconocimiento.
Lectura elemental.
Narrada con una prosa sencilla pero elegante, la obra alterna la pura aventura con detalladas explicaciones científicas, aderezados con un sano sentido del humor. Por contra, y a pesar de que la historia avanza siempre, en ocasiones se vuelve pesado que describa cada una de las situaciones, sean relevantes o no. Mención especial a la desbordante imaginación del autor que, allá por 1864, podía concebir una aventura semejante y apoyada en datos científicos.
Vamos a leer un bet-seller decimonónico. Intentando olvidarnos de las sucesivas adaptaciones al cine y TV, de lo conocido del autor y de su obra en lo universal y en la cultura occidental del entretenimiento de los últimos 200 años. No tengamos en cuenta tampoco los conocimientos científicos de la actualidad, ni las explicaciones de Verne al respecto, que supongo documentadas para su época pero que nos pueden parecer infantiles hoy en día. Leeremos esta novela de aventuras como si la leyéramos en el siglo XIX, cuando el entretenimiento y la abstracción solo podía darse a través de la lectura y el medio audiovisual no había hecho meya todavía en nuestra capacidad de imaginar.
Puede que los personajes nos parezcan ahora tópicos: el aventurero valiente, el escéptico y el guía fortachón, pero supongo que en el XIX serían novedosos.
Me gustaría poder decir que Verne fue uno de los autores de mi juventud, pero solo recuerdo haber leído entonces "20.000 leguas de viaje submarino". Yo era más de Jack London, Salgari, Conrad. Pero al igual que a estos no he dejado nunca de leer desde entonces, leeré también ahora a Julio Verne. La verdad es que si de vez en cuando se quiere consumir literatura sencilla y sin pretensiones, mejor recurrir a estos autores que a los actuales "fabricantes de lectores", pues así va hoy en día la cultura, dorando la píldora al lector, que ya que cada vez hace menos esfuerzo por pensar, se le venden productos fáciles de digerir.
Un clásico del género pero que puede aburrir algo a cierto tipo de lectores algomás contemporáneos como yo.
Otra inconmensurable novela de aventuras en la que vuelve a destacar la inmensa imaginación del autor.
Está, sin duda, entre mis favoritas.
Los datos geográficos, geológicos y científicos que aporta, son tremendamente interesantes e instructivos.
La definiría sólo con una gran palabra: Magistral.
Exploración por dentro de un volcán que se deja leer con interés. Aunque ofrece alguna que otra sorpresa, acabas el libro con la sensación de que te has perdido algo, pues la obra tiene gran fama. Es como ver una película que ofrecen los sábados por el mediodía: aventuras sin más.
Libro de fantasía, algo alejado del estándar de Julio Verne. Logra su objetivo de entretener aunque no es la mejor obra de su autor.
Divertido y entretenido, sin embargo no pasa de eso.
Un viaje alucinante con sorpresas de magnitud geológica, botánica y zoológica que mezclan licencia creativa y certeza científica. Donde Julio Verne hace posible "surfear" en ríos de lava sobre madera fosilizada, o como es costumbre en sus obras, anticiparse al futuro, en este caso poniendo fecha al colapso de una energía fósil "...Así se formaron esas inmensas capas de carbón que un consumo excesivo agotará, sin embargo, en menos de tres siglos, si los pueblos industriales no moderan su ansia de despilfarro."
(...)
En algunos pasajes del libro parece que estuviera esbozando la práctica del psicoanálisis freudiano con un atrevido viaje al interior más desconocido que supone: enfrentar dudas y certezas primigenias, digerir la osadía de conquistar miedos ancestrales, aceptar el desmoronamiento de creencias otrora irrefutables, entender presencias y ausencias significativas... que obligarán al narrador a escuchar la naturaleza de su propio silencio, en soledad y en la más estricta oscuridad de la caverna, para proyectar sobre sí mismo los valores que le identifican y dan sentido a su vida en el exterior. Un viaje a priori no deseado, inútil e imposible, que se torna iniciático, necesario y sanador.
Uno de los primeros libros que leí y también uno de los más entretenidos. Son varias las veces que lo he vuelto a leer y siempre me hace pasar buenos ratos. Muy fácil de leer y entretenido.
Está entretenida para una tarde, pero necesitaba personajes mejor definidos y la trama era demasiado breve en unos momentos y demasiado larga en otros (teniendo en cuenta que es un libro muy corto).
No me ha terminado de conquistar.
Novela de aventuras muy entretenida y amena. Lectura para pasar un buen rato.
Hace tiempo que tenía pendiente leer un libro de Julio Verne y me decidí por éste, indudablemente uno de los más famosos y aclamados por el público, y llevado a la pantalla grande en más de una ocasión. Me alegro de mi elección ya que considero que su lectura es muy superior a cualquier versión cinematográfica. Es un libro de aventuras por excelencia, que atrapa de principio a fin. Está escrito en primera persona, bajo la mirada del sobrino del excéntrico científico protagonista de la historia, al que acompaña, no sin cierta reticencia, en su alocado viaje. Esta reticencia hace que cuestione permanentemente las conclusiones de su tío con un estilo mordaz que ameniza aún más la lectura. Adicionalmente, los acompaña en su empresa un guía islandés, personaje que inevitablemente generará simpatía en el lector por su incondicionalidad en la descabellada empresa.
En contra sólo menciono una agotadora descripción, en cada capítulo, de detalles geográficos, geológicos, mineralógicos, paleontológicos, botánicos, entre otros, que, para cualquiera que no sea un verdadero especialista en alguna de estas disciplinas científicas, se transforman en partes agobiantes, que se pasan lo más rápido posible.