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Tostón.
Pensaba que iba a estar relacionado con el mundo del derecho, craso error.
Resulta ser una historia amorosa del montón. Nada recomendable.
No me ha gustado nada. Los diálogos me han parecido pocos desarrollados, muy simples. Como el autor ejerció de juez, aprovecha para meter con calzador un montón de paja sobre derecho, cosa que para mí, sobra. El personaje de la mediadora es insufrible, para cuando cuenta las cosas... bufff, me ha desquiciado. El desenlace me ha parecido malísimo. No lo recomiendo.
Tras leer por primera vez a este autor, este libro me sugiere intentar quizás sus obras históricas. Por lo pronto esta novela me ha parecido de un tono ligero o simplista. Encontré muy poca autoestima en el personaje de Mavi, al autonombrarse ‘tonta’ y otras descripciones más de su carácter. Los hombres de la historia parecían no tener defectos y la vida real no es así, si es que quiso incursionar en el tema de una pareja rota.
Debo reconocer que me resistía a leer una novela de este tipo de la pluma de mi autor favorito de novela histórica. Me ha sorprendido. Es una historia tan humana, tan emotiva. Sánchez Adalid es un maestro, un escritor excepcional. No es una novela de abogados. Es una historia actual, con toques de humor y partes llenas de sensibilidad y emotividad. Los personajes son creíbles y todo se siente real. Ya si que no me cabe duda al respecto
Es una historia muy bien contada y con un fondo muy actual e interesante, de muy fácil lectura. Un tanto utópico...
se deja leer pero esperaba más de este tema. Sin pena ni gloria.
Leo "La mediadora", el Premio Abogados de Novela 2015 que este año ha recaído en el consagrado autor de novela histórica, Jesús Sánchez Adalid. Si bien la formación jurídica del escritor (tras licenciarse en Derecho, ejerció dos años como juez) justifica dos elementos que a mi juicio sobran, como son, la transcripción de la sentencia de divorcio y la definición literal de qué es la mediación según la Ley Valenciana, por la misma razón no entiendo lo mal que describe los trámites del recurso de la mediación ni la descripción tan grotesca que hace de la persona que va a ejercerla. Así el autor, en tercera persona, introduce la acción y con unos correctos saltos temporales y unas detalladas descripciones de los ambientes, de los sentimientos e incluso del aspecto físico de los protagonistas, elabora un ágil libro de lectura fácil, merced a la gran profusión de diálogos que emplea. Me hubiera gustado mucha más profundidad en esta obra de desenlace inverosímil que, no me ha dejado ningún mensaje ni me ha cambiado la mente (parafraseando la nota final del autor). Simple, de 3,7.