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Un libro muy especial con un escenario original.
Un cómico de segundo orden da un espectáculo en una pequeña ciudad cerca de Jerusalem. Y ha invitado a alguien que compartió, 43 años atrás con él una formación para adolescentes en un campo de adiestramiento militar. Era además "un amigo", con el cual compartían clases particulares de matemáticas...
Pero "el amigo" no será bueno con él, le dará la espalda.
Y 43 años después, el cómico que es en realidad un payaso triste, va a arreglar las cuentas contando su vida y la vida de sus padres...
Detrás del espectáculo está la dificultad de vivir en Israel en medio de la violencia y la amenaza permanente de actos terroristas. Un testimonio al vitriol .
Una vez que le han dado el premio Man Booker International Prize 2017, corro a leer "Gran Cabaret", el libro que escribe el israelí David Grossman partiendo de una llamada de teléfono que recibe Avishai Lazar, Juez del Tribunal de Distrito, de parte de Dóvaleh Grinstein, una persona que dice que compartió con él unas clases particulares de matemáticas hace más de cuarenta años para invitarle a una comedia en vivo que hace en la ciudad de Natanya. Con una poderosa narrativa y una impactante composición, asisto al monólogo del cómico de la mano del Juez (es éste quien, en primera persona, narra el espectáculo) consiguiendo el novelista transmitirme la sensación que experimenta el magistrado de estar ante una trampa, una venganza personal y un profundo engaño oscuro. El autor, además de mostrarme con verosimilitud el desbloqueo de los "canales internos" del juez, revive al muchacho que fue entonces (antes de decidir sobre la vida de los demás y antes del fallecimiento de su mujer), describe a la perfección las transformaciones físicas y psíquicas que muestra el comediante, las expresiones de su rostro, los peligrosos golpes de timón de la función y la estupefacción, el asombro, el removerse molesto de los espectadores en sus asientos, su pestañeo asombrado, cómo intenta provocarlos y su tensa agitación y apasionamiento cuando el del escenario se pega, mientras en la obra y aprovechando el espectáculo, el escritor ironiza acerca del alma, de los palestinos, del Holocausto, de la ocupación, de los izquierdistas, de Mengele, de la explanada del Monte del Templo y del ejército israelí. Una novela que habría sido perfecta con otro final más inquietante. A pesar de eso, se merece un 9.
Opiniones contrarias en las críticas a las novelas de éste autor. Por mi parte en ésta me parece demasiado el 10 y muy poco el no haber pasado de la pg 20...
El contexto donde se desarrolla la historia,la idiosincrasia del pueblo judío, es fundamental, no obstante reconozco que puede hacerse a ratos largo el relato.
Me parece un gran mérito la composición de esta novela. Novela basada en un monólogo del protagonista, que, en un escenario, va contando a los asistentes al espectáculo episodios de su vida intercalándolos con chistes.
Muy bien escrita. Muy recomendable.
Sería injusto darle una valoración a este libro teniendo en cuenta que no he podido pasar de la página 20. El libro comienza con una actuación tipo las de Moncho Borrajo en un local y creo que todo el libro se desarrolla en esa actuación. No me ha enganchando nada desde el principio, así que lo he devuelto a la biblioteca y a otra cosa, a ver si este otro libro que me he cogido me gusta más que Gran Cabaret por que la verdad es que me estaba pareciendo un ladrillo.