Resumen y sinópsis de Causa justa de John Grisham
El hombre de las botas de goma entra en el ascensor sin que nadie lo vea. Está fuera de lugar en las oficinas de Drake & Sweeney, uno de los gabinetes legales más lujosos de Washington. Todo el mundo ansia poder y dinero, él sólo busca respuesta a una pregunta urgente. Precisamente el no tener nada que perder, le permite interrogar a nueve abogados del gabinete. Cuando todo termine, por trágico que sea el final, ocho de ellos lo olvidarán todo de inmediato. Al fin y al cabo, su profesión presupone el ejercicio permanente del olvido. Sin embargo, uno de ellos, Michael Brock, será incapaz de olvidar. También en él despertarán preguntas atrevidas. Y sobre todo, despertará su conciencia. La conciencia: ¿mala compañía para un abogado?
Han participado en esta ficha: Andres_24, erikraul31
Del montón de Grisham, pero como todas sus novelas, adictiva. Autor muy recomendado para pasar el rato.
Grisham es una garantía, siempre volando en altas esferas. Si bien no es su mejor novela, es un libro que entretiene al lector. Suspenso y acción con un final interesante, aunque un poco apresurado.
Entretenida, fácil de leer al puro estilo de Grisham; pero sin mas novedades. Se basa en el derecho. muy predecible.
Una novela ágil de leer. Me gustó la manera en que termina cada capítulo el autor, pero para mi gusto le falto un poco de descripción acerca de lugares, personajes,etc. El personaje de Mordecai es muy bueno!
Entretenida novela, para pasar un buen rato y sin grandes pretensiones.
Lo leí hace bastante tiempo pero recuerdo un buen sabor de boca.
La primera época de John Grisham es de obligada lectura para los
aficionados a las novelas de misterio.
Otro clásico de este autor nos hace ver la injusticia de los ricos hacia los pobres.
Un libro prefabricado, un típico best-sellers de rápido consumo y olvido.
La novela “Causa justa” de John Grisham hace que ratifique mi opinión sobre este escritor estadounidense: es mucho mejor contador de historias que buen literato, como la mayoría de los escritores de ese país. Tal vez por eso sus obras son tan apropiadas para el cine o sus estructuras sean tan adaptables a las conocidas –y casi siempre previsibles- series de televisión. Son todas parecidas. Algún día le dedicaré un análisis a eso. “Causa justa” no es una novela mala, para nada. Atrapa y uno se deja caer gustoso por el tobogán de la historia. Pero su virtud más importante a mi juicio, es que sorprende, y mucho. Sorprende porque muestra cómo es en realidad el verdadero “gran” país del norte. Exclusión social, marginación, abuso sobre los humildes, abuso policial... Sorprende la increíble extensión de la pobreza que describe en Washington, nada menos que la capital de EEUU. Miles de personas sin techo viviendo a la intemperie, madres casi adolescentes refugiándose con sus pequeños hijos en el interior de autos viejos, mendigos abandonados a su suerte debajo de puentes o en vestíbulos de edificios, comedores públicos que sirven sopa a interminables filas de hambrientos, sostenidos con las migajas de limosnas sociales, estudios jurídicos para pobres, en cuyas salas se agolpan decenas y decenas de “clientes” sin domicilio, sin nombre ni profesión, cuyos importantes casos consisten en conseguir que no se les corte la luz en la pocilga -que algún estafador de necesitados les alquiló-, porque se han atrasado un mes en el pago de la factura, edificios y galpones abandonados, repletos de squatters –nuestros conocidos ocupas- que duermen en pisos mugrientos. Parece que esa es la realidad en las calles suburbanas de Washington, y uno se siente autorizado a pensar que también en las demás ciudades importantes de EEUU. En ellas, por el inclemente frío de varios grados bajo cero, por el hambre o por las balas, decenas de personas mueren por día. A juzgar por la imagen –evidentemente distorsionada- que gracias a la superficialidad de los medios del establishment normalmente nos representamos sobre ese país, vale preguntarse: ¿en qué se diferencia eso de nuestras realidades latinoamericanas o de otros países en vías de desarrollo? La verdad, este es el valor de la novela de Grisham: mostrarnos crudamente la realidad del llamado “primer mundo estadounidense”. Ahora bien, eso es todo. Allí se queda, previsiblemente, nuestro autor. No va más allá, o el sistema filtra solo a los que no van más allá. Como generalmente sucede con los autores de ese país que se atreven a mostrar sus contradicciones, su nivel de análisis tiene un límite. No traspasa la frontera en la que termina la mera descripción de un paisaje, la fotografía de una escena desagradable, que poco falta para que se la presente como una suerte de fatal accidente de la naturaleza, sin entrar jamás en la consideración de las causas humanas y sistémicas que provocan esas desigualdades e injusticias. Por este motivo es que al final la novela derrapa. Digamos que desilusiona un poco. O tal vez no, porque de tanto conocer aquella ceguera, impuesta o inconsciente, uno va sabiendo –más cuando advierte que de las 473 páginas que tiene la novela solo quedan unas pocas como para que haya lugar para análisis más rigurosos- que indefectiblemente tendrá un final feliz. Sí, por supuesto, con chica y todo. Pero vale la pena leerla, es una buena historia, es instructiva. Eso sí, que corra a nuestro cargo después hacer un análisis de esa realidad.
Como siempre el autor no defrauda y lleva al lector por caminos que cree que está la solución pero sabe embaucarlo de manera positiva para tener una lectura trepidante y totalmente absorbente. No defrauda la novela y es totalmente recomendable.
Novela muy recomendada. Es el primer libro que leo de Grisham y realmente me han dado ganas de leer otras obras de dicho autor. El libro tiene una trama interesante, atrapante y deja un mensaje que da para pensar (la indigencia) aún terminado de leer el libro. El final es bueno aunque me pareció que fue muy rápido para lo que uno esperaba.