Resumen y sinopsis de La ciudad de Mario Levrero
El protagonista, que acaba de mudarse a una casa inhóspita, sale la primera noche a buscar comida y se pierde en la oscuridad y la lluvia, iniciando una aventura, mezcla de sueño y pesadilla, por un mundo de leyes incomprensibles pero precisas e implacables. Los textos remiten a Franz Kafka, a quien Mario Levrero consideró determinante, no solo en cuanto a su voluntad de ser escritor, sino también en lo que respecta a la forma misma en que se planteó serlo: «Hasta leer a Kafka no sabía que se podía decir la verdad». Una de las obras que conforman la famos Trilogía involuntaria de Mario Levrero.
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Interesante nouvelle que recuerda en todo momento a la obra de Kafka (no por nada el autor lo reconoce como su maestro). Tenemos un protagonista sin nombre cuyos pensamientos se enredan como laberintos, una mujer que tan pronto es aliada como enemiga, reglamentos incomprensibles por lo ridículos, y escenas surrealistas propias del de Praga. No obstante, la prosa del autor se hace notar en su sencillez, con oraciones simples y capítulos cortos.
Relato absurdo e inexplicable. En una segunda capa puede leerse una metáfora de la vida en sí. Aunque sea un comentario trillado, es un relato kafkiano y agobiante.
Levrero sabe contar bien sus sueños que no son pesadillas sino rarezas que obedecen a un mecanismo real dentro de una lógica de causa y efecto.
Esta historia de una "ciudad kafkiana" tiene ese material que contienen los pensamientos oníricos, con la diferencia que gozan de un estilo prolijo y por momentos detallista.
Se disfruta leyendo este autor si se le cree desde la primera palabra. Luego, los hechos narrados nos pueden llevar a destinos impredecibles que rompen la lógica del desenlace. Si gustas leer surrealismo mágico, aquí hay un escritor latinoamericano que no reniega de su esencia y te complace contando lo impensable.
Historia ciertamente absurda con un tono pesadillesco, en la linea de Kafka, o del Tercer Policía de O’Brien. Ronda por toda la novela una sensación de incomodidad, de estar fuera de lugar.
La historia se mueve en medio de una excentricidad, ya que no se sabe ciertamente a donde se dirige la historia, el autor parece improvisar continuamente.
Una curiosidad es el título de la obra, que insinúa parajes urbanos, conflictos callejeros... Sin embargo la obra transcurre en un ambiente puramente campestre, y el lugar donde se sitúa mayormente es una pequeña población. Levrero crea con ello una pequeña paradoja, muy en la línea de la obra.
Me gustó mucho. La ambientación es netamente "kafkiana" y la historia está narrada con esa sencillez típica de Levrero, una prosa pulida, precisa, lacónica, que parece no sobrarle ni faltarle una sola palabra.
Libro corto y llevadero. El protagonista tiene algo de El extranjero, de Camus. En su propia tierra, no se ha alejado muchos kilómetros de su casa, se encuentra con gente que maneja modos y códigos distintos. Muy bien narrado. Final algo flojo.