Resumen y sinopsis de El loco de Dios en el fin del mundo de Javier Cercas
El loco de Dios en el fin del mundo es el libro de un escritor en plenitud, que logra convertir una propuesta muy peculiar en un libro magistral.
«Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo».
Este es el arranque fulgurante de este libro único, que nadie había tenido la oportunidad de escribir, entre otras razones porque el Vaticano jamás le había abierto de par en par sus puertas a un escritor. Pero, además de único, este es un libro de plenitud, donde su autor logra convertir una propuesta insólita en un relato propio y magistral: un thriller sobre el mayor misterio de la historia de la Humanidad. Con esta novela sin ficción, Javier Cercas vuelve a su línea más personal, en la que logra enlazar sus obsesiones íntimas con una de las preocupaciones fundamentales de la sociedad actual: el papel en la vida humana de lo espiritual y lo transcendente, el lugar en ella de la religión y el ansia de inmortalidad.
En general, me ha gustado pese a que algunos párrafos son repetitivos y algunas páginas sobre Mongolia que no eran de mi interés.
Tiene su parte de teología, filosofía, pero intercalando otros temas más personales.
La vida de los misioneros, a los que más quería el papa Francisco. El esfuerzo por aprender el idioma, la inculturación. Esa misma inculturación que hace falta en occidente desde la Iglesia y respecto a la juventud o la gente en general.
Todo el libro está plagado de testimonios tanto de curas. personas que tienen cargo en el Vaticano, como de aquellas personas que, desde una iglesia muy pequeña en fieles -en este caso Mongolia- viven de manera muy distinta a la que estamos acostumbrados su pertenencia a la Iglesia Católica.
Y luego la figura De Francisco. El recorrido desde aquel cura que tenía su dosis de poder, su caída por un hecho terrible que le marcó durante la dictadura argentina, su destierro a Córdoba, su retorno transformado.
Cuesta un poco leerlo porque no es un libro de aventuras ni una novela. Hace pensar, como con la teoría de Pascal.
Envuelta en una crónica de viaje bastante insulsa, una descripción de la realidad actual del Vaticano: sus sistema de información y comunicación, sus dicasterios, sus organismos, sus tendencias, su política interna, sus vaivenes, sus secretos livianos, digamos. Todo esto haciendo hincapié en los cambios introducidos por el papa Francisco en su papado e incluyendo varias entrevistas a personas cercanas a él y con funciones importantes dentro del Vaticano. Se relata (y sobre todo se interpreta) cada movimiento, cada palabra y cada discurso de Francisco como un mensaje tan religioso como político, y finalmente, una breve charla entre Francisco y el autor parece echar luz sobre un dilema que el mismo Javier Cercas plantea desde el comienzo del libro. Cercas escribe bien, la lectura no es aburrida, pero no aporta gran cosa.
Se me ha hecho muy pesado. Muy muy repetitivo. Da muchos detalles sin importancia y hace que sea muy lenta la lectura.
En esta oportunidad, Cercas se convierte en escritor de una interesante crónica acerca del viaje del Papa Francisco a Mongolia. Desde mi posición ateísta, el texto me resultó enriquecedor al hurgar en cuestiones relacionadas con el manejo y los dogmas vigentes en la iglesia católica. Tan así lo sentí, que a partir de la mitad del libro, comencé a utilizar un resaltador para destacar jugosos párrafos. Una obra para reflexionar.
Es un libro raro. Diría que una especie de crónica, con notas autobiográficas, apuntes biográficos del Papa y algunas reflexiones filosóficas o antropológicas. El libro ha ido creciendo en mí conforme lo he ido leyendo y desde luego el último tercio del libro es el más interesante.