- El país nórdico ofrece excelentes condiciones a la creación.
- La cultura es una de sus primeras preocupaciones.
Noruega es un país afortunado, ya que sus grandes reservas de petróleo han ayudado a crear un estado capaz de ofrecer a sus ciudadanos muchas ventajas que en otras partes del mundo son sólo un sueño. Además de las condiciones sanitarias y sociales, que son excelentes, la cultura y la educación se han convertido en una de las prioridades de las últimas décadas, pese a los recortes más recientes, algo que ha convertido a Noruega en un lugar privilegiado para la práctica de la literatura.
Hay que tener en cuenta también que estamos hablando de una población de unos 5 millones de personas, con un nivel cultural bastante alto, ya que los estudios universitarios son muy accesibles y el nivel de alfabetización y lectura roza el 100%. Las bibliotecas públicas son una pieza clave de todo este entramado.
El gobierno noruego dota a las bibliotecas de un buen presupuesto, que incluye, por ejemplo, una digitalización completa de todos los libros publicados en el país, que pueden ser consultados en línea por la población. Esto incluye los libros con derechos de autor, que son visibles, pero no descargables. Sin duda, una medida que busca impulsar la lectura en su idioma, amenazado por la presencia cada vez más grande de obras en inglés.
Este impulso cultural se ve reflejado por otras medidas. Por ejemplo, el gobierno compra 1000 copias de cada libro publicado en Noruega que pase por un filtro de calidad, 1500 copias si es un libro infantil-juvenil, que luego se reparten en las bibliotecas. De esta manera, muchas editoriales independientes se aseguran unas ventas fijas que les permiten seguir trabajando y los autores ganan un poco más, ya que estos libros están exentos de un impuesto.
Pero, además, existe un gran número de becas que se otorgan a escritores que quieran dedicarse a tiempo completo a la escritura, tanto a nivel estatal como gracias al esfuerzo de ayuntamientos y otras instituciones públicas. Hay que pasar varios filtros para acceder a una, pero lo que está claro es que es una manera increíble de fomentar la escritura. Hay que tener en cuenta que los grandes autores noruegos reciben una pensión de por vida, mientras que otros acceden a las ayudas hasta 5 años.
Vía: New Statesman
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.