Resumen y sinópsis de El jilguero de Donna Tartt
Si aquella mañana no hubiera llovido, si Theodore y su madre hubieran llevado un buen paraguas, si, si, si... quizá no hubieran buscado refugio de una tormenta en el museo Metropolitan de Nueva York. Allí estaban, contemplando una exposición de maestros de la época dorada del arte holandés, cuando de pronto estalló una bomba y Theodore se encontró de repente solo y rodeado de un montón de escombros.Buscando la salida, el chico, que acaba de cumplir trece años, se topa con un visitante que estaba minutos antes contemplando la misma exposición acompañado de una chiquilla hermosa. El hombre muere delante de los ojos de Theodore, pero antes le entrega un anillo, pidiendo que lo devuelva a un tal Hobie, dueño de una tienda de antigüedades. Theo abandona el museo, llevando consigo el anillo y algo más...
Con esas premisas, Donna Tartt ha escrito una obra que combina lo mejor de las novelas de iniciación con los elementos de misterio y la crítica social. El resultado es un texto compacto que recuerda a Dickens pero también a Paul Auster, que intriga y al mismo tiempo deja espacio para la reflexión, y que finalmente quedará como una de las novelas emblemáticas del siglo xxi.
Este libro está muy bien escrito. Realmente las descripciones, los detalles, los diálogos son excelentes. La historia, su minuciosidad y su complejidad son plenamente transmitidas. Leyendo sentís el dolor, el amor, el miedo, la desesperación. Sin embargo por momentos se me hizo muy largo. No obstante, lo recomiendo totalmente.
Buen libro, aunque un poco extenso, obvio tiene sus partes en que se torna pesada su lectura, pero la mayor parte me ha gustado, con una trama interesante y los personajes principales bien trabajados. Vale la pena.
Una buena historia de autodestrucción, amistad y frustraciones que se pierde por reiterativa, lenta y sobrecargada.
Un libro al que no le sobra nada, sus más de mil páginas nos hacen sumergirnos en la vida de Theodore, la cual la gran Donna Tart nos lo cuenta con una maestría impresionante. De los mejores libros que he leído.
Al principio me entretuvo mucho pero a partir de la mitad más o menos he perdido el interés, me empezó a aburrir y lo he dejado. No sé si continuaré.
Recién acabo de terminarlo la pasada noche y aún no sé bien cómo clasificarlo. Lo cierto es que cuando lo empecé no me esperaba que fuera tan oscuro, tan denso a veces, tan destructivo. Y es que el protagonista es la típica persona que parece que va dando vueltas en torno a los mismos problemas una y otra vez: parece que quiere salir del pozo, que lo va a conseguir, pero en realidad lo único que hace es caer cada vez más y más hondo. Debo reconocer que las últimas cien páginas tienen un tinte más filosófico, a veces incluso complicadas de leer, pero deja unas reflexiones cuanto menos interesantes acerca del carácter de cada uno y del destino que a veces parece regir nuestros pasos.
La verdad es que creo que tiene demasiado contenido de relleno, sin sentido ni transcendencia para el libro. Parece que tiene necesidad de llenar páginas para intentar hacer que parezca una gran historia, sin realmente serlo..... Es mi humilde opinión.
Bastante tedioso. Habla y habla y habla...y muy bien, pero no dice nada. Son 1143 páginas en las que parece repetirse una y otra vez. Somos el confidente de un protagonista que se desahoga y llega a cansar. Rescato el encanto de algún personaje que tira del libro y el capítulo final, que a mi parecer resume lo que el mil páginas trataba de contarnos, que invita a la reflexión y merece mucho la pena.
El libro es como un flamante navío que navega valientemente entre las olas, pero que lastimosamente encalla, cuando está a punto de llegar a la costa.
Un extenso novelón de índole contemporáneo, que narrativamente hablando tiene mucho de las cautivadoras y atractivas obras del siglo XIX que más nos gustaron.
Los inmortales espíritus de Dickens o de Dostoievski se dejan sentir en muchas de sus tramas o ramalazos argumentales; ya que novelas tan emblemáticas como "David Copperfield", "Grandes esperanzas", "Crimen o castigo" o "El idiota" flotan indiscutiblemente por sus espacios insondables.
Es en su parte final cuando se pierde de un plumazo todo la magia: al travestirse tontamente de historia de gángsteres, de trileros o de matones del hampa.
Da la impresión de que a la autora la faltaron recursos, y que ya no supo como acabarla.
Decir como muchos dicen que va a ser el gran clásico del siglo XXI me parece una auténtica chorrada.
Será el tiempo y una caña la que la ponga verdaderamente en su sitio.
Para mí no pasa de ser un currado bestseller al que le falta la guinda tan deseada.
Una buena novela con una forma entretenida de narrar lo cual es de agradecer porque es demasiado larga. Me gustó más la parte de la adolescencia que la de adulto quizás porque es muy densa y las últimas 300 páginas se me hicieron un poco pesadas, fue como un reto acabar la novela sin saltarme ninguna página; lo que pasa es que le acabas cogiendo cariño al protagonista.
Es un buen libro, decepcionaste en relación a los premios recibido. La trama policial, los personajes difícil de entender en esa parte de la historia.
Está bien escrito y conocemos uno de los "malvados" mas destacados de la literatura (Boris), que le da fuerza y `personalidad a la novela.
La acción transcurre entre Nueva York, Las Vegas y Ámsterdam. El viaje como aprendizaje y autoconomiento; bildungsroman. Es una novela lineal, sencilla y clara. Los personajes aparecen, desaparecen y reaparecen en actos perfectamente ordenados por el tiempo. Traen, sin embargo, grandes cambios para el protagonista.
Presentes durante toda la novela están los ansiolíticos, alcohol, drogas… en una sociedad alta neoyorkina que juega a las apariencias, más que a buscar la felicidad. La amistad con Boris que Tartt retrata tan magistralmente, dos adolescentes que solo se tienen el uno al otro, hundiéndose a fuerza de abandono y maltrato en el fango de la delincuencia y las drogas.
Como todas las novelas de Tartt, las tres que tiene, son largas, rondan las 1.000 páginas, empiezan con una muerte y se aprecian influencias dickensianas. Invita a viajar en el tiempo y en el espacio, la literatura y el arte se unen. El texto contagia, además, la pasión por el arte, los objetos, la hermosura de acariciar un mueble o la satisfacción del restaurador de muebles, Hobbie, ese hombre bueno que nunca de enfada.
Sus más de mil páginas a veces se enquistan, da la sensación de que sobran algo más de la mitad, pero aun así es una novela muy recomendable.
Buena historia bien contada, aunque en mi opinión se excede con las descripciones de los estados anímicos del protagonista, o más bien con el nº de veces que nos cuenta su estado anímico. Le sobra 1/3 de libro, sin ese tercio le habría podido dar casi un 9.
Una novela muy compleja y prolija, que puede aburrir si uno no se la toma en serio. Me gusta el trasunto de ambientes y la peripecia personal del protagonista. El estilo es sencillo y no por eso deja de ser profunda. Una obra recomendable.
Bueno, yo lo terminé de leer. Y merece la pena hacerlo.
Creo que no es la obra maestra que muchas voces autorizadas, o no, anuncian a bombo y platillo.
Una vez aclarados estos dos puntos he de decir que me ha parecido una novela notable.
Lo mejor: la historia, la trama, sus giros y continuidad. También los personajes a los que quieres ir conociendo mejor.
Lo peor: sobran 200 o 300 páginas de reflexiones que la autora pone en labios de algunos personajes.