Patera - Tierra

Resumen y sinopsis de Patera - Tierra de Jaime Alejandre

Obra de teatro en un solo acto en la que se va llenando el escenario de actores que no lo abandonan organizando un ambiente de superpoblación y masificación en el que se provoca la desaparición de la diferencia cultural, el estrés, la deshumanización, la violencia, la prisa. La vida como un atasco de tráfico.

No hay un protagonista, se van pasando la palabra unos a otros en una polifonía dramática que compone finalmente un largo monólogo. Los actores se mantienen en el escenario dando vueltas o quietos, hablando de vez en cuando, haciendo ruido y llenando hasta el agobio el escenario, hasta que se vayan cayendo los actores y termine la obra. Entrarán vehículos, pateras, manifestaciones, adolescentes que tienen todo en la vida y se suicidan en masa por hacer algo interesante que les saque de su tedio... Aparecerán y se quedarán allí cárceles, un campo de golf, farolas, socavones.

El Escenario por tanto podría estar vacío e ir apareciendo en él cosas: el vertedero, el campo de golf, la cárcel, la boca de metro, la patera... O bien hacer que ciertas cosas, las más estáticas, ya estén en el escenario pero algunas de ellas tapadas (la cama de hospital, por ejemplo, con el típico visillo que se descorre en el momento preciso). Los vehículos pueden entrar en el instante en que intervienen.

El planeta Tierra como una patera atestada de gente desesperada en la que, igual que en las pateras del Estrecho, unos empujan a otros para sobrevivir y donde el patrón, si se ve amenazado en su tráfico de hombres, no duda en echarlos al agua. El planeta Tierra como una patera donde los privilegiados intentan salvaguardar su bienestar y su satisfacción. El planeta Tierra convertido en una patera atestada y tripulada por facinerosos que nos echarán al agua a la primera de cambio para escapar ellos. Una balsa donde sin sentido alguno de porvenir nos empujamos los unos a los otros para sobrevivir sin los demás. Apenas unos troncos a la deriva pugnando por alcanzar la felicidad a costa de los otros. Sin comprender en nuestra angustia que un barco donde cada uno rema para su lado no llega a ninguna costa a costa de nadie. Una patera así está condenada a la inmovilidad. Y la inmovilidad es la muerte.

De alguna manera al final el escenario completo podría intentar simular una patera, la ‘Patera-Tierra’