Resumen y sinopsis de Los años de peregrinación del chico sin color de Haruki Murakami
Desde julio de su segundo año universitario, hasta enero del año siguiente, Tsukuru Tazaki vivía casi todo el tiempo pensando solo en morir.
Así comienza Los años de peregrinación del chico sin color, en la que Haruki Murakami narra el viaje introspectivo y físico de su protagonista, Tsukuru Tazaki, un arquitecto de 36 años especializado en diseñar estaciones de tren, cuya vida y cuya memoria se tambalean al conocer a Sara, una mujer algo mayor que él, que le recordará los felices años de la adolescencia y los infelices años de la juventud, y que le hace regresar desde Tokyo a su natal Nagoya, en el centro del país. Allí, en un barrio de las afueras, Tsukuru se reencuentra con su grupo de amigos de siempre, con el que rompió al marcharse a la capital para estudiar en la universidad.
El furor desatado en Japón por la nueva novela de Haruki Murakami se mide en cifras: la tirada inicial alcanzó el medio millón de ejemplares, con cuatro ediciones colocadas directamente en librerías, y numerosos seguidores guardaron cola ante las librerías tokiotas. Cuentas atrás, horarios de apertura adelantados, récords y mucha música, por supuesto, como en sus anteriores novelas: el conjunto de suites para piano Années de Pèlerinage (los años de peregrinación aludidos en el título) del húngaro Franz Liszt inspira el viaje de Tsukuru Tazaki en Los años de peregrinación del chico sin color.
Muy buena novela con una narrativa clara pero a la vez hipnótica que nos sumerge, con gran maestría en la historia del protagonista, de sus amig@s del instituto y del acontecimiento que marcó la vida de tod@s ell@s.
No es lo mejor de Murakami, aún así, se relaciona mucho con su estilo; un grupo de amigos que al crecer se separan para hacer sus vidas por aparte; personajes solitarios con traumas causados por experiencias de juventud, miedos y emociones que muchas veces no logran salir a flote, todo esto rodeado por esa aura misteriosa característica de las novelas de Murakami.
Junto a “Tokio Blues” la novela que más me ha gustado de Murakami. Lectura hipnótica, melancólica, sentimental de ritmo suave. Quizás bastante realista dentro del contexto Murakami, aunque por supuesto lo onírico y la fantasía con su dimensión paralela están presentes en la novela, aunque en menor medida que en otros relatos.
Final abierto, algo bastante habitual en Murakami, que nos deja con ese regusto de seguir pensando en la novela durante más tiempo…
Buen libro. Me encanta la forma en que Murakami construye sus mundos, de comienzo me constó engancharme, pero al correr de las páginas la historia te atrapa y el final me dejó una sensación de querer saber más.
Un libro muy Murakami, empieza un poco lento pero luego coge ritmo y engancha. Tiene frases y reflexiones que hace que merezca la pena. Me encanta la historia del encuentro padre de Haida con el hombre misterioso. Aun asi hay algunos cabos sueltos y el final es demasiado abierto.
Por dónde se lo mire el libro posee todos los ingredientes que hacen el sello Murakami y que están presentes en sus mejores novelas. Hasta podría decirse que el autor japones se retoma y recrea a sí mismo tomando aquello que tanto lo caracteriza en cada una de sus novelas: el desarraigo y el extrañamiento en un entorno ajeno y hostil, la soledad y el escape hacia uno mismo, la prosa teñida de melancolía, que sondea en las heridas abiertas de sus personajes o en sus conflictos del pasado no resueltos, la intrusión de lo onírico o mágico en la realidad que nos mueve a la confusión, a la reflexión o a percibir una fuerza enigmática que empujan a sus personajes y otros gestos tan suyos como la música como leitmotiv de la historia. En suma, es una novela que no decepcionará a sus lectores, una novela cuya prosa siempre transparente y fluida, con esas vivas evocaciones visuales e introspecciones que son entre ingenuas y filosóficamente sentenciosas que irrumpen para sacudirnos de tanto en tanto de esa suavidad descriptiva y narrativa tan suya. Murakami nos invita a que lo sigamos en un nuevo peregrinaje, con su pluma sutil, diáfana y honesta, para descubrir (o aspirar a descubrir) la verdad de una realidad en el cual se inmiscuye lo sobrenatural e inescrutable.
Cómo hasta ahora, la escritura de Murakami tiene momentos que me dejan realmente cautivado, esa es la palabra que describe lo que provoca en mi. No daré detalles de la historia porque lo maravilloso de los mundos creados por Murakami esta en los pequeños detalles de su escritura, lo recomiendo aunque para mi, no es lo mejor que he leído de él.
Me ha gustado mucho este nuevo libro del japonés Murakami porque en él encontramos todo lo que constituye su mundo ficcional : realismo mágico y tópicos como la soledad, la incomunicación, la alienación social. Sus seres ficcionales exprimen una neta dificultad de ser, de existir, al mismo tiempo que padecen de una cierta indolencia fatalista zen.
Esta novela está bien articulada alrededor de 5 jovencitos (3 varones y 2 chicas) cuyos nombres son evocadores de colores, excepto nuestro protagonista Tsukuro Tazaki, lo que va a constituir un handicap. Brutalmente, este grupo de adolescentes va a alienar a Tsukuro del grupo sin explicarle las razones.
Esto va a ocasionar un shock emocional tal en Tsukuro que durante 5 meses pensará cada día en la muerte. En seguida vivirá 18 años alejado e incomunicado con los componentes de su grupo hasta que conocerá a Sara, una mujer dos años mayor que él quien le hará comprender que sin resolver el enigma de esta acusación colectiva, Tsukuro no podrá esperar ninguna felicidad.
Hay muchas reflexiones sobre la amistad tan exclusiva durante la adolescencia, el amor, la vida, el trabajo, las mentiras, la incomunicación entre los seres humanos, etc.
Sin olvidar esos saltos del escritor hacia el mundo onírico, saltos tan bien organizados en el texto, que el lector duda entre realidad y ficción.
Es el primer libro de Murakami que leo y esperaba algo más. Es entretenido en ocasiones, te tiene con ganas de saber a qué es debido el problema del protagonista, y tiene pasajes introspectivos de bastante brillantez conceptual. Sin embargo no me gustó mucho la forma de contarlo, sobre todo los pensamientos que, siendo buenos, parecían contados de una forma un poco simple. Y el final, que me dejó algo frío. Iré a por el siguiente..
Nunca había leído nada de este autor que ahora parece estar de moda. Me decidí por "Los años de peregrinación del chico sin color", por la portada más que nada (me recordaba los lápices Alpino de mi infancia). En realidad la novela es bastante original y de muy agradable lectura, y aprende uno mucho sobre los japoneses. Pero el final es un fracaso: termina de forma abrupta sin resolver ninguno de los puntos de la trama. Decepcionante: mal empieza lo que mal acaba.