Resumen y sinopsis de Esperando a los bárbaros de J. M. Coetzee
Un día el Imperio decidió que los bárbaros eran una amenaza a su integridad. Primero llegaron al pueblo fronterizo policías, que detuvieron sobre todo a quienes no eran bárbaros pero sí diferentes. Torturaron y asesinaron. Después llegaron los militares. Muchos. Preparados para realizar heroicas campañas militares. El viejo magistrado del lugar trató de hacerles ver con sensatez que los bárbaros habían estado desde siempre allí y nunca habían sido un peligro, que eran nómadas y no se les podría vencer en batallas campales, que las opiniones que tenían sobre ellos eran absurdas... Vano intento. El magistrado solo logró la prisión y el pueblo, que había aclamado a los militares cuando llegaron, su ruina.
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Contradictoria, Esperando a los bárbaros es una novela de la que esperas más que la simpleza estúpida que demuestra en un argumento usado hasta la náusea y que, además ni siquiera está bien utilizado en mi opinión. Y todo eso en poco más de 220 páginas que podrían haberse reducido a la mitad sin problema.
J. M. Coetzee es el autor de este bodrio espectacular. Reconozco que lo conocía solo de oídas cuando ganó el Premio Nobel en 2013. Y quiero ser justa con él. Coetzee no es mal escritor, pero tampoco llega a la categoría de notable. Y es que posee un estilo de escritura enrevesado, pesado y con una ejecución horrorosa. Obviamente, esta manera de escribir se debe a una prosa lentísima, tediosa y con un desarrollo lamentable, un lenguaje funcional y unas descripciones básicas y poco inspiradas que hace que puedas situar esta historia en casi cualquier lado. Pero lo más espantoso de todo son los personajes. Básicamente, solo el protagonista tiene peso real dentro de la trama. El resto son puros monigotes que entran y salen a conveniencia pero que no importan nada. Lo peor de todo es que ni siquiera el magistrado está bien hecho. Su nefasta construcción hace que no puedas empatizar con semejante individuo que tiene un nivel de inteligencia parejo al de un insecto. Y estoy insultando a los insectos.
Ya desde el título, Esperando a los bárbaros, te hace una somera idea de qué puedes encontrar. Olvídalo. Con esta novela la realidad es siempre mucho peor de lo que te esperas. En esencia estamos en una ciudad fronteriza de un gran Imperio. Los habitantes del lugar conocen a los bárbaros, tribus primitivas que viven más allá de la frontera y que comercian con ellos. La vida transcurre tranquila hasta que llega el ejército. A los dirigentes del Imperio se les ha metido en la cabeza que los bárbaros son una amenaza que deben erradicar. Y aquí entra nuestro protagonista, el magistrado del lugar, que lleva toda su vida allí. Es entonces cuando comienzan las fricciones entre los jefes militares, sádicos dispuestos a todo por conseguir la gloria en una guerra inexistente, y el magistrado, probablemente, el único Ser Humano con cabeza en el lugar. La situación se vuelve trágica para el pobre protagonista cuando decide que es hora de ayudar a lo bárbaros y devolverles un poco de lo que les han quitado. No puedo contar más, pero creo que os vais dando cuenta de por dónde van lo tiros. El problema principal de esta historia es que el magistrado no está a la altura de la tarea de salvador. Es un hombre íntegro sí, pero más tonto que un zapato y un bocazas de campeonato. La verdad en boca de un idiota se vuelve insolencia, no sabiduría. Así que, al final, ni siquiera puedes sentir empatía por él o por su causa, que está condenada al fracaso. Y eso se nota en el desenlace, abierto y abrupto, parece que el escritor simplemente se cansó y abandonó una trama, que por otro lado, tampoco tenía mucho más que ofrecer.
En suma, Esperando a los bárbaros es un concentrado de aburrimiento, estupidez y deseos de grandeza, en una historia que no da para tanto. Si a eso le añadimos divagaciones estériles, escenas superfluas y circunloquios para contar absolutamente todo, tenemos un libro tedioso que no merece el tiempo que inviertes en él. Así que recomiendo que, a diferencia del título, no esperéis a los bárbaros. Vengan o no, lo único que traen es aburrimiento.
Excelente narrativa en una trama muy interesante sobre todo desde el punto de vista social. Coetzze siempre tiene algo que aportar y nunca te deja indiferente.
La voz a favor de la dignidad que nunca llega es el punto central de esta joven novela. Recomendable para aquellos que decidan hundirse en la narrativa del maestro sudafricano.
Me gustó el estilo libre de artificios de Coetzee, va al grano, siendo muy gráfico en ocasiones y contribuyendo con ello a un relato con profundidad y buen ritmo. Es una novela bastante sencilla, aunque bañada de reflexiones críticas hacia el colonialismo, el abuso y la ignorancia. El autor no cae en demagogias ni pasteladas. Buena novela.
Hermosa tanto por su crudeza como por su belleza.
Coetzee, se eleva con esta historia de racismo y colonización, que supone una barbarie desesperada, agobiante y subyugante, de cuerpos y mentes.
Aunque a veces sus novelas parezcan un poco densas y oscuras, se aprecia siempre en ellas un gran talento narrativo, y una gran hondura literaria.
Extraordinaria novela, puede sonar extraño, pero yo lo definiría como "Fantasía Épica", solo que le quitas el "Épica" y le pones "Existencialista", es uno de los mejores ejemplos de como se expresa la naturaleza humana en su forma más pura, por medio de la literatura. Las alegoría con Sudáfrica en los siglos XIX y XX son perfectas. Es una novela extraordinaria.
Me resultó un libro algo paradójico: por un lado, un relato que con toda naturalidad describe acontecimientos crueles y torturas, y en forma paralela otro relato, introspectivo, lleno de inseguridades y dudas, alrededor de un devaneo pseudoamoroso que jamás se declara y que de alguna manera da pie para involucrar al personaje central en el centro del drama.
Mucho más interesante resulta la primera sensación que la segunda, pero el tono intimista de sus vivencias por parte del relator en primera persona le quita dramatismo a una historia ya de por sí suficientemente cruda sin agregarle mucho a cambio, ya que su historia personal no es lo más logrado ni alcanza gran interés.
La narración es excelente y eso hace que la historia de alguna manera llegue a conmover. Se entiende lo que el autor quiso decir, pero no queda marcado a fuego.
Una buena historia bien contada. En algunos pasajes me llevó a "El Desierto de los Tártaros" de Buzzati, en otros a "El Proceso" de Kafka. Interesante y recomendable obra de este premiado escritor.
Me encantó sobre todo la primera parte, un relato duro y desnudo sobre la injusticia y el desborde de la locura del poder. Luego parece transformarse en una historia de amor fallido para finalmente regresar al tema del enfrentamiento del imperio con los bárbaros. Es un libro escrito con sencillez y efectividad que revela unos personajes solitarios envueltos en una marisma de violencia sin sentido. Muy bueno, me ha encantado.
Se le abona la técnica narrativa, y la forma en la que ahonda en la crueldad y sevicia con que se imparte autoridad, sin caer en lo escatológico. Pero la verdad, me deja un poco decepcionado, tal vez porque esperaba demasiado de este libro.