Resumen y sinópsis de Intemperie de Jesús Carrasco
Un niño escapado de casa, escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres que le buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos. Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. Un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua.
A través de arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, Jesús Carrasco construye un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo. Una novela tallada palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota entre las grietas secas de la tierra con una fuerza inusitada.
Prosa preciosista. Alma de western.
Un libro muy visual con un vocabulario fascinante.
Altamente recomendable.
Primer libro que leo de este autor y no será el último, me ha gustado su prosa, su vocabulario y la narración. De alguna manera evoca algunas lecturas de literatura actual norteamericana a la vez que la más genuina castellana. Una lectura que se disfruta más con la forma de escribir que con la historia misma, que es bastante dura.
Ha ganado una nueva lectora este autor, pero más he ganado yo al descubrirlo.
Tiene una narrativa sui generis, con un vocabulario muy amplio y novedoso.
Su lirismo es genial.
Magnifica irrupción en el panorama literario. Ganas tenía de encontrar un nuevo escritor que respondiese a tal nombre. Estilo pulcro y cuidado, limpio, conciso cuando lo precisa y barroco cuando se lo puede permitir. La historia es lo de menos. Un excelente trabajo, una gran obra de arte. Si os gusta Dolores Redondo no os molestéis en leerla. No es para vosotros.
Una novela muy dura, te mantiene alerta y ves la dureza de la tierra, de la vida en el campo. Los personajes muy bien descritos, desde las personas y animales hasta el paisaje y la sequía, sientes el hambre, el calor y el dolor que detalla.
Una historia dura y fría, minimalista y con muy pocos personajes, en un páramo desértico de ninguna parte. Desde luego Carrasco es un escritor con todas las letras, aunque lo que cuente sea desagradable. En muchas cosas remite a Delibes, es cierto, pero el escritor vallisoletano tenía una dulzura a veces de la que carece Carrasco.
No es un libro con el que haya conectado plenamente, tiene buenos momentos, un par de personajes buenos y una historia sencilla sin grandes pretensiones. La ambientación es creíble y muy importante en este relato. Buen libro para pasar el rato y poco más.
Una novela muy dura, pero con una forma de describir los paisajes y las personas, que atrapa y te transporta a un escenario, quizá demasiado sórdido en comparación con la realidad.
Muy bien redactado. Se me ha echo muy ameno y entretenido. Las descripciones de lugares y sucesos te transportan a la perfección al interior de sus páginas.
Soberbio debut literario que te lleva hacia los abismos más primitivos de lo salvaje. Con un lenguaje seco y parco, a la vez que rico y meticuloso, Jesús Carrasco nos traslada a un extinto mundo rural en el que sólo impera la rudeza, la violencia y la brutalidad. Páramos arrasados, tierras quemadas o llanuras yermas, en las que apenas germina la tierna semilla de la confraternidad. Su poso lírico y crudo recuerda mucho al de "La carretera" del norteamericano Cormac McCarthy.
No he podido terminar de leerlo. Quizás no fuera el momento de coger este libro, no sé.... pero esas excesivas descripciones, ese vocabulario tan rebuscado, pocos diálogos y ese perfecto estado lineal en el relato, me han aburrido de forma excesiva.
El libro no es malo, es cierto que es muy descriptivo , largos párrafos y pocos muy pocos diálogos y seguramente ahí resida la gracia del libro , pero en momentos si no quería dejarlo abandonado debía leerlo por encima.
Eso si, buen final.
Un buen libro para una magnífica primera novela. Lo mejor en mi opinión es la construcción de los personajes, especialmente del cabrero; un personaje incluso para recordar. Es cierto que tiene algo de "western", pero yo diría que sólo en la última parte, que es además la parte menos conseguida, donde quizás se pierde algo el control del hilo argumental y sobre todo del ritmo. Sin embargo, el resto del libro destaca como un magnífico texto, acertado y justo (a mi no me ha parecido que haya un excesivo lirismo ni un abuso de las metáforas, aunque reconozco que soy de los que aprecia el adorno con una pizca de retórica).
Si nos empeñamos en hacer comparaciones, puede evocar a Delibes, pero sólo como evocación; compararlo me parece excesivo. La dureza de la sequedad, del calor, del polvo, de la miseria y de la violencia me recordó en algún momento a Imán, curiosamente también la primera novela de Ramón J. Sender. Siendo Imán un novelón, no debe ser mala señal que lo recordara leyendo Intemperie. En definitiva, un libro muy recomendable y probablemente un autor que dará mucho que leer... y al menos conmigo puede contar como lector.
Novela breve, distinta, rural, algo cruda y con muy buena narrativa.
Genial. Pequeña historia en la que los silencios dicen tanto como las palabras. Dura pero nada sensiblera.