Resumen y sinopsis de París era una fiesta de Ernest Hemingway
París era una fiesta, el primer escrito de Hemingway que vio la luz póstumamente, despliega el mítico panorama de la ciudad de París, la capital de la literatura americana hacia 1920. La obra es una mezcla fascinante de paisajes líricos y agudamente personales, con otros más contundentes y anecdóticos en torno a sus años de juventud en aquel encantado lugar en el que fue «muy pobre pero muy feliz», en un tiempo de ilusión entre dos épocas de atrocidad.Ha participado en esta ficha: yiyolon
"Si tienes la suerte de haber vivido en París cuando joven, luego París te acompañará, vayas donde vayas, todo el resto de tu vida, ya que París es una fiesta que nos sigue."
Autobiografía parcial de Hemingway, en la cual narra anécdotas de su estancia en París durante los años 20 del siglo pasado, en una época de entreguerra "movida", convulsa, y a la vez fascinante por el ambiente literario conocido de la época, en donde hacían vida nombres ilustres como Gertrude Stein, Ezra Pound, James Joyce, Francis Scott Fitzgerald, la famosa editora Sylvia Beach, Ford Madox Ford, entre otros, con quienes un joven Hemingway tuvo el privilegio de relacionarse, intercambiar impresiones acerca de la ciudad, debatir críticas literarias, ya fueran favorables o no, opinar con algunos de ellos acerca de la obra de Iván Turguenev, León Tolstói, Dostoyevski, Chéjov, Katherine Mansfield y otros referentes, mientras el tiempo transcurría entre avatares propios de las dificultades para llevar un estilo de vida acorde a las posibilidades del escritor norteamericano, junto a su entonces primera esposa, Hadley Richardson. No obstante, y a pesar de esas dificultades, el recuerdo de París en Hemingway siempre fue de afecto y alta consideración.
Obra póstuma pero fundamental para aproximarnos a una época irrepetible del mundo literario, con un París bucólico y atrayente como telón de fondo.
Nos lo recomendó un guía en nuestro viaje a París.
Para mí infumable, lo he terminado al no ser muy extenso.
Con todos mis respetos para un Premio Nobel de literatura.
Crónica de una época ya perdida.
Hemingway describe con minucioso placer el panorama cultural y la vida bohemia del París alocado de los años 20.
Su título provocativo, ya lo deja todo más o menos claro.
En cada esquina y en cada rincón de esta emblemática ciudad había una pequeña taberna o restaurante en el que entablar tertulia, comer buena comida, y beber hasta que no hubiera un mañana.
El libro es rico en matices, anécdotas, y situaciones divertidas que dejan en muy mal lugar a algunas de las figuras más notables de la literatura de ese tiempo. Valga como ejemplo, el caso del también norteamericano Francis Scott Fitzgerald.
Su narración ofrece una desmembranza nostálgica y risueña que ensalza los buenos tiempos compartidos, la camaradería, y el culto excelso a la bebida.
Una buena obra del aclamado Premio Nobel que apareció publicada tras su dramática e insospechada muerte.
Absolutamente prescindible. Realmente no es una novela sino un conjunto variopinto de apuntes sobre su vida bohemia del París de los años 20. Contiene anécdotas interesantes, como en los capítulos dedicados a Scott Fitzgerald y a su esposa Zelda, o episodios de gran humor y mala leche como "La creación de una nueva escuela", pero nada más.
Lo leí justo antes de ir a París y me ayudó a descubrir los laberintos de la ciudad. Además, callejeando respiré el París de primer cuarto de siglo, donde los poetas, novelistas, pintores y escultores desharrapados deambulaban por las calles y ocupando las mesas de los mejores cafés. Fue escrito (inacabado) pocos años antes de morir y se nota a un Hemingway muy nostálgico, melancólico, pero orgulloso de una vida llena de aventuras. Los momentos con Fitzgerald son apoteósicos.
"París no se acaba nunca" de Vila-Matas, si os gustó este, ¡también se debe leer!
Me sentí tele transportado hacía París con este libro. Me gustó conocer las vivencias de Hemingway en esa bella ciudad.
Es un buen libro, la descripción es muy buena en verdad es una fiesta para la mente, nos hace disfrutar. Muy recomendable aunque algo pesado.
Una decepción. Leí hace mucho tiempo Por quien doblan las campanas y guardo un mucho mejor recuerdo de esa novela que de esta. La primera parte me pareció casi insoportablemente aburrida y solo seguí porque se trata de un libro breve. Desde la mitad del libro en adelante se me hizo un poco más ameno.
Una fiesta, realmente una fiesta para los sentidos y las sensaciones de todos aquellos que añoramos la París de esa época. Muy disfrutable.