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Interesante y a la vez perturbadora, Angela Carter logra en La juguetería mágica retorcer todos los elementos de los cuentos consiguiendo una novela única que aúna tradición y vanguardismo.
Al principio la narración te resulta un poco caótica y confusa. La autora escribe muy bien, pero da una impresión celeridad, como si quisiera contar demasiadas cosas en poco espacio. Así ocurre, que en una misma página, se puede cambiar de tema hasta tres veces consecutivas, generando una sensación de desorientación al lector. Sin embargo, poco duran estas impresiones, ya que cuando te acostumbras, se te hace raro que la autora baje el ritmo en ciertas partes.
Con la historia pasa algo similar que con la escritura. Al principio te parece un sinsentido. Pero eso también dura muy poco, ya que pronto te das cuenta de por donde va la historia. Hay momentos, en que todo resulta un poco ilógico, pero en vez de entorpecer, enriquece la lectura. La única pega de la historia es el final. No porque sea malo, si no por que es abierto, aunque esperanzador, pero te deja con ganas de más.
En definitiva, el primer libro de Angela Carter que leo, ha sido curioso y entretenido. la autora conoce muy bien los elementos de la literatura popular y, en consecuencia, puede deformarlos adecuadamente, dando cuerpo a una historia única.