Resumen y sinópsis de Matar un ruiseñor de Harper Lee
Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama (EE UU), cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Matar un ruiseñor muestra una comunidad dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales. Y con un sistema judicial sin apenas garantías para la población negra.
Un auténtico clásico de la literatura estadounidense del siglo XX que ha cautivado a millones de lectores y que fue llevado al cine con gran éxito.
Obtuvo el Premio Pulitzer en 1961.
Ha participado en esta ficha: erikraul31
Novela que está bien pero no me impactó. Esperaba más de una obra tan renombrada. Sobresalen algunos pasajes, la mayoría de los cuales pertenecen al padre y abogado Atticus. Me esperaba otro final. La película es fiel al libro.
Me gustó mucho.
Un clásico de la narrativa norteamericana, donde se descubren las idiosincrasias de un pueblo en un estado del sur del país a través de las vivencias de unos niños.
Me la recomendó un profesor en la Facultad de Derecho por el trasfondo sobre igualdad y justicia. Cuando la leí me topé con la fantástica historia de una niña contada por ella misma y con la trama paralela de lucha del padre por descubrir la verdad de un crimen más allá de los prejuicios raciales. Engancha desde el principio hasta el final y con unos diálogos y momentos memorables.
La primera parte del libro me pareció una versión estadounidense de el gran "El Camino" de Delibes. Las aventuras de 3 niños americanos en un pueblo de Alabama. Es en la segunda parte donde realmente te atrapa la novela.
Se narran desde la perspectiva de una niña temas tales como problemas raciales, diferencia de clases, madurez, y, ante todo, la lucha de un padre por los principios y una correcta educación de sus niños.
Me ha gustado, a pesar de que la traducción a veces no ayude. La segunda parte se devora... muy recomendable
Obra muy alabada que, personalmente, opino que está bien, pero tampoco está para lanzar cohetes, debido a que hay tramos algo aburridos. Se trata de un retrato acerca de una comunidad sureña y rural norteamericana, a partir de los ojos y vivencias de una niña y su hermano. El asunto del problema racial está presente, aunque no es preponderante y tienen lugar otros muchos temas, como las críticas entre los vecinos o la fantasía de los niños (al ver una casa abandonada creen que es habitada por un fantasma, lo cual me gustó). La gran bondad del padre de los protagonistas, Atticus, es muy bella y dota de gran humanidad al conjunto.
El mensaje que trata de transmitir es extraordinario. El planteamiento de la novela desde la perspectiva de una niña también. Pero por momentos resulta algo anodina y previsible en exceso
Novela maravillosa, tierna y muy humana. Es un canto a la fe de algunas personas en la bondad del ser humano, a pesar de que siempre haya monstruos a nuestro alrededor.
Una novela diferente, aunque no me ha convencido mucho el final.
Valores morales relatados desde la perspectiva de un niño. Aunque la novela trata sobre temas serios como la violación y desigualdad racial, también es genial por su calidez y humor. El padre de la narradora, Atticus Finch, ha servido como ejemplo de moral para muchos lectores y como modelo de integridad para los abogados.
Una clásica historia sobre el racismo en Estados Unidos, te refleja muy bien los prejuicios raciales, que tristemente siguen prevaleciendo en nuestros tiempos, sin embargo, a mi parecer la manera en que esta escrita no se me hizo tan amena, en partes se me hizo un poco tediosa, por lo que creo que esta un poco sobrevalorada.
Impactante y muy emotiva, Matar a un ruiseñor, es uno de los grandes clásicos de la literatura norteamericana del siglo XX. Y, aunque su trama es totalmente conocida gracias a la adaptación cinematográfica de 1962 (con el gran Gregory Peck interpretando a Atticus Finch), resulta inesperadamente entretenida, de tal forma que devoras el libro en pocos días.
Harper Lee fue durante muchos años autora de un solo libro, con el que conoció la fama y el reconocimiento de público y crítica. Y no es para menos, ya que resulta una escritora fabulosa. Su prosa es fluida y dinámica, con un lenguaje pragmático pero con diversos aderezos líricos, unas descripciones concisas pero acertadas y unos personajes memorables. De ellos, el más conocido es Atticus Finch, hombre íntegro y de conducta intachable, abogado de profesión, que intenta luchar contra el sistema establecido.
En matar a un ruiseñor, Lee nos muestra la profunda hipocresía imperante en el Sur de EEUU a través de la visión de una niña de 8 años. Así, seguimos a Scout Finch, natural de Maycomb, Alabama, durante un breve periodo de tiempo. Con sus ojos, Lee nos describe un universo rico y complejo, llenos de personajes interesantes, que nos va relatando la vida en aquellos parajes en los años 30. De repente, un acontecimiento sacude el pueblo. Se va a juzgar a un hombre negro acusado de la violación de una chica blanca y, Atticus, es el abogado encargado de la defensa. A partir de ahí, la vida cambia para todos y Lee, usando a Scout nos muestra el racismo endémico de la zona y todas sus implicaciones sociales. Pero, después de seguir con sumo interés toda la historia, el desenlace, aunque de una gran ternura, te resulta un tanto insípido.
En resumen, Matar a un ruiseñor, es una gran novela que trata un tema, por desgracia, de increíble actualidad. Y pone de manifiesto como las semillas del racismo no se erradicaron después de la guerra de secesión. Y es que, a pesar de que la esclavitud se abolió hace muchos años, el absurdo orden social de antaño se mantiene. Por eso la lectura de esta novela es tan enriquecedora, ya que nos enseña que la justicia no tiene nada que ver con el color de la piel.
Estilo ágil y trama entretenida, que aborda temas esenciales. Lo mejor del libro: cómo se cuentan situaciones dramáticas a través de los ojos de una niña.
Interesante lectura sobre el racismo en los Estados Unidos de los años 30 en los ojos de una niña pequeña. A pesar de ser una lectura agradable al libro le falta un desarrollo que lo haga más ameno. Hay personajes interesantes, pero en algunas partes el libro resulta aburrido y el final un poco insípido. Me esperaba más por las críticas que había leído.