Resumen y sinopsis de El rumor de la montaña de Yasunari Kawabata
Como cabeza de familia, a Osaga Shingo le preocupa la decadencia moral de sus descendientes. Su hijo Shuichi, a quien la guerra ha helado el corazón, está casado con la maravillosa Kikuko, pero le es infiel y tiene un hijo con otra mujer; por otra lado, Fusako vuelve a la casa paterna con sus dos hijos tras haberse divorciado de un marido drogadicto. Tanto Shuichi como Fusako creen que su padre es demasiado viejo e interpretan sus silencios como senilidad. Pero, en realidad, el pensamiento de Ogata Shingo sigue activo, repleto de hermosas imágenes, de sonidos de la naturaleza, de aromas, de escenas. Bajo la fina capa de la vida familiar, cada uno de sus miembros vive, en solitario, su drama, luchando en unas ocasiones contra el amor y en otras, contra la muerte. El ganador del Premio Nobel de Literatura en 1968 nos deleita con una obra que gira en torno a la soledad, la muerte y la búsqueda obsesiva de la belleza.
Se dan en esta novela unos rasgos de estilo que caracterizan buena parte de la narrativa japonesa, o que al menos asociamos con cierta escuela de “lo japonés”, y que se hacen notar igualmente en autores más recientes. Entre ellos, una aguda percepción de las “pequeñas cosas”, de fenómenos de la naturaleza, enseres cotidianos, cambios sutiles del paisaje o del ambiente, una escritura muy sencilla pero detallista, con un argumento que se disgrega en estampas, escenas, imágenes, cierto onirismo muy entremezclado con esa cotidianidad… así como una mirada algo oblicua, nunca explícita, hacia los conflictos personales o familiares, realidades muy dolorosas como fondo, pero nunca presentadas directamente como tales.
“El rumor de la montaña” pudiera ser un compendio muy nipón de todo ello, un objeto delicado que tal vez requiere especial atención lectora pese a su levedad. Shingo, un oficinista que percibe los primeros signos de la ancianidad en sus ocasionales lagunas de memoria, sueños y evocaciones de amigos fallecidos, siente acercarse el final de la vida y asiste turbado a lo que parece el desmoronamiento imparable de su familia; al divorcio de su hija, casada con un drogadicto y madre de dos niñas pequeñas, así como a las constantes infidelidades y comportamiento violento de un hijo destruido por un conflicto bélico que ha dejado tras de sí un devastador panorama de hombres rotos y viudas de guerra.
Frente a ello, Shingo se refugia en el carácter frágil y apacible de su nuera, que sufre estoicamente la situación; con ella entabla una relación entrañable aunque algo equívoca, mezclada con compasión o incluso con deseo erótico, en contraste con el distanciamiento que siente hacia el resto de sus seres queridos. La trama, si es tal, se mueve y se resuelve un poco al margen de la voluntad de nuestro protagonista, caracterizado por su pasividad aparente; no puede o quiere hacer nada, salvo ser testigo de las tormentosas vivencias de los demás. Se interroga constantemente a sí mismo, se cuestiona su decisiones pasadas y las consecuencias de estas. En cierto modo, su mundo empieza a ser otro; el de las emociones que le despierta una máscara de teatro tradicional, carente de vida, pero cargada de una vida propia, unas semillas milenarias, o bien una maquinilla de afeitar… el de ese sonido que emerge de la montaña y parece anunciar la muerte.
Se plantea una moral de otro tiempo en conflicto con una moral, o falta de ella, más actual, con una incomprensión de nuestro hombre hacia el presente; no puede ejercer una autoridad firme, tampoco puede permanecer al margen. Se muestran o insinúan formas de lo que hoy sería violencia doméstica o maltrato de una manera tolerante o ambigua cuanto menos; lo mismo con la problemática del aborto, que cambia según el contexto (si el niño por nacer es de los míos, o es ajeno...).
Admito que me costó un poco sumergirme en el relato pero cuando lo hice, pude explorar un increíble estilo de prosa que me atrapó. Al terminarlo empecé a extrañar lo que me hacía sentir al leerlo.
Sólo puedo decir que es fascinante.
Una hermosa novela.
De lo mejor de Kawabata.
La historia de una familia en un punto muy concreto de sus vidas.
El protagonista es casi un anciano que ha adquirido el conocimiento que con el tiempo da la madurez y la experiencia.
Sus relaciones con su mujer y su hijo -con el que también trabaja-, son más bien frías.
La única ilusión y esperanza la tiene en su nuera, en la que encuentra el apoyo y el brillo que le hace falta.
Muy buena.
Quién lea este libro explora una dimensión semiespiritual. La disyuntiva de creer y no en un momento de tu vida que solo Kawabata puede describir y plasmar. Un verdadero viaje al interior de tu vida de tu mente de tu ser emocional.