Resumen y sinopsis de Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino
La novela cuenta los desencuentros de un lector al intentar concluir la lectura de cada una de las novelas que pasan por sus manos y que están relacionadas por un hilo conductor. Así, el protagonista conoce a una lectora, llamada Ludmila, con la cual irá compartiendo sus investigaciones y pensamientos con respecto a esos principios de novela que ambos leen. El lector también conocerá a Lotaria, quien tiene un criterio opuesto sobre el concepto de leer que su hermana Ludmila. También desfilará un editor al cual reclaman por una supuesta falla en la edición de los libros el Sr. Cavedanga, un traductor engañoso, el Sr. Ermes Marana, que se encarga de falsificar o al menos modificar cada ejemplar que llega a sus manos y que ha tenido una relación pasada con Ludmila, a quien trata de convencer de que no hay un solo mundo en la lectura sino que existen tantos otros como seamos capaces de crear. El lector conoce también al escritor Flannery, al traductor especializado en lengua cimeria Uzzi - Tuzii, viaja a Ataguitania, donde conoce a una mujer que intenta ser muchas mujeres al mismo tiempo y que por alguna razón, compara con Lotaria. También conoce al Director General de los Archivos de la Policía del Estado de Icrania, Arkadian Porphyritch. Por último, nuestro protagonista intercambia opiniones sobre la forma de leer con seis lectores que conoce en una biblioteca y llega a la conclusión de que un relato sólo tenía dos maneras de acabar: pasadas todas las pruebas, el héroe y la heroína se casan o bien mueren. El sentido último al que remiten todos los relatos tiene dos caras: la continuidad de la vida, la inevitabilidad de la muerte. Luego de comprender esto, en el XII capítulo, nos encontramos con nuestro lector no sólo disfrutando de la vida conyugal con Ludmila, sino también de el libro Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino.
Ha participado en esta ficha: Aviles
Su estructura metaficcional, donde el lector se convierte en protagonista y la lectura en un juego de posibilidades infinitas, me invitó a sumergirme en un laberinto de historias y personajes cautivadores.
A medida que avanzaba en la lectura, me sentía parte de una danza entre autor y lector, donde cada capítulo me presentaba un nuevo universo literario, con sus propias reglas y atmósferas. La frustración de ver interrumpida la lectura por errores de encuadernación se convertía en una metáfora de la vida misma, donde los planes no siempre salen como uno espera y la incertidumbre es una constante.
Sin embargo, lejos de ser una experiencia frustrante, este juego literario me llenó de gozo. Cada nuevo comienzo, cada nueva historia, era una oportunidad para descubrir nuevas voces y mundos. La novela me invitó a reflexionar sobre el poder de la lectura y la imaginación, y sobre la multiplicidad de interpretaciones que puede tener una misma obra.
"Si una noche de invierno un viajero" es una novela que me ha marcado profundamente. Es una obra llena de humor, inteligencia y creatividad, que invita a la reflexión y al disfrute de la lectura. Sin duda, la recomendaría a cualquier lector que busque una experiencia literaria única e inolvidable.
Aspectos que me gustaron:
La estructura metaficcional y el juego de roles entre lector y autor.
La riqueza y variedad de las historias y personajes.
La reflexión sobre el poder de la lectura y la imaginación.
El humor y la inteligencia del autor.
Una lectura diferente, complicada de entender en algunas partes. La crítica la pone como una de sus mejores novelas, tal vez he sido yo el que no lo ha entendido.
Aun así, las 9 historias que comienza son interesantes, no se puede discutir su gran pluma ni su estructura.
Sencillamente malo. Repetir constantemente y no explicar nada. Es una decepción.
Un libro extraño que se convierte en un juego entre lector y escritor, pero eso sí un juego divertido y gratificante en su resultado final aunque el final lo veo un poco precipitado.
Definitivamente mi obra favorita de Calvino, tan cambiante, tan camaléonica, tan caleidoscópica. Una novela que me vuelve a enamorar de la lectura.
Tengo que decir que si hubiera tenido que calificar el libro por lo que leí al inicio, quizás no habría pasado mi calificación de 5. Sin embargo es un libro sorprendente, en el cual yo misma fui partícipe al sentir la frustración del lector al no poder concluir ninguna historia. En total 10 novelas son mencionadas en este libro, de diferentes autores todos ficticios, diferentes historias todas imaginarias, con títulos algo extraños y demasiado largos. Destacable además la propia historia del lector que se confunde entre la de los libros. En un momento todo parece ser mentira y luego todo real. Es un juego en el cual como lectores, entramos también. Al final, si retomo cada inicio de novela, resulta ser un cuento corto con su final.
Divertida novela-juego, en la que Calvino tiene destellos de creatividad impresionantes. Muy recomendable.
Una obra única, posiblemente irrepetible, que es también un consciente "rizar el rizo" de la relación entre autor y lector. El laberinto que crea Calvino entre las dos entidades se vuelve más surrealista a medida que avanza la novela, que en realidad es una sucesión de inicios de novelas distintas. El escritor italiano demuestra una vez más una infinita capacidad creativa y un espíritu inquieto preocupado por las distintas dimensiones de la lectura.
La forma de plantear la historia que nos quiere contar Calvino me ha parecido muy original y diferente a las lecturas a las que estoy acostumbrado a tratar, recomendable si no tienes nada más que leer. No es uno de esos libros a leer antes de morir.
Esta novela me resultó muy original y muy inteligente en su análisis (y en la forma de plantear el mismo) de los diferentes tipos de lecturas y lectores, y por extensión de escrituras y escritores, pasando por los críticos, los intelectuales, los libreros y los editores. Un repaso desde la literatura más efectivo que el de Bayard desde la teoría literaria en su "Cómo hablar de los libros que no se han leído".
Sin embargo, la estructura es recursiva, es decir, repite una serie de pasos cíclicamente, capítulo tras capítulo. Esto provoca que aburra. Si sumamos a esta trama de eterno retorno el hecho de que el autor juegue con el lector tendiéndole trampas y rompiendo el "pacto" entre ambos, todo se aúna para que uno quiera cerrar el libro de una vez por todas. Calvino, por muchos momentos, nos excluye de su juego.