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De la letra al pictograma: convertir las palabras en imágenes para facilitar el acceso a la literatura

AutorYolanda Galiana el 16 de noviembre de 2022 en Divulgación
  • Los pictogramas son imágenes que facilitan la comunicación a personas autistas y a quienes presentan dificultades a nivel lingüístico.
  • Gracias a los pictogramas, que convierten la información escrita en información visual, la literatura puede ser más accesible.

Un libro abierto del que salen letras, un esqueleto pirata, un tesoro y un barco

La adquisición del lenguaje es imprescindible para entendernos con los demás, entrar en contacto con nuestro entorno, acceder al conocimiento… Sin él, quedaríamos privados de la forma más básica de comunicación que nos ayuda a desarrollarnos en el ámbito personal, social y profesional.

Imagina que te mudas a un país cuyo idioma no has estudiado nunca. ¿No se te haría complicado el día a día? Pues bien, esta sensación de desconexión y de aislamiento es la que experimentan constantemente aquellas personas que, por razones muy diversas, presentan dificultades a nivel lingüístico. Es el caso, por ejemplo, de las personas autistas, entre cuyos hándicaps se encuentra el lenguaje, tanto en su comprensión como en su expresión. Para ellas la información es más comprensible si se les transmite a través de una imagen (entenderán antes el dibujo de un coche que la palabra “coche”). Por tanto, transformar contenido escrito a contenido visual rompería con esa barrera que las separa, en cierta forma, del mundo.

Es aquí donde entran en juego los libros. Al pensar en literatura lo primero que nos viene a la mente es la palabra escrita, lo textual, páginas y páginas repletas de letras que nosotros podemos interpretar y darles sentido. Al igual que a un niño pequeño que está aprendiendo a leer le daríamos un libro infantil ilustrado en lugar de una novela para adultos, a una persona con dificultades lingüísticas también deberíamos proporcionarle un material literario apropiado. Es gracias a los pictogramas que se pueden adaptar textos al lenguaje visual, haciendo de la literatura un arte más accesible.

¿Qué son los pictogramas?

¿Alguna vez has visto en un paso de peatones una serie de imágenes que informan sobre cómo cruzar la calle? Son cuadrados en cuyo interior aparecen dibujos acompañados de las palabras “para”, “mira”, “coche parado” y “cruza”. Se trata de pictogramas, una herramienta visual que se utiliza para facilitar la comunicación a las personas autistas, aunque también son útiles para otros usuarios con discapacidad u trastornos en los que el lenguaje se vea perjudicado.

Los pictogramas son imágenes que forman parte de los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC), definidos por ARASAAC como formas de expresión diferentes al lenguaje hablado y que tienen por objetivo aumentar el nivel de expresión (aumentativo), así como compensar (alternativo) las dificultades de comunicación.

El pictograma se utiliza en diferentes ámbitos —educativo, social, familiar, laboral…— para presentar información de todo tipo: informar sobre la rutina del día, enumerar los pasos a seguir para realizar una actividad, indicar lo que se puede y lo que no se puede hacer en un contexto determinado… A las personas autistas también les sirve para expresarse cuando no tienen lenguaje oral o lo tienen afectado; por poner un ejemplo, si quieren beber y no saben cómo pedirlo, pueden entregar el pictograma de un vaso de agua. Por otro lado, estos facilitan la lectura, pues convierten una información demasiado abstracta —la palabra— en una más tangible y que comprenden —la imagen—.

Características de los pictogramas

No todas las imágenes pueden utilizarse como pictograma, pues estos deben tener ciertas características para ser considerados como tal.

Para empezar, cada pictograma se explica por sí mismo, es decir, tiene que dar toda la información sin necesitar ninguna aclaración adicional. La imagen ha de ser lo suficientemente informativa, aunque bien es cierto que en algunas ocasiones a esta se le añade el término escrito abajo para fomentar la asociación entre dibujo y la palabra.

Los pictogramas conforman un lenguaje universal y, en consecuencia, son entendibles por todo el mundo independientemente de su lengua materna. A diferencia de la lengua de signos, que difiere de un país a otro, en el caso de esta herramienta puede utilizarse indiscriminadamente por españoles, franceses, ingleses… La representación visual de una silla es igual aquí que en cualquier otro lugar, ¿verdad?

Asimismo, es un requisito indispensable que sean imágenes sencillas y fácilmente interpretables: de un golpe de vista la persona debe poder identificar de qué se trata. Además, en el caso de los autistas, los detalles excesivos en las imágenes interfieren en su comprensión de la misma, pues pueden llegar a focalizarse en ellos y perderse su sentido global.

En el campo de la comunicación, los pictogramas convierten cualquier intercambio en un proceso más ágil y dinámico. La imagen ya está enviando un mensaje, por lo que hacer uso de ella da mucha información sin necesidad de expresar nada con palabras.

Libros con pictogramas

La literatura es una fuente de aprendizaje pero también de entretenimiento. Las personas autistas acceden mejor a las historias si estas están representadas con pictogramas.

Los libros con pictogramas pueden ser completamente en lenguaje visual (por ejemplo, “al niño le gusta el coche verde” se transcribiría como el pictograma de un niño + el de “me gusta” + el de un coche + el del color verde) o usar el pictograma para representar solo la información relevante. El ejemplo anterior se presentaría como “Al (pictograma del niño) le gusta el (pictograma del coche) (pictograma del color verde)”.

Ahora bien, ¿existen actualmente obras adaptadas a este lenguaje? Sí, poco a poco el mundo editorial está integrando en sus catálogos libros de pictogramas. Por el momento son solo cuentos infantiles o clásicos de la literatura para acercarlos al público juvenil, pero confiamos en que en el futuro los pictogramas se usen para transformar en accesibles historias más complejas.

Yolanda Galiana

Lectora empedernida desde que tiene uso de razón. Disfruta perdiéndose entre las hojas de cualquier buena historia que caiga en sus manos y compartiendo las reseñas de sus lecturas en su propio blog literario, donde da rienda suelta a sus opiniones.

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