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Los 6 mejores besos de la literatura

AutorElena Martínez el 13 de abril de 2021 en Divulgación
  • Hacemos un repaso de algunos de los besos más aclamados de la historia de la literatura.
  • Besos que destacan por la calidad de su descripción, por ser muy esperados, por sorprender al lector o por la tragedia que conllevan.

Beso de pareja en bicicleta

Nos ilusionan, estremecen, enamoran, sorprenden, nos dejan sin aliento, e incluso a veces nos enfadan. Nos referimos, nada más y nada menos que a los besos literarios. El mundo de la literatura está repleto de ellos, pues es común encontrarlos en cualquiera de los géneros. Da igual si estamos leyendo una novela de terror o romántica, los besos son capaces de transportarnos a un lugar y momento concretos, y hacernos olvidar por un instante todo lo demás. Y en ello precisamente reside su magia. De hecho, tendemos a olvidar cientos de detalles de la infinita lista de libros que hemos podido leer, pero si se trata de un beso especial entre dos personajes clave, no caerá en el olvido.

Sin intención de hacer ningún spoiler, a continuación recordamos algunos de esos besos de novela que han marcado un antes y un después, o que, por su intensidad y descripción, han sido especialmente aclamados por la crítica popular. Está claro que cada lector tiene sus favoritos, y que cada beso es único, pero estos son algunos de los más sonados. Y si no has leído alguno de los siguientes títulos y tienes intención de hacerlo, bajo tu responsabilidad queda seguir leyendo o saltar al siguiente ejemplo.

Rayuela, de Julio Cortázar. Rayuela es una de esas novelas que invitan a interactuar al lector. De hecho, así lo plantea el propio autor: puedes leerla de forma lineal o saltando entre sus capítulos, siguiendo el orden que propone Cortázar. A este juego literario se suma un estilo muy variado a lo largo de sus capítulos, repletos de simbolismo, juegos psicológicos y una gran calidad descriptiva. Y precisamente la descripción es lo que hace especial al beso más destacado de esta novela. Sucede en el capítulo 7, entre Horacio y Lucía, La Maga, y aunque se trata de un beso predecible, su calidad narrativa es impecable. Así pues, lo que el propio autor bautiza como jugar al cíclope, se convierte en uno de los besos más especiales de la literatura.

Romeo y Julieta, de William Shakespeare. Esta es una de esas novelas cuya historia no necesita presentación. Romeo y Julieta es una de las obras cumbres de la literatura y cualquier lector que se precie ha escuchado hablar con total probabilidad alguna vez de estos amantes, pertenecientes a familias diferentes y cuya enemistad les conduce a un final trágicamente romántico. A lo largo de los diferentes actos y escenas que componen la obra, sus protagonistas intercambian besos más o menos apasionantes, aunque en este caso no destaquen por su descripción. Sin embargo, hay uno de ellos, el último, que destaca por encima de los demás. Es uno de los besos más trágicos de la historia de la literatura y sucede cuando Romeo besa a Julieta, que yace envenenada, al creer que está muerta, para morir junto a ella por amor.

La ladrona de libros, de Markus Zusak. A grandes rasgos, esta novela está ambientada en la Alemania nazi y recorre la historia de una niña de nueve años, Liesel, cuya familia adoptiva le enseña a refugiarse en los libros para abstraerse de los episodios convulsos que vive el país. A lo largo de la novela le acompaña Rudy, su mejor amigo, un joven alemán que no simpatiza con el nazismo a pesar de pertenecer a la Juventud Hitleriana. Aunque se trata de una relación de amistad, Rudy siempre bromea con recibir un beso de Liesel, y es esta premisa la que convierte finalmente el beso entre los dos personajes en uno de los más tristes. Rudy muere en un bombardeo sobre Himmelstrasse, y es entonces cuando su amiga decide concederle ese ansiado beso mientras él yace muerto en la calle. La descripción de la escena, sumada al cariño y las emociones que acumula la historia de estos personajes, logran arrancar las lágrimas del lector.

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, de J.K. Rowling. No es el más intenso ni el más descriptivo, pero con total seguridad es uno de los más esperados por los fans de la saga. En el mundo de Harry Potter, el joven mago que asiste a un colegio de magia y hechicería mientras se enfrenta, año tras año, a un mago oscuro, los lectores tuvieron que esperar hasta siete entregas para que dos de sus personajes principales se fundiesen en un ansiado beso. Nos referimos a Ron y Hermione, por supuesto, y a su primer beso, en un momento nada oportuno, en medio de la guerra final contra Voldemort.

Los juegos del hambre, de Suzanne Collins. En esta entrega de la saga Los juegos del hambre, hay un beso clave que marca la diferencia para dos de sus personajes principales: Peeta y Katniss. En este caso cobra más importancia lo que significa el beso que el propio acto en sí. Peeta tiene fiebre y Katniss nunca ha besado a nadie, por lo que el momento no es el más idóneo. De hecho, la forma en la que sucede, con todos los espectadores de Los juegos pendientes del televisor, hace pensar que se trata de una simple actuación. Sin embargo, las palabras de Katniss dejan entrever que es más real de lo que parece y que habría posibilidad en próximos libros para una relación entre ellos.

Bajo la misma estrella, de John Green. Esta novela, ya de por sí, es una constante de emociones y sentimientos. Cuenta la historia de una adolescente de 16 años, Hazel Grace, que padece un cáncer, convertido en metástasis, y que le obliga a respirar a través de un tanque de oxígeno. La joven acude a un grupo de apoyo para jóvenes afectados por la enfermedad, donde conoce a Augustus Waters. Junto a él vivirá una historia de amor para nada convencional, eso sí, en la que no faltará un romántico beso. Quizás no sea el más apasionado y pueda llegar a ser hasta predecible, pero todos los detalles que lo rodean son suficientes para incluirlos en esta lista. Que suceda en la casa de Ana Frank ya lo distingue de cualquier tópico, a lo que se añade el componente emocional, cuando él le ayuda a subir su tanque de oxígeno por las escaleras a pesar de sus propias limitaciones. Un gesto de amabilidad y de amor que culmina con una conversación íntima y a sabiendas de que sus futuros son inciertos.

Elena Martínez

(Valencia, 1995) Periodista, amante de las letras y de la tecnología. Siempre hay tiempo para perderse entre las páginas de un buen libro. Sueña con escribir el suyo propio.

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