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El increíble proyecto de las pequeñas bibliotecas libres

AutorAlfredo Álamo el 10 de noviembre de 2016 en Divulgación
  • Se han instalado más de 50.000 minibibliotecas en todo el mundo.
  • Su éxito las ha convertido en todo un fenómeno internacional.

Imagen de una pequeña biblioteca libre llena de libros.

Todo empezó en 2009, cuando Todd Bool construyó una pequeña maqueta de una escuela compuesta de una sola habitación como tributo a su madre, una profesora amante de la lectura. Cogió esta maqueta, la rellenó de libros y la montó sobre un poste justo enfrente del porche de su casa. Sus vecinos y amigos quedaron encantados y pronto muchos de ellos le pidieron una de estas pequeñas librerías, a las que añadieron enseguida el cartel “libros gratis”. Esta iniciativa comenzó a hacerse más y más grande hasta llegar a dar el salto a nivel internacional.

Inspirado en movimientos anteriores como son el bookcrossing, los bancos de tiempo o los puntos de “coge un libro, deja un libro”, la idea de Bool tomó forma gracias a voluntarios que aparecieron en todo el mundo. Al principio la gente llamaba a estas pequeñas casitas “hábitat para las humanidades” o “la casa de las historias”. Al final se quedó con el nombre de las “pequeñas bibliotecas libre”.

En su página web vienen algunas indicaciones de cómo construir tu propia biblioteca, aunque no hay unas normas definidas. Eso sí, si vas a registrarte y utilizar su nombre debes cumplir una serie de requisitos, como usar un número de identificación y colaborar con ellos para hacer un buen seguimiento del proyecto. Por si tienes dudas, ofrecen un montón de planos, consejos, guías y hasta un vídeo donde enseñan a montar una de estas simpáticas casitas-libro.

Niños mirando una pequeña biblioteca libre.

Alrededor de las pequeñas bibliotecas se montan varias iniciativas, como clubs del libro, por ejemplo, y en algunas regiones del mundo poco afortunadas se están convirtiendo en un punto de reunión lectora muy importante. Su objetivo es la promoción de la literatura y la cultura allá donde puedan llegar. En los últimos años han ido creciendo a buen ritmo y el 4 de noviembre llegaron a las 50.000 instalaciones alrededor del planeta.

¿Qué os parece esta iniciativa? Parece divertida, original y de lo más interesante. No rivaliza con las bibliotecas públicas, esto es a una escala vecinal, y da mucha visibilidad a los amantes de la literatura que quieran compartir su pasión. Os esperamos, como siempre, en los comentarios.

Más información: Little Free Library

Imágenes cortesía de The little Free Library

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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