Novela Historica VI: Grecia Criminal

Uno de los subgéneros que más éxito ha tenido en los últimos años dentro de la novela histórica ha sido el resultado de hibridar esos escenarios detallistas y esos momentos y personajes fascinantes de la historia con tramas y asuntos más propios de la novela detectivesca o criminal. El resultado es de lo más atractivo y muchas de las novedades que salen hoy en día poseen, en mayor o menor grado, cierta trama de intriga.

Son muchos los libros dedicados a este tema, sobre todo por la proliferación de títulos cuyo protagonista es el mismo personaje, el detective de la época, vamos, sólo que en este caso no nos vamos a encontrar a policías o detectives privados: militares o filósofos ocuparan su lugar.

Comenzaremos por la Antigua Grecia, tierra mezcla de mitos y leyendas con los fundamentos de la razón y la ciencia.

Cuando hablamos de novela criminal e historia no podemos evitar, lo veremos también en otras entregas, hablar de Paul Doherty, el prolífico autor capaz de usar decenas de seudónimos para desquicio de documentalistas y libreros. Para la Antigua Grecia, Doherty, además de su nombre, también usa el de Anna Apostolou, con el que nos encontramos Asesinato en Macedonia, donde se trata de resolver el asesinato de Filipo de Macedonia, el padre de Alejandro Magno.

Doherty, firmando con su nombre, escoge al mismo Alejandro como centro de sus novelas y nos deja la serie de Los misterios de Alejandro, compuesta por Las puertas del Infierno, Alejandro Magno en la casa de la muerte y El ateo. En estas novelas, Doherty acompaña a Alejandro en sus campañas militares y juego un poco más con la intriga y el espionaje que en otros de sus libros.

Margaret Doody, por su parte, escoge para protagonizar sus novelas situadas en Grecia al gran filósofo Aristóteles, al que introduce con habilidad al usar la figura de su alumno Estéfano. Personalmente me encanta cómo han llamado a la serie, Los detectives filosóficos. Me pregunto cómo sería una novela criminal en la que Diógenes investigara un asesinato, ¿sería como un House de la antigüedad?

Bien, la recomendación española es La caverna de las ideas, de José Carlos Somoza, cuyo protagonista Heracles Póntor también tendrá una ayuda filosófica, en este caso la de Diágoras de Medonte. Además, en español podríamos hablar también de El ojo de Cibeles, de Daniel Chavarría, ganadora de varios premios y que tiene un gran componente erótico, situando la historia en plena Guerra del Peloponeso.

Como novedad, podemos hablar de Asesinato en el jardín de Sócrates, novela que nos viene desde Alemania escrita por Sascha Berst, en el que de nuevo un investigador, en este caso Nicómaco, arquero ateniense, se encontrará con filósofos como Sócrates o Platón. Un juego de intrigas muy bien ejecutado.

Bonus extra: La perra de Alejandría, de Pilar Pedraza. No es exactamente una novela detectivesca y tampoco está situada en la Antigua Grecia, pero comparte la esencia de todo lo que veníamos comentando: una gran intriga, personajes fascinantes y un estilo particular. Perdonadme esta debilidad.

¿Y vosotros? ¿Conocéis algún autor o libro más? ¿Qué os parece la idea de los filósofos detectives? Como siempre, los comentarios están abiertos para recoger vuestra opinión.