Resumen y sinópsis de Teoría King Kong de Virginie Despentes
La diva destroy punk de las letras francesas, escritora de novelas en las que las protagonistas ocupan posiciones tradicionalmente reservadas a los hombres (sangre, sexo y rock-and-roll) y de la controvertida y censurada película Fóllame (2000), nos ofrece un ensayo en primera persona en el que se ataca a los tabúes del feminismo liberal: la violación, la prostitución y la pornografía.La transformación de los viejos modelos del género y de la sexualidad está en marcha. Imprescindible y terapéutico. Beatriz Preciado
La biblia del feminismo. Sin eufemismos. Clara, desgarradora, liberadora. Su lectura debería ser obligatoria.
Virginie Despentes arremete contra los estereotipos de mujer y de feminidad que nuestra sociedad está empeñada en inculcar a las mujeres, despreciando todo lo que no encaja dentro de unos patrones determinados, vendiendo una imagen falsa, interesada, de la mujer ideal, más ideal cuanto más encaja en esos patrones, cuanto más hace por subordinarse a esos mecanismos de control. Cada capítulo aborda un tema controvertido; la violación, la prostitución, la pornografía, concluyendo con la metáfora de King Kong, primigenio y asexuado, como nuevo modelo de sexualidad no subordinada a nadie. No estamos ante un texto académico, sino ante un ensayo breve cuyas ideas nacen de unas vivencias personales, esas que arrastran a uno a ser quien es. Y tampoco es victimista, sino combativo en cuanto a actitud y estilo de lenguaje; directo, crudo, deseoso de provocar reacciones (lo que debería ser cualquier buen ensayo, vaya). No veo claro el foco de la crítica, la autora habla del “estado”, en cualquier caso una instancia que habla en nombre de las mujeres, convirtiéndolas en entes pasivos, apropiándose de sus voces y marcándolas por su condición. Habrá quien diga que no es neutral, por las cosas que ha vivido (víctima de un ataque sexual, prostituta, influida por el movimiento punk...), pero eso mismo tal vez sea lo que le permite hablar de ciertos temas desde una óptica mucho más lúcida que la del común de los mortales. Imprescindible, más aún en un momento (el actual) en que todo lo que suene a feminista es inmediatamente sospechoso.