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Atípica novela de Simenon, donde no se decanta ni por el Comisario Maigret ni por personajes de su entorno. Sobre el dibujo -casi un huecograbado- de una ciudad de Nantes fría e inhóspita, que recuerda el de su posterior "Los fantasmas del sombrerero", Simenon narra una historia de aprendizaje, una "bildungsroman" desesperada, con cierta dosis muy barojiana de apasionado cinismo. No por ser una novela de juventud deja de ser de las más interesantes de Simenon, pues explora temas y subtemas (el desgarramiento que se produce entre el individuo y la sociedad, la consecuente transgresión de la "normalidad", el amor como trastorno de la personalidad, la dipsomanía) que van a ser habituales en sus series posteriores.
La novela narra el "presunto" enamoramiento de Jean Cholet, un joven periodista de provincias, por la cabaretera Lulú, y las consecuencias que para el desarrollo de la personalidad del periodista y su entorno familiar tiene este episodio.
Se dejan entrever importantes apuntes autobiográficos que pueden ser muy apreciados por el lector aficionado a este autor belga.