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Cuando Bram Stoker trató de publicar Drácula como una historia real

AutorAlfredo Álamo el 8 de octubre de 2018 en Divulgación
  • Su editor cambió por completo el principio del libro.
  • ¿Qué extraña historia investigó Stoker antes de escribir Drácula?

Abadía de Whitby.

Drácula es uno de los grandes libros de la literatura fantástica de todos los tiempos. Bram Stoker logró algo solo reservado a unos pocos: la creación de un mito. Drácula es un personaje que ha traspasado la literatura para convertirse en un ser propio de la cultura popular. Pero en su día, Stoker trató de presentar parte de su novela como una historia real. ¿En qué se podía haber basado para intentar tal atrevimiento?

En 1890, antes de escribir Drácula, sabemos que Stoker realizó un viaje peculiar. No, no fue hasta Transilvania en busca de leyendas, sino que acudió a una pequeña y peculiar biblioteca privada en Whitby, donde consultó uno de sus libros más curiosos: El listado de los príncipes de Valaquia y Moldavia. Stoker no lo leyó en profundidad, buscó algo en concreto -no sabemos bien qué-, y luego tomó unas notas en su diario.

Luego revisó una serie de mapas, entre los que estaban los del centro de Londres, pero también varios dedicados a Rumanía. Allí confirmó la posición exacta de una montaña que se alzaba entre los más densos bosques del país. Un paso más en su meticulosa documentación.

Pero lo más curioso es su paso por el puerto de Whitby, donde habló con varios miembros de la guardia costera. Les preguntó por un barco que había llegado unos años antes, el Dmitri, cargado con un peculiar lote de sacos de arena. El barco se había hecho conocido porque de él salió un gran perro negro que recorrió la ciudad hasta desaparecer en el cementerio.

En su diario podemos leer:

Voivode (Drácula)

Drácula en idioma valaco significa DEMONIO. Los valacos suelen usarlo como apellido para cualquier persona que aparentara grandeza, bien por su coraje, acciones crueles o astucia.

Al parecer, cuatro meses antes de este pequeño viaje, Arminius Vambery, uno de sus amigos, le indicó visitar la biblioteca y le habló tanto del libro como del barco. Una historia que no conocemos al completo, pero que por fin hizo que todo cuadrara dentro de la cabeza del autor irlandés.

Y es que ahí había muchas de las cosas que luego nos encontramos en Drácula: el puerto, el barco (que se llamaba Deméter, no Dmitri), el perro negro, el refugio del vampiro… Todo eso de la parte real. Porque, ¿qué era real en el libro de Stoker?

En el primer manuscrito que mandó al editor, Stoker hablaba de la verosimilitud de su historia. Alegaba que los personajes eran reales, e incluso que los conocía personalmente. Que quizá había algunos elementos fantásticos… pero basados en la realidad. ¿La respuesta del editor a esta versión? Una sola palabra: No.

Al parecer, la morbosa idea de Drácula justo después de los terribles asesinatos de Jack el Destripador no le parecía una buena idea. De hecho, se trabajó mucho sobre el inicio del libro, cambiando casi por completo las primeras 100 páginas y dejando fuera muchísimo material.

Hoy en día, gracias a diferentes versiones que se han ido encontrando, sabemos que el proyecto de Stoker para Drácula iba más allá de lo que conocemos. Por ejemplo, ese capítulo tan curioso: El invitado de Drácula, donde se cuenta el viaje de Harker a Rumanía, y que solo conocemos porque apareció en un granero. Las versiones nórdicas, que tuvieron otra edición, también cambian mucho con respecto a la versión más canónica. Al parecer, no solo se cambió el inicio: también se acortó el epílogo y se modificó el final.

¿Qué había en esas 100 primeras páginas que asustó tanto al editor de Stoker como para eliminarlas? ¿Había algo que hacía más real el libro? ¿Nombres, datos, fechas? ¿Quiso el autor darnos algún tipo de advertencia? Lo cierto es que cada vez que se descubre algo sobre el Drácula original, más parece que la novela era muy diferente de lo que conocemos hoy en día.

Vía: Time

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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