La ciencia ficción española creció y se consolidó durante los años noventa y la primera década del tercer milenio gracias a nombres como Juan Miguel Aguilera, León Arsenal, Elia Barceló, Armando Boix, José Antonio Cotrina, César Mallorquí, Daniel Mares, Rafael Marín, Rodolfo Martínez, Ramón Muñoz, Javier Negrete, Félix J. Palma y Eduardo Vaquerizo. Todos ellos se habían curtido en las mismas publicaciones especializadas y convenciones de aficionados, lo que se da en llamar fandom, y compartían un sustrato común de frikismo e inquietudes; en cierto modo formaban una generación o, para ser más exactos, eran la superposición de media decena de generaciones (la preexistente cuando comenzó el boom en 1991, más varias camadas sucesivas que comenzaron en a publicar en 1991, 1994, 1997 y comienzos de siglo, por resumirle un poco el panorama a los profanos). En todo caso, el concepto clave era este: generación.
La ciencia ficción española le cedió el terreno al terror gracias a otra generación que dominó la segunda mitad de la pasada década; así, el bacalao empezaron a partirlo nombres como Alfredo Álamo, Santiago Eximeno, Lorenzo Luengo, David Jasso, Roberto Malo o Marc R. Soto, que también provenían mayoritariamente del fandom, aunque ese «mayoritariamente» es lo que marca la diferencia con respecto a la generación anterior.
¿Cuál es el panorama que se nos presenta en esta década? Pues, a tenor de lo visto durante estos años, parece que el terror sigue allí, consolidado (esa fue la gran aportación de la generación del cambio de milenio), pero que está regresando el gusto por la ciencia ficción; protagonizado, eso sí, por autores que, en principio, no le debe nada al fandom, a unas publicaciones que dejaron de existir a mediados de la década pasada. Las revistas y los fanzines especializados le han cedido el testigo a las redes sociales y la prensa generalista. Las hispacones entran en el mismo saco que las Semanas Negras y los festivales Celsius 232. Los premios Ignotus comparten relevancia con los Nocte, Celsius o (mientras duraron) los Xatafi-Cyberdark. Cristina Fernández Cubas, Fernando Marías, José María Merino, Pilar Pedraza, David Roas o José Carlos Somoza son referentes generacionales en idéntica medida que los ya citados Aguilera, Barceló, Mallorquí, Marín, Martínez o Negrete. Las antologías temáticas que han publicado Salto de Página (Aquelarre, Perturbaciones y Prospectivas), Fábulas de Albión (Steampunk. Antología retrofuturista y

Alfredo Álamo Marzo
Care Santos
César Mallorquí
Cristina Fernández Cubas
Daniel Mares
1 de junio de 2013 a las 13:49
¿Y Panteón de Carlos Sisí, premio Minotauro 2013?
1 de junio de 2013 a las 14:06
Me gustaría saber o leer sobre la literatura de Ciencia Ficción escrito por el sexo femenino.
Gracias y saludos a todos.
Héctor
2 de junio de 2013 a las 4:00
no pues este texto de juan manuel santiago me pareci muy bueno porque me gusta la ciencia ficion
3 de junio de 2013 a las 13:21
Se olvidan ustedes de mencionar a Victor Conde , con sus Crónicas del Multiverso o Los relojes de Alestes (este
ultimo del subgénero de ciencia ficción denominado Steampunk)
Por no mencionar a Pascual Enguídanos (George H. White) de La saga de los Aznar.
Un saludo.
3 de junio de 2013 a las 13:23
Todavía quedan dos entregas más, como poco, de este repaso al panorama de la ciencia ficción. A la saga de los Aznar se le tendría que dedicar algún artículo, pero, en cualquier caso, actual-actual ya no es.
3 de junio de 2013 a las 21:12
Lo de Víctor Conde lo reconozco como una omisión imperdonable (fácil de subsanar: se añade al primer listado de los años noventa), pero Enguídanos… Hablábamos de ciencia ficción española de 1990 para acá.
Gracias por tu comentario.
4 de junio de 2013 a las 17:07
Hay una ausencia injustificable, COTRINA, Y SUS FUENTES PÉRDIDAS
5 de junio de 2013 a las 8:03
La culpa es de Juanma por no titular el artículo: Un exhaustivo informe sobre la CF Española de los últimos 30 años.
5 de junio de 2013 a las 8:30
[…] curioso, pero puede que Juanma tenga razón. Puede que mi generación haya pasado, puede que ya no parta el bacalao (si es que lo partí alguna […]
5 de junio de 2013 a las 9:12
No sé en qué parte de “La ciencia ficción española creció y se consolidó durante los años noventa y la primera década del tercer milenio gracias a nombres como Juan Miguel Aguilera, León Arsenal, Elia Barceló, Armando Boix, José Antonio Cotrina, César Mallorquí, Daniel Mares, Rafael Marín, Rodolfo Martínez, Ramón Muñoz, Javier Negrete, Félix J. Palma y Eduardo Vaquerizo” no se lee el nombre de José Antonio Cotrina. 😛
En cuanto a los bacalaos partidos: por favor, que estaba presentando al dramatis personae en orden cronológico de aparición. No quiero decir que los que empezaron a publicar en 1991 o en 2001 no pinten nada ahora mismo, solo intentaba ordenar un poquito el panorama en función de cuándo comenzasteis a publicar. Es un mero constructo para hablar de “Cenital” y “El sueño del otro”, que son las dos entradas siguientes.
Como ya he comentado un poco más arriba, esto era un párrafo introductorio que se me salió de madre (qué raro en mí, pasarme de extensión) y creí que quedaría bien como artículo aparte. Tal vez quede descontextualizado como artículo aparte, porque puede dar la impresión de que intento sentar cátedra, pero no, es solo un párrafo introductorio que me quedó muy extenso y que me pareció que quedaba bien para contextualizar dos obras de ciencia ficción de los últimos dos años.
Por lo demás, y como dice Alfredo en tu blog, también reconozco parte de culpa por haber mezclado géneros alegremente. Me debería haber ceñido a la ciencia ficción. Me lo apunto por si reescribo el artículo.
¡Gracias por comentar!
5 de junio de 2013 a las 9:15
Cross-Posting y conato de Flame. ¡Venga, chicos, a comentar!
5 de junio de 2013 a las 10:22
¡Eh, no vale descontextualizar! Esto de los pingbacks terminará por volverme loco. Que en Twitter (por liarlo un poco más) ya he dicho que me encantan este tipo de reflexiones serias y con datos que haces, Juanma. Yo reflexionaba sobre la necesidad de la novedad, de crear generaciones que apenas duran cinco años y de la sensación que yo mismo tengo de no pertenecer a ninguna de ellas (aunque por supuesto que estoy encantado de estar al lado de Alfredo, Marc, David, etc.).
No me molesta para nada lo del bacalao, de verdad. Solo reflexionaba en voz alta sobre ello y lo cierto es que en mi caso es muy probable que tengas razón.
¡Y publica ya las siguientes partes de tu artículo!
5 de junio de 2013 a las 10:27
Lo de publicarlas es cosa mía… en breve, en breve…
5 de junio de 2013 a las 10:43
Buah, y llego a analizar el tema desde el punto de vista geográfico y lo peto. Esa década de 2000 con los escritores de terror aragoneses partiendo el chilindrón… 😛
Ya en serio, lo de las generaciones es más una etiqueta para vender o una argucia para intentar darle coherencia a un artículo que una necesidad real. Un ejemplo: tú mismo. ¿Dónde se te puede incluir? Por comodidad, lo hago en la de la gente que le dio el subidón al género de terror en la década pasada. Pero también estás en la última hornada de la TerMa y apareces en “Prospectivas”. Y alguien debería reconocer el papel que desempeñó “Qliphoth” hace unos cuantos años. Otro tanto pasa con Alfredo. Es bueno que no encajéis en una sola categoría. Y es mucho mejor que el asunto dé para una conversación divertida. 😉
5 de junio de 2013 a las 11:04
Las enumeraciones de autores siempre son, por definición, incompletas (y gracias a internet siempre van acompañadas de comentarios que comienzan por “Has cometido una omisión imperdonable: FULANITO”) y lo del tema de las generaciones es más una forma de sistematizar por parte del articulista para ofrecer una panorámica global al lego que un grupo con una coherencia real. Pero sí da que pensar que de la retahíla de nombres que se sueltan, pasados 10 años la mayoría se han perdido en las nieblas del olvido.
En cualquier caso sí que noto que el título puede inducir a error. De todos los autores actuales y no tanto que se mencionan en el último párrafo, la mayoría son del fantástico académico (Merino, Candeira…) o del terror (Bueso, Martínez Biurrun…) y solo si acaso Somoza es más ciencia ficción.
5 de junio de 2013 a las 11:13
Sí, la verdad es que no he hilado muy fino en ese aspecto, con independencia del título del artículo.
Pero bueno, en cuanto a Candeira, todos sabemos que su cuento de “Prospectivas” era de ciencia ficción, ¿o no? 😉
5 de junio de 2013 a las 11:20
No soy yo el más adecuado como compañero de antología para hablar de eso. Ya está el seleccionador y el editor para esas cosas.
Yo lo que sí que veo es que Candeira por intenciones y temática es claramente un autor de fantástico académico con un influencias más actuales que le dan un toque de CF en algunos relatos. Pero por ejemplo a Jon Bilbao, por lo que he leído, no le veo ni eso. Sin por ello dejarme de parecer un escritor muy bueno.
5 de junio de 2013 a las 11:46
Sip, lo de “Has cometido una omisión imperdonable: FULANITO” es realmente divertido en este tipo de cosas, ya sean entradas en un blog o antologías del género, como las imprescindibles que ha publicado Salto de Página.
5 de junio de 2013 a las 11:47
Es que Juanma omite a sabiendas. Con maldad. Como todos los correctores.
5 de junio de 2013 a las 11:50
Ah, malvado es. Por eso no ha incluido a Clara Tahoces, ganadora del Premio Minotauro 2007.
5 de junio de 2013 a las 11:58
Las “omisiones imperdonables” son a los blogs literarios lo que los “habéis perdido un lector” son a El Mundo Today. 😛
6 de junio de 2013 a las 10:18
¿Qué demonios es el “fantástico académico”? o.O
6 de junio de 2013 a las 10:39
Del que hablan estos pesados en los congresos. “Otredad y el tema del doble en ‘Alfanhuí’ de Sánchez Ferlosio”, y cosas de esas.