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Los grandes villanos de la literatura (I)

AutorAlfredo Álamo el 24 de julio de 2010 en Divulgación

Moriarty Perro

En todo libro con un mínimo de emoción, sea de aventuras, de terror, fantástico, de novela negra o de época, es necesario, además de un protagonista con el que nos identifiquemos de alguna manera, la existencia de un villano que encarne el mal, lo irracional o el obstáculo que el escritor haya decidido imponerle a sus personajes.

La verdad sea dicha: no siempre tiene que ser un villano, ya que podríamos hablar de, por ejemplo, la naturaleza salvaje, una hecatombe nuclear u otra encarnación de lo inevitable. Pero por hoy vamos a centrarnos en los grandes villanos de la literatura, esos que en ocasiones podrían arrebatarle el puesto al protagonista en cuanto se descuidara un poco.

El Profesor Moriarty: Pese a no aparecer en demasiadas ocasiones en los libros de Holmes, Doyle creó un personaje que se hizo mundialmente famoso al enfrentarse en igualdad de condiciones al mejor detective de todos los tiempos. No sólo eso, claro: llegó a acabar con su vida en El problema final. Desde entonces el Profesor Moriarty es un claro referente para todos los archienemigos cerebrales e inteligentes. Qué demonios, si hasta sale en episodios de Star Trek.

Voldemort: El villano definitivo de varias generaciones criadas con Harry Potter. Es el mago malvado sin piedad ni corazón, capaz de sobrevivir en una forma fantasmal alimentándose de sangre de unicornio. Como todos los grandes villanos, pese a ser derrotado, siempre vuelve. Su debilidad: El poder del amor.

Tom Ripley: Es cierto, es cierto. En realidad Ripley no es estrictamente el “obstáculo”. Es una apisonadora que se dedica a dejarse el terreno libre, haciendo uso de su extraordinario talento para sobrevivir y matar. Uno de nuestros favoritos y que hubiera sido interesante de ver enfrentado a algún detective famoso, también literario.

El Cardenal Richelieu: Nos referimos al personaje que describió Dumas, no al histórico, aunque también fue una buena pieza. Richelieu es otra de esas creaciones amplificada por el cine y la televisión, siempre con una conspiración a mano y manejando a los súbditos de Francia como a perros y los demás como carne para los perros. Inolvidable su apariencia perruna en Los tres mosqueperros. Desde entonces da un poco menos de miedo.

El inspector Javert, de Los Miserables: Más que villano, podríamos decir que Javert es uno de los seres más despreciables de la literatura. Víctor Hugo nos concede un vistazo a la miseria moral en forma de la corrupta visión de los hombres demasiado justos que usan la ley para justificar sus actos. Por lo menos Javert tiene un final apropiado: se suicida.

Arón el Moro: En las obras de Shakespeare hay numerosos y verdaderos villanos. Quizá el más cruel y bastardo de todos ellos se encuentra en Titus Andrónicus -una de las obras más sangrientas y menos representadas en España del bardo inglés-, ya que Arón es una persona que disfruta con el odio de los demás, carece de conciencia o remordimiento. Es un verdadero psicópata, pero dotado de las palabras de Shakespeare se hace todavía más insufrible.

Mientras preparamos la segunda entrega de nuestros villanos favoritos, ¿hay alguno en especial por el que sintáis predilección? No está mal reconocerlo, a todos nos gusta asomarnos al lado salvaje de vez en cuando, ¿verdad?

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(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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