Biografía de Alejandro Núñez Alonso
De formación autodidacta, comenzó a trabajar como periodista en su Asturias natal, marchando a Madrid en 1927, donde continúa con el periodismo en El Heraldo y La Libertad, en donde ejerce la crítica cinematográfica. En 1929 marchó a México y continuó con el periodismo en Excelsior y El Universal entre otros, y fundando dos revistas. En 1953 retornó a España, continuando su labor literaria a la que añadió la confección de guiones de cine. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1957 y el de la Crítica en 1965.Autor de novelas de temática variada, fue más reconocido por las de corte histórico.
Segunda entrega de la tetralogía. Continúa con las tramas generadas en la primera entrega sin desmerecerla en lo más mínimo. Increíble ambientación histórica del imperio Asirio-Babilonio del primer milenio antes de Cristo. Muy recomendable para los asiduos a la novela histórica.
Primera entrega de la tetralogía. Es una clásica novela histórica en la que los hechos a veces transcurren despacio en virtud de la estupenda recreación del ambiente y costumbres de la época histórica tratada, en este caso la época del imperio asirio-babilonio. Las numerosas tramas que la historia contiene no dejan indiferente al lector. Es muy entretenida y además con una descripción histórica que abunda en el conocimiento de las luchas de poder y el status de las primeras civilizaciones del oriente próximo. Novela muy recomendable para los aficionados a este género.
Continua la fascinante recreación histórica del mundo de Benasur de Judea que se enriquece en esta segunda entrega con nuevos personajes (impresionante el personaje de Clio) y situaciones en las que el zorro judío deambula entre Olimpiadas y huevos fritos en compañía de conspiradores y algún rey mago de Oriente.
Como en la anterior novela de la saga, la ambientación es alucinante. Lastima que en la actualidad no se escriban novelas históricas tan buenas y tan bien documentadas como esta.
¡Ojo! novela con mucha sustancia.
Igual que ocurre con el imperio persa recreado por Gore Vidal en "Creación" o como la Roma descrita por Taylor Cadwell en "La columna de hierro" (por poner solo dos ejemplos), Núñez Alonso tiene esa cualidad, que para mi opinión, solamente tienen los grandes autores de novela histórica de adentrar a los lectores en el mundo y la época que describen, y de ese modo ayudar con una interesante trama a conocer la Historia de una forma muy amena.
Así que con estos mimbres, el autor, nos sumerge en el siglo I, viajando por el Mar Interior (nuestro Mediterráneo y otros) desde Gades a Jerusalén en compañía del judío Benasur (el tío más pastoso de su época) y de Mileto (su indignado escriba) cuyas antagónicas personalidades hacen que veamos el entonces mundo del emperador Tiberio bajo las distintas caras de un mismo prisma, cosa muy recomendable en los tiempos que corren.
No imaginaba que en la literatura española hubiese algo tan parecido a No es país para viejos, la película de los Coen. Recuerda mucho, sobre todo, en el ambiente (una atmósfera violenta que los personajes respiran con naturalidad) y en la narración, dura y psicológica al mismo tiempo, que aquí resulta si cabe más tensa aún por esa especie de carrera de relevos en que los personajes cogen uno tras otro el punto de vista narrativo: "Versión de Lucio Vargas", "Versión de Chon Pagés"..., así hasta diez puntos de vista distintos que acaban componiendo el puzle de la trama, narrada sin embargo de modo casi lineal. El hecho de que se desarrolle en el desierto mexicano contribuye quizá a la semejanza.
Creo que Alejandro Núñez Alonso ha tenido éxito haciendo primar el aire de fatalidad por encima de los tópicos sobre el México rural, sus machos, sus chamacas sensuales..., todo lo cual está ahí pero como latente. Se diría también un spaghetti western de Sergio Leone donde los personajes fuesen algo más que poses de tipo duro o fantasmones sanguinarios.