La ley del menor
Ian McEwanReseña de La ley del menor
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Varias subtramas contribuyen a que la novela se lea de una forma muy amena. Fiona, la protagonista, es una jueza de 60 años que está viviendo una crisis matrimonial. Como argumento paralelo, el caso delicado de un menor testigo de Jehová. Y de fondo, algo en común que les une a ambos: su amor por la música. McEwan se ha basado en un caso real, y eso hace que la historia cobre dramatismo. Quizás no sea la mejor de él, pero merece la pena si eres fan del escritor (como yo).
Sensaciones contradictorias tras la lectura de este libro. Es cierto que la trama no es particularmente apasionante y que la prosa se hace en algunos tramos difícil de digerir. Sin embargo, en algunos pasajes he visto reflejada una realidad humana como en pocas otras obras y por ello se merece cierto crédito.
Invoca mucho, concreta poco. Más que abordar, merodea temas profundos, que son tratados en forma políticamente correcta. Y, de fondo (o no tanto), la historia de una crisis de pareja. No mucho más.
Una trama que como ya contaron antes se nutre de vivencias en los juzgado: si no eres experto puedes verte sumergido a partes iguales o aproximadas, en por una parte, dejarlo, y otra, seguir con su lectura. Hasta la mitad del libro mi interés era casi nulo. Me ha parecido el final bastante previsible, y salvo algunos ramalazos descriptivos de London y sus secuelas no se que más alegar en su favor.
Una historia magníficamente escrita que hace reflexionar en aspectos de la sociedad como la Fe y la Familia. Muy recomendable.
Novela corta y muy bien escrita. El personaje de la jueza es de los que se mantienen en la memoria durante mucho tiempo. El dilema del muchacho testigo de jehová seguramente es mas endeble y envejecerá mal. Tan mal como los escrúpulos sexuales del pasado que hoy nos parecen tan añejos e indefendibles. Adam Henry me inspira compasión, como todos aquellos que sufren a causa de las sectas.
Pero el autor y la jueza van mas allá, hasta el fondo del problema.
Buen libro.
Cuantos temas importantes a tratar, cuantos sentimientos, cuantas posturas encontradas, cuanta reflexión. Una delicia de lectura muy muy recomendable.
El planteamiento es y interesante y llega al fondo de nosotros, pero algo le falta a la obra para realmente impresionar
Qué difícil es transmitir todas las elucubraciones que tiene que hacer una jueza para poder emitir un fallo sobre un tema tan delicado y con tantas implicaciones personales. Desde fuera, uno puede tener su propia opinión clara y firme. Pero abstraerse de eso para intentar ser justa y y ver un caso desde todos los planos, es complicadísimo. Y más si se trata del escritor metido en la cabeza de la jueza.
Novela ágil de leer, toca muchos temas en pocas paginas y con un lenguaje directo. De Ian Macewan, solo había leído Expiación, pero esta es mucho mejor, con diferencia. Totalmente recomendable.