Resumen y sinopsis de La grandeza de la vida de Michael Kumpfmüller
En el verano de 1923, durante una estancia a orillas del Báltico, Franz Kafka, enfermo de tuberculosis y conocido como escritor sólo por unos pocos iniciados, coincide con la cocinera Dora Diamant, una joven de veinticinco años. En el transcurso de pocas semanas, Kafka hará lo que jamás habría imaginado: decide irse a vivir con una mujer y compartirlo todo con ella. En un Berlín inmerso en la hiperinflación de la República de Weimar, se atreve a disfrutar de una vida en común con Dora. No importan los precios, que aumentan cada día, tampoco las sucesivas mudanzas ni el recelo de sus padres: hasta su muerte, en junio de 1924, y a excepción de unos días, Franz Kafka y Dora Diamant ya no se separarán.
"Por las noches, ya en su habitación, ella piensa largamente en el día que deja atrás, en sus conversaciones sobre Palestina, en la broma que ha hecho durante la compra, en cómo él se ha levantado en mitad de la comida para abrazarla por detrás. Lo que se dicen desaparece enseguida. De sus caricias tampoco retiene más que los contornos, un sube y baja ondulante, los suspiros, un susurro de cuando en cuando, sin un orden concreto. Hasta ahora no se había conocido a sí misma. Eso le dice a él siempre que puede, que solo ha empezado a conocerse estando a su lado. Todo estaba dormido, todo estaba ahí para ti, solo que no te conocía. Mejor dicho, sí te conocía, pero nunca había sabido dónde encontrarte, y entonces te encontré en la playa."
Relato novelado de la fugaz relación que sostuvo Franz Kafka, en la última etapa de su vida, con Dora Diamant, a quien conoció en el balneario alemán de Müritz en 1923, conviviendo luego con ella en Berlín hasta su muerte en junio de 1924, en Austria, una persona que resultó muy especial al gran escritor, brindándole esa compañía ajustada a esa forma de ser y estar tan intimista y delicada que Dora logró complementar en el breve tiempo que compartieron juntos: los paseos por la playa y el muelle, las conversaciones susurradas, de palabras breves y silencios inmediatos, los roces leves que estremecen, los sueños confesados, las ilusiones que inspiran ciertos gestos y las cartas recibidas en la distancia antes de volver a juntarse en Berlín... todo en medio de una incertidumbre personal por la salud que se resentía día a día, por la crisis económica y monetaria que sufría Alemania en esa época, además del "bloqueo literario" de Kafka, cuyo proceso creativo, a pesar de algunas obras precedentes, aún seguía en "intentos, apuntes para una nueva novela, comienzos, fragmentos, a veces algo breve que termina y que, en el mejor de los casos, arrojará al fuego a la menor ocasión".
El autor retrata los últimos días de Kafka convaleciente en Kierling, Austria, bajos los cuidados de una noble y tenaz Dora, las visitas de Robert Klopstock y Max Brod, los contactos con su hermana Ottla, y las dificultades en procurar todas las comodidades clínicas, dado el diagnóstico de desahucio médico. No obstante, en medio de esas circunstancias complejas, se resalta el valor de los sentimientos, la lealtad, los instantes de felicidad, la entereza y la sinceridad para afrontar el destino inevitable, y la realidad de una vida difícil, esquiva, nada complaciente y distante muchas veces de los propios sueños y aspiraciones, como bien se refleja en muchas de las obras dejadas por el gran escritor checo.
Una obra escrita con un genuino respeto a la vida de un ser humano excepcional, con sus matices, su tiempo, su andar azaroso por la vida, junto a una, no menos, excepcional y valiosa mujer, símbolo de abnegación y entrega, quien fuera el último reducto de afecto de un genio incomprendido del mundo de la literatura universal.