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Leo el último libro de Rafael Reig, "Un árbol caído", en el que el autor, con un lenguaje claro y contundente, me acerca a la vida de varias parejas de matrimonios, militantes de partidos antifranquistas, habitantes -en su momento- de una urbanización en El Tomillar. Si bien el escritor, en esta novela, dispone de unos buenos personajes (a los que llega a caracterizar muy bien), una acertada ambientación (dibuja con precisión y frescura la España de Adolfo Suárez, de la UCD y del PSOE) y una pequeña trama, no consigue resolver con acierto y, por ello, no llego a empatizar con sus protagonistas, no comprendo el hilo que pretende crear en la narración con la partida de ajedrez (parece ser que la ha utilizado como metáfora de las decisiones, triunfos y derrotas del grupo de amigos y, tal vez del país), me despistan sus anárquicos saltos temporales (presente, pasado y futuro van y vienen, trabados en la narración desde el año 1979 pasando por 2003 y llegando al 2008) y no termino de comprender quién es el árbol caído del titulo (no sé si se refiere al artífice de la transición o a alguno de los ambiciosos personajes). Además, me han desilusionado los muchos momentos líricos de esta novela que no me ha parecido ni irónica, ni brillante, ni ingeniosa. De 4.