Resumen y sinópsis de La vida era eso de Carmen Amoraga
Esta es una novela que trata sobre la pérdida y la superación. Y contarlo es la mejor manera de superarlo a pesar de que, con las redes sociales, las formas de contarlo hayan cambiado.
Es la historia de Giuliana, una mujer argentina que «pierde lo más importante que puede perder una mujer, que es su compañero» y decide afrontar la muerte haciendo suya la pasión de su marido por las redes sociales. Y así, tirando del hilo de esa nueva forma de comunicación y adentrándose en un mundo que le resulta «hostil», Giuliana empieza a escribir sus impresiones en Facebook para relatar cómo ha sido la muerte de su marido.
Es la historia de Giuliana, una mujer argentina que «pierde lo más importante que puede perder una mujer, que es su compañero» y decide afrontar la muerte haciendo suya la pasión de su marido por las redes sociales. Y así, tirando del hilo de esa nueva forma de comunicación y adentrándose en un mundo que le resulta «hostil», Giuliana empieza a escribir sus impresiones en Facebook para relatar cómo ha sido la muerte de su marido.
Bonita historia sobre la vida y la muerte. Reflexiones que, desgraciadamente, siempre nos hacemos cuando nos vemos contra las cuerdas. Historia de una pareja, digamos familia, matrimonio, vida, vivencias, etc., que se trunca cuando uno de ellos enferma y muere. Muy real. Da mucho qué pensar. La vida es más sencilla de lo que la percibimos.
No soy feminista, aunque comulgo con muchos de sus postulados. Tampoco soy mujer. Si fuera ambas cosas aborrecería de la mojigata sobre la que gira esta historia de mojigatería. El duelo por un ser querido es personal e intransferible y cada cual lo afrontará de muy diversas formas, pero leyendo esta novela, el absurdo raya lo inefable. No sé con cuantas viudas habrá hablado Carmen Amoraga, incluso desconozco si ella lo es. Después de leer su obra, por supuesto, espero y deseo que no.
Temática demasiado personal e íntima como para tratar el tema del duelo de una forma tan general para todo el mundo. Entretenida las reflexiones de las redes sociales, pero no me ha llegado a emocionar como tal.
Leí el título y me imaginaba otra cosa. Creo que mejor le iría.... la muerte era eso, el proceso de la enfermedad y el duelo ante la despedida y el vivir después...
Lo que siempre nos han contado a través de psicólogos, pero en este caso, novelado.
Novela emotiva, sin duda, pero floja. El tema de las redes sociales pretende darle un toque fresco, pero a mi juicio no aporta nada novedoso.
"Has jugado y perdiste: la vida era eso".
Es un "dramón" en toda regla, el cáncer de páncreas arranca al marido de la protagonista de su vida y de la de sus dos hijas, pero hay veces que la vida es eso.
Se lee rápido, te engancha y me ha gustado.
Me sorprendió el final, aunque es un recurso muchas veces usado en libros y películas, en este caso no me lo esperaba.
Primer libro que leo de Carmen Amoraga y no será el último, seguro.
En líneas generales me ha gustado bastante. El principio me enganchó mucho, pero de la mitad en adelante se me hizo algo más repetitivo.
Ñona e insulsa. Pretende hacer una descripción del duelo por la muerte de la pareja. Los estados de animo de la protagonista son descritos a través de recuerdos de la misma, e-mails que cruza con amigas, las relaciones por Facebook con amigos de la persona fallecida... No emociona en ningún momento, que dada la temática es lo mínimo exigible, y el desarrollo es soso y aburrido. Pese a que un duelo tiene sus etapas definidas y su inicio y final, esta novela da la impresión de terminar igual que empieza, como si simplemente terminara el primer capitulo. Una pérdida de tiempo.
Novela de sentimientos, de superación ante el dolor. No cae en el sentimentalismo, aunque habla de sentimientos, de amistad, de amor. Una bella novela.
Premio Nadal 2014 para esta novela, lo que encuentro exagerado.
Tiene la novedad de presentarnos las redes sociales como parte protagónica de esta novela, o sea, la inmersión en las vidas de las personas del tuit y Facebook, como exutorios para sobrellevar la pena de un duelo, en este caso, la muerte por cáncer de un buen hombre aún joven y que va a dejar a una viuda y dos hijas en la aflicción más viva.
No tiene nada de literario esta obra, que tiene la particularidad de conmover la fibra sentimental de los lectores que se proyectan en la universalidad del duelo.
Los "llorones" virtuales hacen el papel del coro griego en los dramas de la Antigüedad.
Al igual que me pasó con "El tiempo mientras tanto", una de las cosas que más me han gustado de este libro es la intensidad de las historias aparentemente sencillas. Y ahí está parte de la clave, que detrás de la apariencia hay mil matices que las hacen complejas.
Pero lo que más me ha gustado es cómo se transmite lo que es el amor de una pareja, de una familia. Me ponía la carne de gallina sentirme tan identificada con la protagonista pese a no tener nada en común con ella.
Además, es un libro que se lee de un tirón y que a un español no le resulta extraño, sino incluso interesante, el juego de acentos.
Novela superbienintencionada pero floja, muy floja en mi opinión, demasiado ¿prosaica?. Trata de temas universales como la pérdida y el duelo, y la capacidad de superación. Todo muy encomiable, muy "políticamente correcto", sí, pero... para mí es un poco como esa comida tan saludable, sin grasa, sin colesterol, sin conservantes, que no puedes decir que sea mala pero que no sabe a nada. Puede que sea mi paladar, y he dudado a la hora de expresar esa crítica puesto que la mayoría son muy favorables pero a mí no me ha aportado mucho.
Se hace corta, se hecha de menos que no fuera un poco más larga. Engancha y emociona.
Sentimientos, sentimientos y más sentimientos. Excepcional. Realmente esto es la vida.
Está bien pero me esperaba más después de tanta buena crítica... No me ha enganchado ni emocionado... sin más.