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Bonita historia sobre la vida y la muerte. Reflexiones que, desgraciadamente, siempre nos hacemos cuando nos vemos contra las cuerdas. Historia de una pareja, digamos familia, matrimonio, vida, vivencias, etc., que se trunca cuando uno de ellos enferma y muere. Muy real. Da mucho qué pensar. La vida es más sencilla de lo que la percibimos.
No soy feminista, aunque comulgo con muchos de sus postulados. Tampoco soy mujer. Si fuera ambas cosas aborrecería de la mojigata sobre la que gira esta historia de mojigatería. El duelo por un ser querido es personal e intransferible y cada cual lo afrontará de muy diversas formas, pero leyendo esta novela, el absurdo raya lo inefable. No sé con cuantas viudas habrá hablado Carmen Amoraga, incluso desconozco si ella lo es. Después de leer su obra, por supuesto, espero y deseo que no.
Temática demasiado personal e íntima como para tratar el tema del duelo de una forma tan general para todo el mundo. Entretenida las reflexiones de las redes sociales, pero no me ha llegado a emocionar como tal.
Leí el título y me imaginaba otra cosa. Creo que mejor le iría.... la muerte era eso, el proceso de la enfermedad y el duelo ante la despedida y el vivir después...
Lo que siempre nos han contado a través de psicólogos, pero en este caso, novelado.
Novela emotiva, sin duda, pero floja. El tema de las redes sociales pretende darle un toque fresco, pero a mi juicio no aporta nada novedoso.
"Has jugado y perdiste: la vida era eso".
Es un "dramón" en toda regla, el cáncer de páncreas arranca al marido de la protagonista de su vida y de la de sus dos hijas, pero hay veces que la vida es eso.
Se lee rápido, te engancha y me ha gustado.
Me sorprendió el final, aunque es un recurso muchas veces usado en libros y películas, en este caso no me lo esperaba.
Primer libro que leo de Carmen Amoraga y no será el último, seguro.
En líneas generales me ha gustado bastante. El principio me enganchó mucho, pero de la mitad en adelante se me hizo algo más repetitivo.
Ñona e insulsa. Pretende hacer una descripción del duelo por la muerte de la pareja. Los estados de animo de la protagonista son descritos a través de recuerdos de la misma, e-mails que cruza con amigas, las relaciones por Facebook con amigos de la persona fallecida... No emociona en ningún momento, que dada la temática es lo mínimo exigible, y el desarrollo es soso y aburrido. Pese a que un duelo tiene sus etapas definidas y su inicio y final, esta novela da la impresión de terminar igual que empieza, como si simplemente terminara el primer capitulo. Una pérdida de tiempo.
Novela de sentimientos, de superación ante el dolor. No cae en el sentimentalismo, aunque habla de sentimientos, de amistad, de amor. Una bella novela.
Premio Nadal 2014 para esta novela, lo que encuentro exagerado.
Tiene la novedad de presentarnos las redes sociales como parte protagónica de esta novela, o sea, la inmersión en las vidas de las personas del tuit y Facebook, como exutorios para sobrellevar la pena de un duelo, en este caso, la muerte por cáncer de un buen hombre aún joven y que va a dejar a una viuda y dos hijas en la aflicción más viva.
No tiene nada de literario esta obra, que tiene la particularidad de conmover la fibra sentimental de los lectores que se proyectan en la universalidad del duelo.
Los "llorones" virtuales hacen el papel del coro griego en los dramas de la Antigüedad.