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Compro este título en versión de bolsillo por lo que deduzco que ha tenido una buena trayectoria comercial. Lo que no entiendo en absoluto. Admitamos la originalidad del asunto aunque haya centenas de habitaciones oscuras en locales nocturnos de todo el mundo. Aceptemos el valor de metáfora de ese cuarto reservado para encuentros libres de todo complejo y prejuicio. Aprobemos, incluso, el plan de la obra: dos etapas diferenciadas en las cuales la habitación oscura juega un papel también distinto. Pero por mucha buena voluntad que le pongamos, hemos de concluir que "La habitación oscura" es una novela fallida. En primer lugar, porque tanta reflexión "barata", tanto cambio de ánimo y de sentimiento y de percepción de los protagonistas, contenido que ocupa el 80% de la narración, termina por ser un peñazo considerable. En segundo lugar, porque la tal habitación secreta debe de incorporar una maldición para quienes la hayan ocupado, a quienes les pasan todas las desgracias laborales que uno pueda imaginarse y aún más. Y en tercer lugar, porque los sucesos que salpican la narración -intercalados en las "reflexiones filosófico-psicosociológicas"- carecen, bien del desarrollo necesario, bien de la mínima credibilidad que se debe exigir. La historieta tecnológica resulta un fiasco fácilmente detectable por cualquiera con un mínimo de conocimiento sobre cómo funcionan los sistemas en las grandes empresas. En resumidas cuentas, le pongo un 4,5 porque me siento magnánimo.
No me ha acabado de convencer este libro, al igual que el otro de este mismo autor La Mano invisible. Son libros raros.
Buena historia como ficción, pero dolorosa como interpretación de la realidad. Son muchos los personajes, pero la protagonista es esa "habitación oscura"en la que el autor consigue que el lector tome parte como si fuera uno más de esos personajes, uno más del grupo. Con recursos narrativos muy efectistas, aunque quizás algo insistente con la descripción de escenas de sexo.
Por el título me llamó la atención pero al leer la reseña creo que no me interesaría tanto, debía leerlo completo y tal vez descubriría lo interesante del mismo.
He leído todas las novelas de este autor al que le gusta experimentar y como tal investigador sobre nuevas formas de literatura merece todos mis respetos. Ahora bien, en mi opinión el suspense de esta novela deja bastante que desear, igual que la trama, que la curva de los personajes, que el hilo narrativo. Lo mejor es el porno con que llena varias páginas y la idea de la oscuridad como modelo vivo de placer, alivio, escondite. Se lee con facilidad y está bien escrita. No apto para melindrosos ni detractores de los comentarios guarretes (mocos, masturbaciones, ratas moviéndose entre los cuerpos desnudos a oscuras, etc.). El autor también promete.
Muy buena novela. Parece que el mito platoniano se ha revertido: en la actualidad, nos refugiamos en las tinieblas para procurarnos algo de paz. Claro que eso de pensar y enfrentar los problemas nunca fue cosa placentera. Isaac Rosa maneja muy bien los tiempos y su prosa es tremendamente visceral.
Sin duda es un buen libro, no discutiré que la narración es magnífica y con un buen lenguaje. Aunque la trama no me ha gustado, y me ha parecido más un ensayo que una novela narrativa. A pesar de lo corta que es me ha costado bastante terminarla, me he aburrido, mucho.
La habitación oscura sirve como refugio, de forma real y figurada. Buena narración, buena trama -aunque flojea al final-, pero sobre todo excelente por las reflexiones que despierta.
Isaac Rosa, autor confirmadísimo.
Isaac Rosa se confirma como mi novelista español actual favorito, y eso que su estilo trata a la novela de una manera que parece ser un ensayo. Tras haber leído El país del miedo y La mano invisible, fue con la segunda cuando definitivamente me enganché al autor. Con la habitación oscura mantiene el listón muy alto, a mi me ha gustado tanto o mas que La mano invisible. Si bien el mismo dice que con La mano invisible se planteó escribir sobre el mundo laboral, y que con esta estaba abierto a lo que surgiera, se reconoce continuidad, aunque solo sea por ese retrato de la generación a la que pertenecemos, aquella a la que prometieron la continua mejoría de las condiciones sociales o de consumo y que vamos a acabar viviendo peor que nuestros progenitores. Otra parte importante de la novela es el tratamiento literario de la oscuridad, que recuerda a veces a Ensayo sobre la ceguera de Saramago. Luego esta también el asunto del espionaje informático, ¿después de leer este libro, alguien seguirá sin tapar la webcam de su ordenador?