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Una novela de "terror", bajo ningún concepto, debe ser lenta. Y por desgracia esta lo es. Es precisamente esta lentitud en la manera de narrar, lo que hace que la lectura te resulte a ratos, aburrida e increíblemente tediosa.
Para empezar, en mi opinión, le sobran muchas páginas, llenas de historias secundarias, que están bien construidas y son originales, pero no aportan nada a la trama, y más ayudar, entorpecen el ritmo de lectura. Esto mismo sucede cuando el autor, en un momento de tensión con el que logra atraparte por completo, empieza a divagar contando hechos del pasado que poco o nada tienen que ver con la situación actual.
No obstante, si el final hubiera sido bueno, hubiera podido pasar por alto todos los defectos y, considerar el libro aceptable. Por desgracia no es eso lo que ha ocurrido. El final es horrible en todos los sentidos: torpe, incoherente, poco elaborado... En definitiva, incompleto. No hay ni la más mínima explicación acerca de NADA de lo que ocurre o ha ocurrido a lo largo del libro. Es que ni siquiera hay un intento o una descripción fiable.
En resumen, es un libro de penoso, aburrido e incoherente. No entiendo como pretenden con este libro, ensalzar al autor con la categoría de "Maestro escandinavo del terror".
No es un mal libro pero es un tanto extraño.
Buen trabajo de ambientación respecto a la atmósfera del pueblo en el que transcurre la narración y también están bien elaboradas las historias pasadas de los personajes. Sin embargo la trama de misterio y en especial lo referente al Spiritus no termina de convencer.
Había leído "Déjame entrar" del mismo autor y me gustó bastante más. Se supone que este libro consagra a John Ajvide Lindqvist como escritor de terror, pero para mí ha sido francamente decepcionante.
¡Qué libro más malo¡. Trama enrevesada y en, algunos momentos, incomprensible.
Muy surrealista cutre. No vale la pena.