Un hombre bueno no es fácil de encontrar
Flannery O´Connor-
Título alternativo: Un hombre bueno es difícil de encontrar
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Año publicación: 1955
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Temas: Cuentos y relatos
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Nota media: 7 / 10 (2 votos)
Reseña de Un hombre bueno no es fácil de encontrar
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El primer libro recopilatorio de O’Connor lleva por título “Un hombre bueno es difícil de encontrar” y dicho cuento es uno de los más leídos y comentados de su corpus narrativo. Anticipa el género de la “road movie”, el horror de carretera sobre unos personajes inocentes e ignorantes de la pesadilla que les acecha cuando toman el camino equivocado en su viaje por la América profunda. Es destacable por su crueldad, así como por las enigmáticas reflexiones de un psicópata, figura quizá más ambigua de lo que aparenta y de rasgos mesiánicos.
En “Un encuentro tardío con el enemigo”, un viejo senil se ve asaltado por los confusos recuerdos de una vida que ya no le pertenece, lucido como puro objeto de exhibición debido su condición de soldado sureño, cuya historia y tradiciones que le resultan ajenas y se le revuelven en contra en su mente fracturada; para su descendiente, una marca de rancio sentimiento de superioridad, para las nuevas generaciones, una carga que abandonar a cambio de sensaciones más volátiles.
En “Un golpe de buena suerte”, una mujer de fuerte carácter que se niega a sí misma cualquier muestra de debilidad y que juzga duramente a los demás se enfrenta a la perspectiva más inesperada y terrible, que no es otra que la de ser madre. Son unos personajes, los de estas páginas, que descubren en sí una revelación que les atraviesa. Como pasa en “La vida que salvéis puede ser la vuestra”, donde un embaucador errante, o tal vez alguien con buenas intenciones pero incapaz de mantener su palabra, acaba también huyendo de los demás, de la responsabilidad de sus actos… pero no podrá huir de la lluvia.
“Un círculo en el fuego”, perteneciente a ese género de invasión doméstica, o extraños que se presentan amenazadores en la vida de gente respetable, presenta por primavera vez la figura de una mujer poderosa y satisfecha de sí misma como pudiera estarlo Job, responsable, dueña de tierras y que ha sabido seguir adelante, dominando a su servidumbre negra con mano de hierro, pero que será desafiada por una fuerza que escapa a su control, pone en cuestión su rectitud moral y estimula sus miedos; a un incendio devorador que parece una manifestación de la cólera divina. “El río” muestra un ejemplo de infancia desamparada, un niño muy pequeño en manos de un culto evangélico que despierta en su frágil mente un afán de redención y purificación, el cual se salda de una manera atrozmente liberadora… aquí encontramos las primeras obras maestras de O’Connor, relatos duros, fuertes y que dejan malherido el ánimo del lector.
“La persona desplazada” introduce el tema de la emigración, por entonces, procedente de la Europa en guerra, cómo la llegada de una gente desconocedora del idioma, costumbres, religión… son una amenaza, un misterio a ojos de una comunidad muy cerrada, presa del prejuicio y del recelo. “La buena gente del campo” es otra lección de humildad hacia aquellas personas revestidas de una falsa dignidad (intelectual, en este caso), en el fondo sin experiencia en la vida y presas fáciles para los lobos con piel de cordero. Por otra parte, “El templo del espíritu santo” juega con la idea de pureza virginal católica frente al cuerpo defectuoso o impuro de los fenómenos del circo, en un relato iniciático sobre aprender a aceptar lo que es diferente.
“El negro artificial” puede ser el mejor texto de la colección o incluso de la obra corta al completo. Abuelo y nieto viajan del campo a la gran, moderna y peligrosa ciudad con el fin de obtener ciertas lecciones vitales, pero lo que encuentran allí destruirá respectivamente la inocencia de ambos; de nuevo, reminiscencias bíblicas en cuanto al tema de la traición y un cuestionamiento severo del racismo tan férreamente inculcado para unas personas que parecen arrancadas de su terruño y venidas, literalmente, de otro planeta.
Es un cuento corto, que a simple vista parece de poco contenido, insulso o incluso trivial. Lo que ocurre es que una vez leído, lleva al lector a pensar que habrá detrás de tanta simpleza... Muchos de sus cuentos dejan la misma sensación, y al final, se deja entrever un mensaje bastante sutil. Imagino que es necesario conocer a la escritora y su estilo, para terminar de descubrir en profundidad cada uno de sus cuentos.