Resumen y sinopsis de Las ranas también se enamoran de Megan Maxwell
Marta es una joven y divertida madre soltera que trabaja como costurera en el taller de moda flamenca de Lola Herrera en Madrid. Sus dos pasiones son su hija Vanesa, a la que adora, y su moto, una Honda CBF 600, con la que pasa muy buenos momentos.
Pero el día a día de Marta dará un brusco e inesperado giro cuando el hijastro de su jefa, un empresario inglés llamado Philip Martínez, aparece en su camino y no lo puede despistar ni acelerando con la moto.
Sin duda, el destino y un inglés tozudo se han unido para cambiar su vida y, en especial, el amor.
Han participado en esta ficha: albertojeca bclaudia
No es el más entretenido de la autora, y aunque es de amor es más tirando a erótico, pero casi al final de la historia te deja con un nudo que hace que no puedas dejar el libro hasta que termina la historia
Un libro muy en el estilo de la autora y que sobresale en el subgénero "chick-lit" por el tipo de personaje y circunstancias que desatan el conflicto principal y su consecuente desenlace; muy impactante y emotivo, por lo que se gana mis puntos.
Por lo demás, cumple muy bien las expectativas: personajes, diálogos y situaciones divertidas, que sacarán más de una sonrisa en el lector.
Leí este libro porque me lo regalaron, al principio dije, suena interesante porque leí otros libros de la autora como Pídeme lo que quieras, pero luego al adentrarme en la historia se me hizo algo así como "pan con lo mismo", tiene una historia bastante parecida a ese otro libro pero sin entrar en tanta descripción erótica, la básica historia de la chica "todolopuede" guapa y que tiene "un no sé qué" que enamora al más rico y guapo extranjero que cae redondito a sus pies. Creo que la autora está apostándole a ese tipo de historias viendo que le fue bien con ese tema.
Auténtica "Chick-lit" o lo que en España de siempre se ha llamado "novelita rosa para jovencitas". Por supuesto cuenta con un más que evidente "y fueron felices y comieron perdices". La historia en si está bien y como lectura de bajas temporadas tiene un pase.Sin embargo, hace unos de excesivos estereotipos al desarrollar el personaje de Lola Herrera y el de Adrián. Lola es una mujer andaluza en cuya boca pone constantemente expresiones del tipo "Ozú", "miarma", "siquillo", .... hasta llegar al hartazgo. ¿Pero quién habla así en Andalucía? No hay que obviar que el acento andaluz es particularmente sonoro, que se hace uso de ciertos giros idiomáticos, ... pero jamás hasta tales extremos. Personajes de este tipo siguen potenciando la imagen de una Andalucía pobre y carente de cultura, y de unos andaluces dignos de tal imagen.
En cuanto a Adrián, tres cuartos de lo mismo. Por su condición sexual - gay para más señal-, la autora le otorga un lenguaje excesivamente afeminado que más que hacer reír, también termina por aburrir.
Eso en cuanto a los personajes. Pero si hay algo que me ha llegado a sorprender sobremanera es la referencia al clima en Sevilla. Se desarrolla una escena en la que llueve y sobre lo que se queja un personaje. A tal queja otro personaje le responde que no se queje porque por lo menos hoy no ha nevado!!!!! ¿¿NEVAR EN SEVILLA?? Creo que en los últimos 100 años ha nevado en Sevilla 2 veces...
Esta novela ha superado con creces las expectativas que tenía sobre ella. Me ha hecho reír muchísimo. Me ha enganchado desde la primera letra hasta la última. Después de todo... ¿Quién no sueña con una rana así?