Resumen y sinopsis de Por favor, cuida de mamá de Shin Kyung-Sook
Un sentido homenaje a las madres tan crudo como emocionante.
Cuando So-nyo, de sesenta y nueve años, se separa de su esposo entre la multitud en la estación de metro de Seúl, su familia comienza una búsqueda desesperada para encontrarla. Sin embargo, a medida que antiguos secretos y penas privadas salen a la luz, se ven obligados a preguntarse: ¿conocían realmente a la mujer a la que llamaban mamá?
Por favor, cuida de mamá es la historia de So-nyo, esposa y madre, que ha vivido una vida de sacrificios y compromisos. Ahora, a sus sesenta y nueve años y con algunos achaques, mientras está viajando desde el campo coreano hacia el Seúl de sus hijos ya adultos, So-nyo se separa de su esposo cuando las puertas de un tren abarrotado se cierran. Mientras sus hijos y su marido buscan por las calles, recuerdan la vida de So-nyo y todo lo que dejaron sin decirle. A través de sus voces conmovedoras, comenzamos a descubrir los deseos, dolores y secretos que ella guardaba en su interior. Y a medida que el misterio de su desaparición se va desentrañando, descubrimos uno todavía mayor, el de todas las madres y sus hijos: cómo el afecto, la exasperación, la esperanza y la culpa se suman al amor. Compasiva, redentora y escrita con gran belleza, Por favor, cuida de mamá reconecta al lector con su historia familiar y con los sacrificios olvidados hace años.
Esta talentosa escritora coreana, sabe plasmar con gran acierto, los sentimientos encontrados que se producen entre los miembros de una familia tras la extraña desaparición de la madre.
Está narrada con ternura, sensibilidad, y con ciertos toques de lirismo.
Cada personaje es una voz poderosa y angustiosa que templa y acaricia el alma en busca de consuelo.
Un buen entretenimiento para las tardes frías y monótonas de invierno.
Kyung-sook Shin ha escrito una novela conmovedora, emotiva, cruda, intimista, y crítica que trata sobre la familia, de la atención que merecen nuestros padres cuando envejecen, de la pérdida de los seres queridos y la importancia de demostrarles cuanto le valoramos antes de que sea demasiado tarde. Pero sobre todo trata ese amor sin límites, desinteresado e incondicional que siente una madre hacia sus hijos y de los sacrificios que llegan hacer por estos.
Park So-nyo, ha tenido una vida dura y difícil como muchos ciudadanos coreanos de su generación: creció en las montañas durante la ocupación japonesa a su país, campesina analfabeta, ha conocido la confusión y la pobreza que acompañan el final de toda guerra, ha trabajado duro y sin descanso por el bienestar de su familia. En su vejez sigue viviendo en el pueblo al que llegó a los 17 años luego de un matrimonio arreglado. La casa familiar ha sido remodelada y ampliada pues la familia ha prosperado, ha visto como sus hijos se han convertido en profesionales exitosos. Pero un día Park So-nyo desaparece, se separa de su marido en la estación del Metro de Seúl, y el mundo de su familia se trastorna.
Entre recriminaciones y reproches mutuos, sus hijos empiezan su búsqueda: pero ¿alguno recuerda en realidad la fecha del cumpleaños de mama? ¿Alguno tiene una foto reciente de mamá en sus casas?
Por que se mostraron tan indiferentes ante su deterioro físico y mental... Surgen los sentimientos de culpa entre los miembros de la familia por no prestar más atención a esta mujer que sin esperar nada a cambio les dio todo.
A través de las voces de su marido, hijo e hija mayor y de la propia Park So-nyo, el lector va construyendo el perfil de una mujer abnegada, luchadora, afable, fuerte, alegre, trabajadora y de una calidad humana admirable y solidaria. Conocemos los sacrificios que ha hecho por sus hijos y del orgullo que siente como madre, sus alegrías, tristezas, soledad, secretos, ilusiones, defectos, debilidades y esas pequeñas culpas y grandes penas que se guarda para sí y también la agonía de la enfermedad que padece.
Las vivencias que cada uno de sus hijos tuvo con su madre y los propios recuerdos de Park So-nyo, nos hacen participes del choque generacional, del contraste entre las costumbres rurales y la vida cosmopolita y ajetreada de Seúl. Los cambios y mejoras en el bienestar familiar, son también un reflejo de la rápida evolución que la sociedad coreana ha experimentado en solo medio siglo. Pero los cambios políticos son tratados de manera anecdótica dentro de la cotidianidad de la vida en familia... superficialmente se mencionan hechos como la división del país, las guerra entre las dos Coreas y las manifestaciones civiles y estudiantiles por la lucha de la democracia en los 80’s
Novela totalmente recomendable para todos los gustos y necesariamente tampoco hay que ser un gran conocedor de la cultura y la sociedad coreana para poder entenderla y apreciar su lectura, aunque es posible que ayude ampliar el enfoque general de la novela... Pero el tema tratado es tan universal y común en todas las latitudes que no hace falta y es que mujeres como Park So-nyo afortunadamente existe en muchas partes del mundo.
Tras la inesperada desaparición de la madre, que había sido el espíritu y sustento de la familia, se abre una herida en todos los miembros de la familia. El libro es un continuo escarbar en esa herida. Al final tanta culpa y sufrimiento resultan redundantes y saturan un poco la lectura.
Recomiendo este libro por su lectura intimista, pero sencilla. Muestra la vida de una familia a través de sus recuerdos. Unos buenos y otros no tanto. Los personajes están muy bien caracterizados, todos distintos pero todos unidos por el nexo familiar. La lectura se hace amena y el libro se hace sencillo. Me dio pena terminarlo porque estaba totalmente integrada en la familia.
Libro CRUDO y BUENO, transmite muy bien el sentir de cada miembro de la familia, acabas metiéndote en la piel de ellos, sientes como ellos, piensas como ellos, en fin, pareces uno más, con los mismos sentimientos...
Al leerlo, valoras de otra manera tus sentimientos hacia los seres queridos, pensando que deberás ser más humano cuando los trates.
Está muy bien narrado y acapara tu atención continuamente.