Resumen y sinopsis de Black, black, black de Marta Sanz
Los padres de Cristina Esquivel, una geriatra a la que han encontrado estrangulada en su piso de Madrid, contratan al detective Arturo Zarco para que encuentre al asesino. En verdad, lo que desean y esperan, es que inculpe a Yalal, el albañil marroquí con el que estaba casada la muerta y que ahora tiene la custodia de la hija de ambos.
Zarco es un detective muy poco convencional: cuarentón, gay y aún estrechamente ligado a Paula, su ex mujer, a la que cuenta y con la que discute por teléfono las vicisitudes de la investigación y hasta los pormenores de sus fascinaciones eróticas. Pero bajo la superficie de las charlas, tras el relato del ir y venir de vecinos sospechosos y de presuntos implicados, la conversación telefónica entre el detective y Paula se convierte en un pretexto para la dominación y la venganza, para el daño que se quieren infligir dos personajes que se odian, se aman, se necesitan y se repelen. Hasta que el forcejeo dialéctico entre Zarco y Paula queda, de repente, interrumpido por el diario de la enfermedad de Luz, una de las vecinas de la geriatra asesinada, y madre de Olmo, el jovencito que fascina y perturba a Zarco.Un relato interfiere en el otro relato y el encanto y la seducción de lo reconocible se suspenden.
Black, black, black es una espléndida novela negra que puede leerse como tal, pero también, y sobre todo, como otra cosa, puesto que Marta Sanz nos propone una lectura insurgente sobre la violencia del sistema, sobre su imperfección, un relato donde la idea del crimen como resultado de la fricción social, de algo más terrible que las patologías, abre la posibilidad de una investigación psicológica que profundice en las relaciones de causa y efecto y no se base solamente en las pruebas de laboratorio y en las mesas de los forenses.
Muy recomendable y ameno thriller muy bien escrito donde se mezcla el humor y hasta la crítica social, con personajes dispares que comparten comunidad de vecinos que puede extrapolarse a una ciudad o a un país y cada uno cumple su estereotipo. Hay de todo en estas 300 páginas que te enganchan.
Lo resumiría en desconcertante. Desde la estructura narrativa, los tiempos verbales, los personajes, los pasos en falso en la trama. La autora no lo pone fácil y ahí quizá es donde está el encanto.
Una excelente novela negra. Además de bien escrita no es solo la clásica novela negra sino que además es divertida y su redacción es diferente. Muy muy recomendable.
Gran novela de misterio. Escrita para mantenernos en vilo hasta el final, pero también para que reflexionemos sobre la soledad, sobre la necesidad de aferrarnos a alguien, sobre los prejuicios sociales y raciales. Divertida, tierna, negra y expectante. Muy recomendable.
Marta Sanz ha escrito una novela con un nivel de adicción brutal. Ha escrito un crimen y lo ha resuelto y por el camino ha dejado un rastro de calidad y elegancia que no lo borran legiones de Dans Brown a golpe de cincel renacentista ni en mil años. Porque ha escrito una novela de misterio de las buenas, de las originales, de las que no se escriben ya, de las que se leen una, dos y cien veces y de las que uno quiere volver a empezar en cuanto acaba y comprar para dejarle a todo aquel que no llegue a ellas. Ha escrito el tipo de novela que le puedes regalar a cualquiera y quedar siempre bien.
Entramos en el túnel de la subjetividad y las diferencias, con esta indagación cotidiana en personajes, a manera de novela policíaca, pero también en las mentiras y espejismos de la ficción, de la observación microsociológica, de las relaciones mestizas de amor y odio, en las visiones y carátulas generosas y opacas del ser humano y, porqué no, en la cara ramplona de la realidad.
Una versión particular y postmoderna de la zanahoria y el palo, intentos de manipulación y resistencias, a través de una novela recomendable, casi diría que “ejemplar”, por la consistencia de su moraleja: todo relato es parcial e interesado, Puede que contar la vida sea sólo eso, un juego malabar de perspectivas, verdades a medias, mezcla versátil de egoísmos y filantropías, intersecciones e interactuaciones entre las soledades propias y las ajenas cercanas, éstas que nos rodean, entre las que paseamos nuestros días y nuestras noches...
Qué acierto, el de la autora, proporcionarnos con esta narración triangular este horizonte de sugerencias.