Resumen y sinópsis de Doce cuentos desvergonzados de Hector Hugh Munro
Evelyn Waugh decía de él que había escrito «seis o siete obras maestras» y Graham Greene afirmaba de sus cuentos: «Los disparates vienen y van sin parar, encandilan y deleitan», y lo cierto es que nadie ha sabido sacar a la luz con el ingenio, la frescura y la precisión de Saki las miserias y los excesos del género humano. Desde el caradura que humilla a su familia en Nochebuena hasta el sablista que se cree a punto de vender huevos cuadrados, pasando por los niños aviesos que retuercen las emociones ajenas o la terca Eva que se niega a comer del fruto prohibido, los personajes de estos doce relatos nos devuelven al Saki más agudo y descarado.
«La risa se combina con cierto salvajismo, el ingenio exquisito con el panteísmo, y el más absoluto desprecio por la moralidad con el idealismo, de modo que al acabar sus relatos tenemos la inquietante sensación de haber tomado parte en la exaltación de un instinto inteligente y descarnado.» Tom Sharpe
Ha participado en esta ficha: yiyolon
Este es el tipo de cuentos algo más flojos que la tónica general en la producción de Saki. Se mantiene la parodia y el humor pero la capacidad de maravillarnos decae ligeramente. De todas formas, nos mantiene pegados también a sus páginas. Ejemplos son un tatuaje en la espalda tratado como una obra de arte o la confusión de una baronesa en la representación de una obra teatral.