Resumen y sinópsis de Almas grises de Philippe Claudel
Ganadora del prestigioso premio Renaudot y elegida Libro del Año por los libreros franceses y la revista Lire, esta novela posee una belleza sombría y seductora que emana tanto del clima misterioso que envuelve la historia como del profundo y descarnado retrato de los personajes que la componen.
Diciembre de 1917. En un pequeño pueblo del norte de Francia, el cuerpo sin vida de una hermosa niña aparece flotando en el canal. A la escena del crimen acuden, acompañados por el incesante tronar de los cañones y el acre olor a pólvora de un frente que se desgarra a escasos kilómetros, un policía, un juez instructor y un militar. En este mundo provinciano, el asesinato de Belle suscita innumerables sospechas, despierta viejos rencores y sacude un orden social que se tambalea. Todos los indicios apuntan al fiscal Destinat, un rico aristócrata ya jubilado, pero el juez designará como culpables a dos desertores apresados en las cercanías del lugar del crimen. Sin embargo, la crónica de los hechos, escrita por el policía veinte años después del suceso, invita al lector a descubrir una realidad inesperada. En su implacable relato, donde la emoción aparece retenida por el pudor del narrador, nadie es inocente, y los culpables, de una forma u otra, son también víctimas. El gris es el tono dominante, pero no el gris de la muerte, ni el del duro clima invernal, ni siquiera el de la cobardía, sino el gris en que se desenvuelve la condición humana: la ausencia de certezas absolutas, las sombras, los claroscuros, en suma, el peso rotundo de la duda.
Ha participado en esta ficha: bclaudia
La trama de “Almas grises” es una de las más bien ligadas que he encontrado entre cientos de lecturas. Me pareció un relato muy conmovedor que estaba muy bien escrito. En definitiva, una historia de aquellas que se quedan contigo para siempre.
Se lee rápido, pero requiere concentración. Novelón. Estuve a punto de abandonar, pero tras comenzar de nuevo... con tranquilidad... es una genialidad. Súper recomendable.
Buen libro que logra conmover por la cruda realidad que refleja. En un pequeño pueblo francés, el autor ensambla un escenario descorazonador: los estragos de la cercana guerra contra los alemanes, con la llegada de los heridos y la desaparición de algunos maridos, se une al triste asesinato de una inocente y la falsa culpabilidad a otros inocentes. Todo ello, junto a la soledad conyugal, desembocará en la apatía por la vida de los dos principales protagonistas: el fiscal y el policía. Y es que el escritor sabe reflejar con maestría cómo una vida ausente de valores va calando en el espíritu de los protagonistas. Una suma de dramas que no te dejarán indiferente.
Cómo dices, que todavía no has leído esta novela?? Corre a la librería o a la biblioteca más cercana a tu casa y comienza a leerla. Pura maravilla.
Se demuestra con este libro que no es necesario recurrir a personajes irreales o a novelas enciclopédicas para escribir un buen relato policíaco.
Tanto como para darle el premio al libro del año en Francia, pues no soy yo quien para negárselo, pero me parece muy exagerado.
Muy recomendable.
Pese a narrar una historia muy dura y muy triste, el libro me ha gustado mucho. Está muy bien escrito y mantiene la intriga todo el tiempo.
Historia sórdida, ponzoñosa e hiriente donde las haya. Efluvios fratricidas de la Gran Guerra, que causan verdaderos estragos en los habitantes de un pequeño pueblecito del norte de Francia. Ninguno de los personajes es del todo inocente, pero si verdaderas víctimas de un mundo que se descompone a ojos vistas. Y es que la vida no avisa: tan pronto vives instantes de dicha como te ahogas en charcos de sangre. La guerra destroza, mutila, mancha, envilece, despanzurra, desmiembra, aplasta, despedaza y mata. Una bilis negra pestilente, que ahonda en los más bajos instintos de la condición humana. "Chapeau" por el autor. Está muy bien escrita.
La guerra rugiendo en las proximidades y las personas con toda su carga de impiedades poblando las hojas de esta novela, la cual una vez leída te deja un amargo sabor de boca, el autor parece regodearse con la miseria humana.
Novela corta, narrada en primera persona, donde la hipocresía social envuelve con su manto las almas grises de todos sus personajes.
Me gustó mucho por su ambientación y por el gusto literario del autor y ese pequeño juego de ocultar la identidad del que narra la historia. Sabes que es un personaje, que está implicado de algún modo en los sucedido, pero no llegas a adivinar quién es. Como siempre, las apariencias engañan y no digo más.
Señora novela, en la línea de la mejor narrativa francesa del momento, Lemaitre, Echenoz, Carrere... casi nadie al aparato. La historia de Claudel derrama sencillez, elegancia y dolor. En esta pintura de almas grises, la guerra es lo de menos. Repetiremos suerte.
Entre el contraste de blancos y negros se sitúa esta novela. Un ambiente gris, unos personajes gris, una historia gris...y entre tanto gris monsieur Claudel construye una historia con una luz y una potencia demoledora. IMPRESCINDIBLE.
Fascinante y perturbadora a partes iguales, esta novela ha despertado en mí sentimientos encontrados: está maravillosamente escrita y es profunda como pocas, pero concentra en sus pocas páginas tanta bajeza, tanta miseria moral y, en suma, tanta desesperanza en el ser humano, que se me ha hecho insoportable. Le reconozco el valor literario, desde luego, pero no puedo decir que me haya gustado. Y, de momento, voy a dejar reposar a su autor.
Almas grises ha sido una lectura muy desagradable. Y no por la forma en la que está escrita o por que la historia no carezca de atractivo. La razón es que no puede ocultar ese tufo de podredumbre mezclada con buenas intenciones (y una pequeña ración de atrocidades de guerra de regalo) que finalmente no conduce a nada.
Lo primero que leo de Philippe Claudel me ha parecido correcto en cuanto a la manera en la que ha sido escrito. Cuenta con un estilo correcto y descripciones concisas que hacen que leerlo sea muy sencillo. Por contra tiene varias expresiones repetitivas, giros argumentales que tratan temas secundarios sin interés, y la estructura tipo diario, que además de limitar resta verosimilitud al narrador, y aburre un poco al lector.
Los personajes son caso aparte. Resultan vacíos, superficiales y un tanto anodinos, incluso el propio narrador, que es del que menos información tienes. A pesar de tener datos sobre su físico y su personalidad, a veces cuesta calibrar sus acciones, lo que impide que te formes una opinión completa sobre cada personaje. Además, y en contra de la intención del autor, me parecieron detestables y artífices de su propia desgracia, exceptuando algunos de ellos, de los cuales no dispones de conocimientos suficientes para juzgarlos adecuadamente.
La historia empieza de forma muy emocionante, aunque marcada ya desde el inicio por el color del título. Así pues en un pueblo francés durante la época más gris del año, invierno, y en un periodo muy gris de la historia universal, la Primera Guerra Mundial, el asesinato de una niña de 10 años conmociona a toda la población. A partir de ahí seguimos las teorías y conjeturas sobre el crimen del policía que atendió el caso, eso si, escritas varios años después. Junto con esta historia, aparecen muchas más, algunas que no vienen a cuento, que adornan (o afean) la historia principal. El final deja la resolución abierta, aunque la trama que narra quede más que cerrada.
En suma, Almas grises, mitad drama, mitad novela negra no pertenece a ninguno de estos géneros por completo. Como Drama le falta tragedia y crudeza, mientras que como novela negra carece de emoción suficiente como para enganchar al lector. Esta mezcla acaba convirtiéndose en un despropósito que se deja leer, pero que no aporta realmente nada.
Antes de escribir mi comentario a este libro, he leído lo que habían escrito otros de sus lectores y después de leer el comentario de Clararenas no puedo expresar mejor que ella lo que he sentido al leerlo. ¡Gracias Clara!
Libro muy detallista y que a veces, debido a los ir y venir en el tiempo, hace que uno se pierda en la lectura, aún así Philippe Claudel sigue demostrando una forma de escribir muy sutil y que te hace meterte de lleno en el ambiente que crea.