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No me parece afortunado el acercamiento de este autor a la labor del médico rural Dr. John Sasall. Demasiadas especulaciones, razonamientos un tanto alejados de la realidad, comparaciones inoportunas que restan continuidad a la obra. En ocasiones se aleja de la vida del médico y analiza aspectos de la política , de la sociedad, de filosofía, de religión… En general abunda el tedio. Comete el lamentable error de idealizar al médico, de asignarle un poder que no tiene. El médico por supuesto hace lo que puede. Sobre todo acompaña. Asume excesivas obligaciones que podría compartir con un especialista. Me atrevería a decir que el autor es un poco PEDANTE, así compensa su falta de comprensión de la actividad médica en un área rural. La biografía la debería haber hecho el propio médico de la obra. Un buen médico es una persona humilde, consciente de sus limitaciones, alguien que llega a la convicción de que no es más que sus pacientes, que está a su altura y no por encima de ellos. Por supuesto no hace disquisiciones filosóficas torpes e inoportunas. Os sorprendería como cualquier campesino o ganadero te puede dar una lección. El médico se forma, ante todo, con la experiencia y no con los libros. Sabe de lo humano no por lo que lee sino por lo que vive.