Resumen y sinopsis de Vagalume de Julio Llamazares
«Un escritor es una luz en la noche».
Una historia emocionante sobre las tres vidas que todos tenemos: la pública, la privada y la secreta.
«Tras cada ventana iluminada hay un alma semejante a nuestra alma, un náufrago del sueño y un superviviente del día que se termina o que va a empezar que está esperando que alguien le hable para responder». Un escritor recibe la noticia de la muerte del que fue su maestro como periodista y con el que, a pesar de no verse apenas ya, mantenía una amistad inquebrantable. Después del funeral, alguien le hace llegar de manera anónima un ejemplar de una novela que publicó el fallecido cuando era joven, un libro que prohibió la censura y que todos creían desaparecido. Ese hecho, junto con una serie de revelaciones posteriores, llevará de nuevo al protagonista a la ciudad donde inició su carrera como periodista para intentar descifrar el misterio que se cierne sobre la figura de su maestro y amigo.
Vagalume es una novela de suspense que habla de esa vida secreta que todos tenemos, pero también una reflexión sobre la pasión de escribir, que se sobrepone a todo. Un homenaje, en definitiva, a todas esas personas que, desde la imaginación, como luciérnagas en la noche, crean vidas mientras los demás dormimos.
¿Por qué escribimos? Esta es la pregunta que se hace el protagonista de esta novela, que intuyo puede ser el mismo autor. “Vagalume” reflexiona sobre muchas cosas, pero sobre todo sobre el proceso de la vida y la escritura, el paso del tiempo y el peso de la memoria y de las ilusiones. El relato no tiene mucha acción, pero sí un punto de melancolía. No es de lo mejor de Llamazares, un escritor y periodista culto, prolífico y muy solvente, que ha vuelto con esta novela ligera para leer sin complicaciones en dos tardes de verano.
Profunda decepcíón…
Primero, porque la historia que cuenta no tiene gran sustancia. La voz narradora nos trata de convencer durante todo el libro de que estamos ante un misterio que se complica más y más… pero en ningún momento logra concernirme. Cuando lo resuelve, además, no siento que hubiera que parar rotativas…
En todo caso, lo peor de todo no es lo que narra, sino la calidad de la prosa. Sinceramente, me ha parecido un libro horriblemente escrito. Alucino al leer que este autor también ha escrito poesía…
Ya en el primer capítulo me llama la atención la forma de escribir tan poco literaria, sin el menor esfuerzo por ahorrar palabras vacuas, y recurriendo una y otra vez a expresiones como “Manolo tomó su decisión, y nadie podía saber cuál había sido esta”. Igualmente, considero que sobran el 60% de las explicaciones con que riega los diálogos (“le respondí a Sara”, algo evidente porque la conversación era entre dos personas). Y muy pobres las descripciones, que resultan forzadas, como para aportarle cierto lirismo al relato.
No había leído nada de este Julio Llamazares, y evidentemente no profundizaré en su obra.