Descubre qué es la literatura de viajes, cuál es su historia y evolución y qué autores han sido clave en el desarrollo de este tipo de narrativa centrada en las experiencias viajeras.
En la literatura de viajes encontramos textos en los que un autor narra las experiencias que ha vivido a lo largo de un viaje. Los libros de viajes se remontan a las primeras civilizaciones y han evolucionado siglo tras siglo hasta la actualidad. Entre las múltiples obras que se encuadran entre este género nos encontramos con títulos como Libro de las maravillas de Marco Polo, que nos permiten, como lectores, acercarnos a distintas culturas, descubrir nuevos paisajes y conocer otras épocas, todo ello a través de la mirada de un viajero que aprende, cambia y crece conforme avanza en su trayecto.
Qué es la literatura de viajes
La literatura de viajes es un género literario conformado por textos en los que el autor retrata su experiencia personal viajando. Su objetivo principal es informar, entretener y despertar en el lector el deseo de viajar. Ejemplos de este género son las crónicas de viaje, los diarios de viajes o la narrativa de viajes, obras que difieren unas de otras en cuanto a su enfoque y propósito.
En los libros sobre viajes, el escritor describe los espacios que visita, habla sobre las personas con las que se cruza y ahonda en el choque cultural que se produce entre su cultura y la del lugar, todo ello narrado desde una perspectiva propia en la que cobran verdadera importancia sus sentimientos, pensamientos, reflexiones e impresiones a lo largo de la travesía. De este modo, estos textos destacan por su enfoque autobiográfico, descriptivo y reflexivo.
No obstante, las características de la literatura de viajes mencionadas hacen que este género pueda confundirse con otros como la literatura de aventuras. Mientras que la primera se centra en la experiencia del viaje, la segunda pone el foco en la acción; también difieren en que la de viajes observa y describe los aspectos culturales, sociales y naturales del lugar visitado, cuando la de aventuras suele contar eventos extraordinarios ocurridos a un protagonista con características de héroe. Asimismo, la literatura de viajes es literatura de no ficción —aunque puede incluir elementos creativos, suele estar basada en experiencias reales—, y la literatura de aventuras, pese a que puede inspirarse en hechos reales, es ficción.
Origen de la literatura de viajes
Viajes y libros guardan una estrecha relación desde tiempos inmemoriales. Y es que las primeras manifestaciones de la narrativa de viajes se dieron en la prehistoria, siendo las pinturas rupestres —como las de la cueva de Lascaux en Francia (17.000 a.C.)— registros documentados de historias de caza y exploración. No obstante, el primer escrito que presenta elementos de viaje y exploración, aunque no es considerado literatura de viajes como tal, es el poema de Gilgamesh (2.000 a.C.). Más adelante en la Edad Antigua, surgieron clásicos del género como la Odisea (siglo VIII a.C.) de Homero, Historias (siglo V a.C.) de Heródoto y el Itinerario de Egeria (siglo IV a.C.) de Egeria, considerada la primera narradora de la historia de la literatura de viajes. De enorme importancia fueron también los textos de exploradores medievales como Marco Polo (1254-1324), Ibn Battuta (1304-1368) y Zheng He (1371-1433).
En la literatura de viajes, es esencial mencionar todas las obras surgidas a partir del descubrimiento de América en 1492. A raíz de la expedición liderada por Cristóbal Colón, se llevaron a cabo muchas más expediciones que marcaron el inicio de la colonización europea en el continente. Lo que descubrieron y vivieron durante sus viajes los exploradores, queda retratado en crónicas, diarios y relatos de viajes; de entre todas ellas, son especialmente destacables el Diario de a bordo de Cristóbal Colón, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo y Naufragios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca.
La literatura de viajes de estos períodos (prehistoria, Edad Media, Antigüedad y comienzos de la Edad Moderna) cobra especial importancia en la historia dada su función informativa y geográfica. A través de sus narraciones, los exploradores transmitían información valiosísima sobre la geografía del lugar visitado, los paisajes, la personalidad de las gentes del lugar, los ritos culturales, las barreras comunicativas… Leyendo los escritos de entonces, los historiadores han podido configurarse una imagen más realista de cómo era y funcionaba el mundo en aquellos años.
Evolución de la literatura de viajes a lo largo del tiempo
Habiendo repasado ya cuáles fueron los orígenes del género, cabe construir una cronología de la literatura de viajes desde las primeras civilizaciones hasta la actualidad.
En la Antigüedad, la literatura de viajes se gestó a través de la tradición oral; las historias sobre viajes se iban transmitiendo de boca en boca y de generación en generación, hasta que más adelante pudieron ser transcritas, como ocurrió con la Odisea, atribuida a Homero. Este tipo de relato, especialmente los surgidos en Grecia y Roma, se centraban en narrar el propio viaje, que solía estar relacionado con exploraciones, guerras o estudios del mundo.
En la Edad Media la literatura de viajes giró en torno a la narración de peregrinaciones, viajes comerciales y exploraciones. En estos textos, los exploradores y comerciantes describían tierras lejanas y culturas exóticas, tan diferentes de la propia; con ello, contribuyeron a la expansión del conocimiento tanto geográfico como cultural en la época.
Del siglo XV al XVII, tras el descubrimiento de América, el género se nutrió de obras como las Crónicas de Indias, que engloban aquellos escritos sobre el descubrimiento, conquista y colonización del Nuevo Mundo. Estas narraciones podían ser diarios, cartas, crónicas, comentarios, relatos o historias, y estar escritas tanto por españoles como por mestizos, indígenas o testigos directos e indirectos. Estos textos son una fuente histórica de verdadero valor, pues abordan el encuentro entre dos culturas diferentes, así como el impacto de la colonización y cómo la vivieron unos y otros.
Al avanzar del siglo XVIII al XIX, cambió la perspectiva con la que se abordaban los viajes desde la literatura. Por un lado, la Ilustración condujo a la consideración del viaje como una oportunidad para observar, aprender y hacer crítica social; por otro, el Romanticismo, surgido como reacción contra la Ilustración, entendió el viaje como transformación, por lo que los escritores de esta época fueron muy introspectivos y trataron en sus textos el impacto emocional y la conexión que sintieron con los lugares que visitaban, además de realizar vívidas descripciones que exaltaban la belleza de la naturaleza.
En el siglo XX, la literatura de viajes adquirió también tintes novelescos; sus autores buscaban originalidad e innovación tanto en la forma como en el contenido de este tipo de obras. Aunque se siguieron publicando libros de viajes al uso, también hubo autores que escribieron novelas basándose en sus viajes.
En cuanto al siglo XXI, con el auge de las nuevas tecnologías y las redes sociales, viajar se ha convertido en una experiencia mucho más difundida y explorada que en épocas anteriores. Turismo y literatura van más de la mano que nunca y la literatura de viajes abarca relatos personales, guías prácticas de viaje, crónicas periodísticas, literatura de frontera o transfronteriza… Además, se han popularizado los viajes literarios, que trazan rutas literarias que siguen los pasos de ilustres escritores, o bien recorren espacios presentes en obras literarias de renombre.
Principales autores de literatura de viajes
Ahora bien, ¿quiénes fueron los autores de literatura de viajes más destacados de cada período?
En la Antigüedad, es imprescindible mencionar la Odisea de Homero, Historias de Heródoto, que aunque no escribió un libro de viajes en el sentido moderno, contribuyó a la evolución del género, e Itinerario de Egeria, donde la viajera y escritora hispanorromana del siglo IV Egeria narra su peregrinación desde Gallaecia a Tierra Santa y otros lugares sagrados. En cuanto al autor que más impacto tuvo en la literatura de viajes de la Edad Media, fue Marco Polo, el primer autor europeo que describió China en Libro de las maravillas. De los textos sobre viajes surgidos a raíz del descubrimiento de América, cabe mencionar los de Cristóbal Colón, Fray Bartolomé de las Casas y Bernal Díaz del Castillo. Por su parte, el naturalista, explorador y científico alemán Alexander von Humboldt escribió Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, donde entremezcla el rigor científico propio de la Ilustración y la apreciación de la naturaleza propia del Romanticismo. Durante el siglo XX, escribieron libros de viajes al uso Ernest Hemingway, Miguel de Unamuno o Camilo José Cela, aunque también hubo autores que escribieron novelas basándose en sus viajes, como hizo Jack Kerouac en la emblemática obra de la Generación Beat En el camino. En cuanto a escritores viajeros contemporáneos, cabe mencionar a Jan Morris (Venecia), Javier Reverte («Trilogía de África») o Bill Bryson (En las antípodas), entre otros.
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