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Grandes bibliotecas de la historia. La Biblioteca Mazarino

AutorAlfredo Álamo el 10 de octubre de 2017 en Divulgación
  • Fue fundada por el cardenal Mazarino en el siglo XVII.
  • Contiene numerosos incunables y obras de gran valor.

Biblioteca Mazarino en París.

Muchos sólo conocerán al cardenal Mazarino por su aparición en la segunda parte de Los tres mosqueteros, Veinte años después, libro en el que aparece como sucesor del cardenal Richelieu como Primer Ministro de Francia. Más allá de lo literario, Mazarino fue una de las piezas fundamentales de la política europea del siglo XVII como dirigente de Francia bajo el mandato de la reina Ana.

Uno de los aspectos menos conocidos de este político y religioso era su pasión por los libros y el conocimiento, que le llevaron a formar una de las bibliotecas privadas más importantes de su época. Tras un periodo de estudio en Roma, donde se formó, Mazarino volvió a Francia con más de 5.000 volúmenes escogidos.

Al alcanzar el grado de Primer Ministro, Mazarino pudo comprar un palacete y aumentar su biblioteca, que ya alcanzaba para entonces más de 10.000 libros. De hecho, el ala de la biblioteca era fundamental en su casa, una cámara de más de cincuenta y ocho metros de diámetro.

Durante años, grandes literatos y dignatarios viajaron hasta su biblioteca para copiar el modelo de Mazarino y replicarlo luego en sus propios países, como, por ejemplo, Federico III de Dinamarca. Alejado ya de la gestión diaria, el cardenal contrató a un experto bibliotecario, Gabriel Naudé, quien recorrió Europa en busca de nuevos libros que incorporar al catálogo.

Sin embargo, no todo fue bien para la biblioteca de Mazarino. Durante la insurrección de la Fronda, en 1648, el cardenal tuvo que huir de París y su mansión, donde estaba la biblioteca, fue asediada y saqueada. Por suerte, Naudé logró salvar los volúmenes más valiosos y tras las revueltas, se pudo recuperar gran parte de lo saqueado.

Tras la muerte del cardenal, la biblioteca pasó a manos del Colegio de las Cuatro Naciones, creado por el propio Mazarino, que buscó una nueva localización a la biblioteca a orillas del Sena. La Revolución Francesa no afectó a la biblioteca, que ya se había convertido en un centro de referencia internacional gracias a sus más de 60.000 libros, entre los que se encuentran algunos de gran importancia histórica, como una de las primeras Biblias de Gutenberg.

Hoy en día la Biblioteca Mazarino cuenta con más de 2.000 incunables y está abierta al público, por lo que se ha convertido en uno de los puntos de peregrinación bibliófila más importantes de París.

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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