- The Torist apuesta por el anonimato y la libertad de creación.
- Sólo se puede acceder a través del navegador anónimo TOR.
The Torist es el título de esta peculiar revista emplazada en la Deep Web, especializada en el debate, la creatividad y la exploración literaria. Su marca de base es el anonimato que el servicio TOR ofrece a todos sus lectores y colaboradores. Sin embargo, uno de los responsables del proyecto sí que ha decidido compartir su nombre: se trata del profesor asociado de la Universidad de Utah Robert W. Gehl, quien llevaba ya tiempo hablando sobre literatura en la red social Galaxy, también dentro de la Deep Web. El otro editor permanece en el anonimato bajo el seudónimo de GMH.
- Pero, ¿qué es eso de la Deep Web?
Bien, la Deep Web, la red profunda (también llamada Red Oscura, Undernet y otro montón de nombres cada vez más sonoros, sobre todo en series de televisión) es todo un mundo al que sólo se puede acceder a través del navegador anónimo TOR (u otros servicios compatibles con él). En la Deep Web hay de todo, desde sitios dedicados al mercado negro, como era Silk Road, a redes sociales, como Galaxy. En medio hay cualquier cosa, pero lo que tienen en común es que los buscadores no registran nada de su contenido y que los visitantes permanecen anónimos.
- Montar una revista a partir del anonimato.
Gehl y GMH se dieron cuenta de que muchas de las personas con las que suele hablar de literatura estaban hartas de participar en sitios donde todo está enfocado a monetizar la experiencia, bien a través de anuncios o bien a través de la recopilación de datos personales. Además, claro, de no poder expresarse libremente por el miedo a ser identificado, señalado, etiquetado y descontextualizado en cualquier momento. Pero, ¿y si les ofrecía un lugar donde hablar con absoluta libertad? ¿Cómo respondería la creatividad? Los editores decidieron entonces montar The Torist y comprobar las diferencias con los ezines típicos de la web más accesible.
- Entonces, ¿qué hay en The Torist?
En la revista podemos encontrar relatos de ficción, poesía y ensayo. Después de este primer número el proyecto está a la espera de recibir nuevos trabajos y seguir adelante en el futuro, dejando claro que los servicios dedicados a preservar el anonimato sirven para algo más que el tráfico de drogas.
¿Qué os parece la idea? ¿La creación y la lectura anónimas son diferentes de lo habitual? ¿La creatividad sería mejor o tal vez se abordarían tabús todavía difíciles de tratar? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
vía: Motherboard
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.