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Informe sobre el Libro Electrónico: Análisis (I)

AutorRaquel Vallés el 24 de abril de 2010 en Noticias

Informe

La semana pasada el Observatorio de la Lectura y el Libro, concretamente, el Grupo de trabajo sobre el libro electrónico, presentó un informe analizando la situación del libro electrónico en España en el que, desde diferentes ámbitos, se intenta ofrecer una visión amplia de la realidad del ebook y hacia donde puede ir. Así, encontramos referencias a la encuesta sobre editoriales y libro electrónico realizada por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez que analizamos hace unas semanas.

Esta aportación de diferentes sectores si bien es necesaria creo que es uno de los principales problemas del informe por la manera como se ha articulado: cada sector ha dicho la suya barriendo claramente para casa (están en su derecho) pero no hay una visión propia del Grupo de trabajo, dando por buenas las aportaciones de cada colaborador. Puestos a pensar mal, se diría que han intentado curarse en salud, tal y como están los ánimos desde la “ley Sinde“, y así siempre pueden decir que ellos no son responsables de lo que se dice.

Vamos a dar un pequeño repaso al informe aunque primero que nada me temo que hay que señalar un par de inexactitudes, más que errores, que hemos encontrado antes casi de empezar. En primer lugar, se menciona la reducción del IVA para el libro electrónico sin indicar que, finalmente, esta reducción solo va afectar a los libros electrónicos en soporte físico ya que, tal y como aclaró hace unos días Hacienda, la normativa europea lo impide. La segunda incorrección la encontramos cuando hablan del caso Amazon-Apple del que también hemos hablado aquí: sostiene que Amazon obligaba a los editores a vender los libros electrónicos a 9.99 dólares cuando lo que realmente hacía era pagar al editor según el precio de la edición en tapa dura y poner el precio que consideraba adecuado al mercado (ese 9.99).

Uno de los aspectos más interesantes del informe, y también el que ha generado polémica, como no, es el marco jurídico, firmado por Marta García León y que creo que debería de ser de lectura obligada, en un entorno en el que, de repente, todos nos hemos vueltos expertos en propiedad intelectual.

La conclusión que extraigo es que el marco jurídico es inadecuado ya que no está adaptado a la nueva situación, al tiempo que se ve superado por la tecnología.

Así, el contrato de edición literaria, regulado por la Ley de Propiedad Intelectual, es insuficiente cuando hablamos de libros electrónicos (atención autores: el contrato solo afecta a aquellos formatos explícitamente citados en el mismo). El concepto de integridad de la obra, uno de los derechos del autor, queda diluido frente a las posibilidades que ofrece la digitalización.

El DRM, por ejemplo, protege al autor frente a la puesta en disposición sin su autorización pero vulnera los derechos de los consumidores respecto a la copia privada y, en algunos casos, a la protección de datos personales. O la aplicación del DRM en bibliotecas virtuales chocaría directamente con la misma existencia de estas.

Eso sí, queda claro que la puesta a disposición sin ánimo de lucro comercial no viene regulada por el Código Penal mal que les pese a algunos, sino por la Ley de Propiedad Intelectual ya que sería un ilícito civil.

Pero el punto que más me ha llamado la atención ha sido respecto a las licencias Creative Commons, ya que es aquí donde la falta de legislación concreta puede llevar a situaciones kafkianas, como que las entidades gestoras de derechos estén en la obligación legal de exigir compensaciones por mucho que el autor no quiera. Ahora la explicación:

En primer lugar, parece que es más que discutible que se puedan considerar contratos (la ley es terca para estas cosas) ya que quien otorga la licencia no conoce a quien la disfruta ni siquiera si alguien lo hace. Unido a esto la Ley de Propiedad Intelectual señala los derechos irrenunciables por parte de autor entre ellos el de remuneración por copia privada que son recaudados por las entidades de gestión. Así que, ley en mano, CEDRO podría comenzar a pedir su trozo de pastel Copyleft. Este atentado contra el sentido común solo puede ser solucionado con una adaptación legislativa y el reconocimiento de las licencias Copyleft en todos los ámbitos.

Raquel Vallés

(Valencia, 1973) Bibliotecaria y eterna estudiante, vive rodeada de gatos y libros, siempre en busca de un buen asesinato.

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