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El bucle prodigioso

Resumen y sinopsis de El bucle prodigioso de José Antonio Marina y María Teresa Rodríguez de Castro

Hace veinte años, José Antonio Marina publicó su primer libro Elogio y refutación del ingenio, que ganó el Premio Anagrama y el Premio Nacional de Ensayo. Fue el comienzo de una copiosa producción filosófica, dispersa en temas y estilos. Desde Dios a la economía, del arte a la neurología, del lenguaje a la ética, en formato de libros, artículos, programas de radio o de televisión, libros de texto, empresas educativas.

Sin embargo, José Antonio Marina siempre ha afirmado la necesidad de elaborar un sistema filosófico, si no quiere uno perderse en una colección de fragmentos ingeniosos. El aforismo sapiencial, la sastrería filosófica a la medida, el eslogan metafísico, la deconstrucción, el juego de los lenguajes, el bazar filosófico posmoderno o los sms pensativos resultan una brillante pirotecnia que hace divertida la oscuridad, pero no la ilumina. Todo filósofo debe decir cómo sabe lo que dice que sabe, si quiere sobrepasar el nivel de la autobiografía. Marina ha presumido siempre de trabajar en un sistema de filosofía que partiría de la neurología y acabaría en la ética. María Teresa Rodríguez de Castro intenta en este libro hacer su cartografía para saber si esa pretensión es verdadera o es un mero espejismo.

José Antonio Marina se ha encargado, en cambio, de hacer la biografía de esas ideas. Este libro es, pues, sincrónico y diacrónico, cosa que queda muy bien. El resultado es una teoría de la inteligencia que se crea a sí misma, que inventa sin parar, y que convierte la ficción en la esencia del ser humano. En eso consiste el bucle prodigioso. De él deriva nuestra grandeza y también nuestra precariedad. Una vez más, aparece una figura muy querida por Marina, la del barón de Münchhausen que se sacó a sí mismo del pantano tirándose de la cabellera. Estamos siempre salvándonos por los pelos. Ésa es nuestra azarosa condición.